Aleix es un chico de barrio. Cuando daba sus primeras patadas no era en un gran campo de césped, sino en la plaza de su pueblo, Puigpelat: "En mi pueblo sólo había una pista de fútbol sala de cemento, pero no jugábamos nunca allí. Jugábamos en la plaza, frente a una puerta". Este alegato determina la personalidad aguerrida de un jugador que desde los 11 años luchó por un sueño que a veces parecía desvanecerse y que, hoy, parece haber llegado a cumplirse. Tras 12 clubes y casi 15 años de lucha, Aleix Vidal vuelve donde comenzó, del Barça al Barça.

"Supone mucho esfuerzo, pero si trabajas de forma constante y te lo crees, es posible"

Su primera aventura en el club culé no comenzó como esperaba, pues asegura que "entonces se creía que lo que necesitaba el Club era a gente de mayor tamaño, a jugadores más altos". A pesar de que la cantera en el FC Barcelona ya no funciona de esa manera, era una conducta muy común y fue este hecho el que le llevó a tener que buscar de nuevo un acomodo para su hambre de fútbol. Tras otro peldaño, el Madrid llamó a su puerta. "Fue mi primera experiencia lejos de casa, pero desde el primer momento sabía que en el Madrid era casi imposible que triunfar", la dificultad de abrirse hueco y la lejanía, lastraron el paso de Aleix por el club blanco: "Durante el año no estaba jugando mucho y tuve conversaciones con mi padre porque quería volver antes a casa".

Con el Almería, equipo clave en su éxito

Tras ser fichado por el Espanyol, y pasar por la Damm, es cedido al Panthrakikos griego, su primera prueba en un primer nivel europeo: "No era un Primera como los de aquí, pero aquella experiencia, aunque no jugaba mucho y vivía otra vez solo, me sirvió para coger mucha madurez personal". Tras esa temporada, volvió a salir del Espanyol rumbo a otro filial, esta vez del Nàstic.

Tarragona, Mallorca y por fin, Almería...

"En el fútbol siempre hay excepciones, pero normalmente necesitas una persona que te otorgue confianza"

A pesar de que en el Nàstic demostró buen nivel, no fue como a él le hubiera ilusionado: "Tengo que estar muy agradecido a Santi Coch, el entrenador de la Pobla (filial del Nàstic), porque me esperó e hizo un gran esfuerzo por mí. Yo quería ver si salía algo mejor, pero no fue así". Aleix fue pasando por varios clubes en los que tuvo más o menos suerte para poder demostrar su calidad, pero fue el Almería el que le supuso un salto real: "Cuando me llamaron yo sabía que era para ser jugador del B, pero sólo les pedí poder hacer la pretemporada con el primer equipo". Ese lapso de pretemporada le bastó y consiguió debutar con el Almería en Primera División de mano de Lucas Alcaraz: "Si no hubiera sido por él ahora no estaría donde estoy".

Aleix, en su etapa con el Sevilla

Hoy por hoy y tras haber jugador, además de en Primera División con la UD Almería, la UEFA Europa League con el Sevilla, el jugador catalán cumple un sueño a verse de nuevo vestido de azulgrana: "Me ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí. Soy una persona luchadora y nunca tiro la toalla, aunque pasé por muchos equipos con poco nombre".

Una carrera de fondo para completar un sueño

Con 11 años y tras haber jugado en el CF Valls, el hoy jugador del FC Barcelona se incorporó en 2001 al Infantil B del Barça, donde coincidió con otro compañero actual, el lateral izquierdo Jordi Alba. Tras no ser del todo valorado en la cantera azulgrana, recaló en el Cambrils, donde tras despuntar, se interesaría en el el Real Madrid, en el que duraría solo un año (por la lejanía con su familia, a pesar del interés de que siguiera del club madrileño) antes de volver de nuevo al Cambrils y pasar al Reus juvenil un año más tarde.

Aleix vuelve a casa

"Ahora estoy aquí y creo que es imposible ir más arriba"

En el Reus, consigue jugar en el primer equipo y es fichado por el Espanyol de Barcelona, que lo cede, primero a la Damm y más tarde al Panthrakikos griego. Con solo 17 años debuta en la Superliga griega, su primera gran experiencia en el fútbol de primer nivel. En 2009, ocho años más tarde de su llegada al Barcelona, deja el Espanyol por el filial del Nàstic, donde llega a debutar en Segunda División A. Tras ese debut y contra todo pronóstico, el primer equipo del Nàstic lo descarta y él decide volver a probar en otro club y volar a Mallorca para probar en el Mallorca B, solo un pequeño paso previo a su fichaje por la UD Almería, donde fue fichado para la cantera y que jugó la pretemporada con el primer equipo andaluz. Ese breve periodo bastó para convencer a sus técnicos de su uso en el primer equipo.

Llegó a la ansiada y complicada Primera División de mano del Almería, donde destacó antes de viajar a Sevilla. En el equipo de Nervión el jugador fue capaz de ir un paso más allá, pues llegó a jugar la UEFA Europa League, primer trofeo internacional disputado por el lateral. Tras un gran año de altos y bajos y de tremendo esfuerzo personal, Aleix Vidal tuvo la oportunidad de cerrar un círculo que comenzó en 2001 y que finalizaría en el primer equipo blaugrana en el verano de 2015.