San Mamés es uno de esos estadios que pueden cambiar dinámicas. Una catedral donde pocos consiguen hacer ruido, pero cuyos cimientos el Levante está obligado a derribar. El equipo granota no debe acudir a Bilbao como un turista obediente y sumiso ante un estadio que rezuma historia. Los de Rubi deberán enfundarse un pasamontañas para robar las piezas más valiosas de un museo futbolístico, consiguiendo que las alarmas se desgañiten ante los puntos que huyan camino de Valencia. La necesidad debe primar sobre la tradición que el Athletic ha ido creando para cohibir a los visitantes de su templo.

El Levante corre el riesgo de convertirse en una cebra, rayada de azul y grana, perdida en medio de la sabana a merced del rey de la selva. Los leones rugen esperando un rival herido y amedrentado que llega colista y eliminado de la copa. Los granotas intentarán contrarrestar la emboscada que les acecha en una de las visitas más peligrosas de la liga, pero que podrían sortear encontrando un regalo de navidad cargado de moral para encarar el 2016. Ha sido un mal año, pero el Levante está a tiempo de evitar el carbón al abrir el paquete. Ganar en San Mamés para invertir una tendencia inacabable, ese es el objetivo.

Sin distracciones coperas, al Levante ya sólo le queda realizar su última apuesta a un todo o nada en liga. En el reparto de cartas, Rubi buscará una mano ganadora con la que evitar la quiebra. Tras los errores de Rubén Martínez, Mariño aspira a conquistar la titularidad a pesar de los goles recibidos frente al Espanyol. Feddal deberá comandar una defensa endeble que salga del botijo en el que el Athletic encierra a las zagas rivales. Lerma y Simao han demostrado jerarquía en la medular, pero la veteranía de Verza, que llega en racha, podría ser el as que Rubi oculta tras una manga cada vez más remangada. Es momento de que Camarasa y Morales lideren a un equipo que quiere quedarse en primera, mientras que ante la ausencia de un referente goleador, el ataque debe ser tarea de todo el conjunto.

Al Levante le falta un Aduriz

Enfrente, el Athletic llega rodado y con ganas de lamerse las heridas que brotaron tras la dolorosa derrota en el Calderón. Aduriz, amo y señor de las áreas, cuenta casi con más goles que todo el Levante junto. El ariete de moda, ídolo de San Mamés, castiga a sus rivales cada semana, coleccionando víctimas de su añeja etiqueta que nunca caduca. El Levante deberá defender su juego aéreo y protegerse de sus movimientos en el área que acostumbran a ser letales. La conquista de La Catedral pasa por que Aduriz no sonría, algo que habrá que lograr sin descuidar las vigilancias al resto de jóvenes cachorros a los que ya hace tiempo que les empezó a crecer el pelaje. Iñaki Williams ya es más realidad que sensación, y puñales como Eraso o Sabin Merino ya han dejado marcas de sus colmillos en muchas presas que les subestimaron. Si se une la experiencia de hombres como Raúl García, Iraizoz, Laporte o San José, el resultado es un equipo temible espoleado por más de cincuenta mil gargantas que configuran un territorio casi inexpugnable para un rival bajo en autoestima como los granotas.

Un estilo definido, otro por definir

Valverde ha dotado a su Athletic de una personalidad propia y definida. Los leones saben a lo que juegan, sobre todo arropados en su guarida, donde habitualmente se sienten inexpugnables. Un equipo rocoso e intenso, no exento de técnica y que saca el mayor partido posible a las jugadas a balón parado. La endeblez defensiva les merma en ocasiones, especialmente contra defensas rápidas y en días en los que Laporte no ejerce de mariscal.

Enfrente, Rubi aun tiene que definir su estilo en el Levante. Las buenas maneras iniciales han desembocado en una suerte de improvisación irregular que ha traído más disgustos que alegrías. El técnico catalán no está sabiendo encontrar la tecla en casa, pero a domicilio el Levante se ha comportado dignamente puntuando en sus últimas dos salidas a Barcelona y Gijón. El penúltimo  partido del año pondrá a prueba de nuevo el carácter de un Levante inconsistente que encuentra en San Mamés el mejor escenario para lucirse. A dos días del sorteo de Navidad, no habría mejor premio posible que una victoria de tanto prestigio para recuperar la motivación tirada por tierra hasta el momento.

Convocatorias y posibles alineaciones

Athletic de Bilbao: Por determinar; Muniaín espera con ansia volver a una convocatoria, pero Valverde teme precipitarse tras tanta inactividad.

Levante UD: Rubén y Mariño (porteros); Iván López, Toño, Navarro, Pedro López, Feddal (defensas); Simao, Camarasa, Verza, Morales, Rubén García, Lerma, Xumetra, José Mari (centrocampistas); Roger, Deyverson, Ghilas (delanteros); Nikos, Trujillo y Casadesús (lesionados); Juanfran y Jesús Fernández (no convocados por decisión técnica).