La Brújula de San Mamés: Augsburgo

El conjunto de Markus Weinzierl debutará en competición europea en San Mamés, y servirá como premio excelente a todo el trabajo realizado durante los últimos años en la ciudad bávara. Con varios jugadores interesantes y que han estado en el panorama de clubes grandes, el Augsburgo intentará demostrar su gran unidad para intentar que el sueño continúe.

La Brújula de San Mamés: Augsburgo
Foto: dpa
luigiathletic
Por Luis Calabor Nuñez

La consagración de un proyecto fantástico aterriza en San Mamés para intentar que dicho trabajo se vea recompensado también en Europa. Con la organización como faceta fundamental en el juego, el FC Augsburg vivirá una jornada histórica que, en su gran historia reciente, es totalmente meritoria. Su quinto puesto en una liga tan exigente como es la Bundesliga no fue, para nada, casualidad.

Sin embargo, es necesario establecer un contexto. Nacido en las entrañas de la modesta ciudad de Augsburgo un 8 de agosto de 1907, no pisó la Bundesliga hasta 2009. De hecho, hasta una época gloriosa que se remonta a la última década, el Augsburgo era un habitual de la Tercera División de Alemania, e incluso en 2000 cayó a la cuarta categoría, con graves problemas económicos. Este sería el punto de inflexión en su historia: Walther Seinsch llegaba para rescatar financieramente al equipo alemán. A partir de aquí, todo cambiaría.

Walter Seinsch, salvador económico del club, dimitió en 2014. Foto: dpa

Tras dos temporadas en la Bayernliga (4ª división), volvieron a la 3.Liga, donde estuvieron cuatro campañas en la parte alta de la tabla y ascendiendo en 2006. Sorprendiendo en su primera participación en la 2.Bundesliga, las dos siguientes fueron de sufrimiento para salvar la categoría, mientras que en 2010 el Augsburgo rozó el ascenso, que finalmente llegaba en 2011 para llegar a la élite por primera vez, con Luhukay en el banquillo. La proeza de Seinsch solo estaba empezando.

Dos cursos (11-12 y 12-13) de estabilización en la élite eran solventados con salvaciones en los finales de campaña, siendo dirigidos en la primera por el anteriormente mencionado Jos Luhukay y, en la segunda, por Weinzierl. Este momento también sería un hito en la historia del Augsburgo: llegado del Jahn Regensburg, el joven técnico logró el primer ascenso a la 2.Bundesliga de dicho equipo, y haría historia en Augsburgo de una gran manera.

Weinzierl, uno de los grandes entrenadores jóvenes de Europa. Foto: snipview.com

La temporada 13-14 parecía insuperable. Copando el octavo lugar de la Bundesliga, rozando las clasificaciones europeas y con la primera victoria ante el Bayern en toda su historia, nadie pensaba que se pudiese superar. Y se logró. En el tercer año de Weinzierl, el Augsburgo logró sobreponerse a un mal inicio y, contra todo pronóstico por las bajas de jugadores clave como André Hahn o Kevin Vogt, alcanzó la quinta plaza, la cual le ha dado derecho a disputar la fase de grupos de la UEFA Europa League. También cabe mencionar la victoria en Múnich, ante un Bayern que es el rival a batir para todo conjunto bávaro.

No obstante, el presente año no ha empezado como se esperaba. Tras la marcha de, sobre todo, Abdul Baba Rahman, uno de los mejores izquierdos jóvenes de Europa, y de Pierre-Emile Hojbjerg, cuyo paso fue aceptable pero sin llegar a destacar en exceso, el equipo no ha sabido volver a la senda del triunfo que le caracterizó el año pasado, pese a que fue un equipo de rachas. Los fichajes de Koo, Max, Stafylidis y Trochowski (en este caso, libre) todavía no están dando el rendimiento esperado, y así ahora mismo copan la decimocuarta posición, tras únicamente sumar un empate en Frankfurt, siendo el resto derrotas. También cabe mencionar, no obstante, el gran papel que realizó en el Allianz Arena, estando muy cerca de puntuar.

Aun así, muchas piezas clave siguen en la escuadra alemana. Raúl Bobadilla, que fue el jugador con mejor rendimiento en la 2014/15, no ha empezado bien, siendo expulsado ante el Hertha y después de firmar una regular Copa América. A pesar de esto, la confianza en el delantero paraguayo es máxima. Así mismo, los inagotables Altintop y Werner continúan aportando muchos goles y asistencias en las bandas, Baier sigue defendiendo el doble pivote con Kohr, y Verhaegh no decae en el lateral derecho. Junto a estos jugadores, también cabe destacar al guardameta Hitz, que el año pasado ya le arrebató el puesto a Manninger y que ahora ha empezado como un tiro.

Pero la mejor virtud de los Fuggerstäder no es la calidad que su plantilla atesora, si no la unidad que muestra como bloque, siendo muy compacto y mostrando una gran consistencia en todas sus líneas, además de ser totalmente generoso en sus líneas a la hora de trabajar. Posiblemente, una de las razones por las cual suele comenzar mal las temporadas es la adaptación de sus jugadores, al perder cada año a algún jugador en las líneas. Aunque debuten en la Europa League, su estilo no va a cambiar, e incluso se podría intensificar más para lograr el objetivo de los dieciseisavos y, quién sabe, si para lograr incluso cotas más altas.