Más que gigante

El Athletic se enfrenta este jueves al Augsburgo en el partido inaugural de esta fase de grupos de la Europa League lo que supone más que tres puntos para empezar la liguilla.

Más que gigante
Más que gigante
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Por Iraia Hermosilla

El estreno, sea cual sea, tiene su importancia y no hay que hacerle ascos. A veces tendrá más o menos, pero siempre hay que cuidarlo, tratarlo con mimo porque a veces si al estreno no se le da la relevancia que tiene, se puede volver en contra de uno.

El estreno en San Mamés en la fase de grupos obliga a una victoria

En fútbol, en los meses de agosto y de septiembre, se suelen dar muchos estrenos y el Athletic no es ajeno a ellos. El club rojiblanco, aunque ya ha coqueteado con la competición europea, comienza este jueves contra el Augsburgo la fase de grupos de esta Europa League en San Mamés.

Está sobre la mesa que no es un partido cualquiera, que tiene su relevancia, y así de claro lo dejó Aymeric Laporte en la rueda de prensa previa al encuentro: "Siempre que empezamos en una competición es ilusionante llegar lo mas lejos posible. Mañana (el jueves) hay que empezar ganando".

Antecedentes cautelosos

Aunque el central del Athletic sepa cuál es la teoría, él y sus compañeros deberán ponerlo en práctica en el césped de San Mamés si no quieren llevarse una desilusión y comenzar la fase con mal pie. Los inicios europeos de los últimos años, los empates contra el Shakthar Donestk y el Hapoel Kyriat Shimona en casa, han demostrado que no es fácil comenzar una competición de tal calibre ante la afición.

Su dificultad se ha visto por los cuatro costados y también se ha apercibido que un mal comienzo está relacionado en continuar con mal pie en las siguientes jornadas. La fase de grupos apenas cuenta con seis jornadas, por lo que un fallo en la primera jornada, deja sólo cinco partidos para enmendar errores del pasado y hay que hilar fino, muy fino para que todo salga bien.

Un error en la primera jornada y más ante la afición obliga a la perfección, a no dejar ni un centímetro a merced del rival y de sacar toda la magia, ir al 100% en cada minuto de cada partido que los jugadores se vistan de corto. Eso sucede entre septiembre y diciembre, cuando las competiciestán empezando a conocer los puntos fuertes y débiles de cada jugador, de cada equipo, por lo que puede exigir un mal desgaste todavía con toda la temporada por delante.

Los perjuicios son notables al no lograr un resultado positivo en San Mamés, por lo que los rojiblancos se tendrán que beneficiar de las ventajas que reporta un resultado positivo. La tranquilidad de lograr los primeros tres puntos de la fase de grupos, de saber que se ha realizado un buen papel ante la afición quedará en los jugadores rojiblancos, que verán que pueden afrontar los siguientes compromisos con más tranquilidad, sin la soga al cuello y con la licencia, por decirlo de algún modo, de que pueden tener un traspiés en algún momento de la competición.

Afección en la Liga

El calendario o el estar presentes en tantas competiciones ha querido que, tras el parón del primer fin de semana de septiembre, el Athletic juegue partidos cada tres días hasta el próximo parón, a mediados de octubre.

Esta acumulación de encuentros hace que el club rojiblanco no tenga el descanso suficiente para recuperarse física y mentalmente, y aunque sean dos competiciones distintas, todo estará relacionado. Lo que suceda en cualquiera de las competiciones se arrastrará a la otra y viceversa y puede llegar a ser un bucle sin salida.

Lo negativo de una competición se puede trasladar a la otra, por lo que, aunque parezca mentira, el partido de este jueves contra el Augsburgo, el estreno, tiene mucha más importancia. De ganar el paso dado por los pupilos de Ernesto Valverde sería más que gigante y se olvidarían de apuros hasta bien entrada la temporada.