La magia del tridente arrasó al Celta

Victoria clara del FC Barcelona ante el Celta de Vigo en un encuentro que nos dejó multitud de destellos futbolísticos. El 6 a 1 final mantiene las distancias entre el Barça y sus perseguidores, y propicia que el conjunto de Luis Enrique puede poner tierra de por medio con Atlético y Real Madrid si consigue vencer en El Molinón el próximo miércoles.

La magia del tridente arrasó al Celta
Foto: Alex Gallardo (VAVEL)
albertartasona
Por Albert Artasona

A pesar de lo que pueda aparentar el abultado marcador, lo cierto es que el FC Barcelona no lo tuvo fácil ante el Celta. La goleada final tiene su explicación en una magistral segunda parte de un Barça que rozó la perfección durante los segundo 45 minutos, pero que tuvo que emplearse a fondo para superar a un correoso conjunto de Berizzo.

Luis Enrique decidió dar entrada a Sergi Roberto en el centro del campo barcelonista. Después del plácido partido en Mestalla en el que tuvieron descanso gran parte de los jugadores titulares del equipo todo apuntaba hacia un once de gala del FC Barcelona, pero el técnico asturiano optó por el canterano culé en detrimento de Arda Turan e Ivan Rakitic.

Los primeros instantes de partido dibujaron a un Celta bien colocado sobre el campo, conocedor del peligro que supone dejar espacios atrás el conjunto de Berizzo juntó su defensa imposibilitando las internadas de Neymar y Messi. El Barça se sacudió la presión con el paso de los minutos, pero el dominio no se tradujo en ocasiones claras hasta pasado los primeros 20 minutos de partido.

Una vez más Messi

Los minutos transcurrían y el Celta había llegado a sentirse cómodo sobre el terreno de juego. Los de Berizzo no conseguían crear peligro sobre el marco de Bravo pero tampoco recibían continuas llegadas sobre su portería, una tranquilidad que los celestes lograron mantener hasta el minuto 27, instante en el que Leo Messi plantaba un balón en la frontal de área tras una falta de la zaga gallega.

Nueva exhibición de Messi a balón parado

Una vez más el argentino logró abrir la lata visitante con un magistral lanzamiento a balón parado. El golpeo fue de manual, la pelota describió una rosca perfecta que llevó el esférico hasta la mismísima escuadra de la portería celeste, la estirada de Sergio fue tan brillante como inútil, puesto que el balón acariciaba ya las mallas y el 1 a 0 subía al marcador.

Perdonar pasa factura

Hasta el minuto 38 todo seguía el guión habitual. El Barça tan solo mandaba en el luminoso por un tanto, pero las ocasiones habían sido para los de Luis Enrique. Además del gol, los azulgranas habían dispuesto de algunas ocasiones claras a pies de Neymar y Messi, pero perdonaron ambos jugadores cuando el Camp Nou celebraba ambas dianas. Pero los errores penalizan, y una vez más la frase dejó de ser un tópico para que el Celta lograra el empate.

Error de Alba y tablas en el marcador

En un claro error defensivo, Jordi Alba golpeó el tobillo de Guidetti dentro del área culé, mandando al delantero del conjunto gallego al césped y provocando un penalti absurdo que le costó al equipo barcelonista el 1 a 1. Fue el propio jugador sueco el encargado de batir a Bravo desde los once metros, ejecutando la pena máxima con un potente disparo que doblego la mano del guardameta chileno.

Los minutos que restaban para el descanso mostraron a un Barça ansioso por volver a lograr la ventaja en el marcador, asediando la portería visitante con más corazón que cabeza, algo que provocó varias llegadas al marco de Sergio sin que ninguna de ellas creara un peligro real que pudiera desnivelas el marcador.

Buen inicio de segundo tiempo

La charla de Luis Enrique en el descanso dio sus frutos al inicio de la segunda mitad. Con apenas dos minutos transcurridos Neymar dejó literalmente sentado a Hugo Mallo y cedió el balón en inmejorable posición a Luis Suárez, pero el uruguayo no mostró la efectividad que atesora y mandó el balón al palo cuando el Camp Nou cantaba el segundo.

La presencia azulgrana en el área visitante aumentó respecto al primer tiempo, el Celta reculó y entregó el control del partido a un Barça que rondaba su objetivo sin llegar a concretar ocasiones claras de gol. Iniesta y Neymar pudieron batir a Sergio, pero el portero celeste logró despejar el disparo del manchego y observó aliviado como el remate del brasileño se marchaba desviado a la izquierda de su marco.

La presión barcelonista fue a más, recuperando el balón con facilidad ante la salida del conjunto gallego, y finalmente las tentativas de la delantera sobre el marco visitante tuvieron premio en el minuto 58. Una asistencia magistral de Messi dejó a Luis Suárez solo ante Sergio, el uruguayo no perdonó esta vez y remató de primeras enviando el balón al fondo de la red para volver a poner en ventaja al Barça.

Sentenció el tridente

A falta de 15 minutos para el final y con un desenlace incierto, el tridente se encargo de matar el partido. El 2 a 1 no aseguraba los tres puntos, pero la aparición de la sociedad que forman los tres delanteros azulgranas desniveló la balanza del lado culé. Messi habilitó a Neymar ente Sergio, el brasileño regateó al portero celeste pisando el balón, y cedió el esférico para que Luis Suárez lo empujara a placer. El 3 a 1 dejaba el partido visto para sentencia, pero el espectáculo del tridente no había hecho más que empezar.

Un penalti inolvidable

Leo Messi inventó un nuevo regate, dejó sentado a Jony dentro del área del Celta y este le derribó, propiciando un penalti que otorgaba la posibilidad al argentino de anotar su gol número 300 en liga. Pero cuando el de Rosario estaba dispuesto a hacer historia sorprendió a todo el planeta sirviendo la pena máxima en corto para que Suárez empujara a placer el cuarto, emulando a Johan Cruyff en aquel penalti que lanzó con la camiseta del Ajax y que dio la vuelta al mundo.

Al Camp Nou ya no le quedaba nada por ver, o al menos eso creían, en los 10 minutos que restaban llegaron los goles de Rakitic, tras asistencia magistral de Suárez, y de Neymar, este último de una clase excepcional picando el balón sobre la salida de Sergio también tras asistencia milimétrica del urugayo.

El 6 a 1 es un resultado demasiado doloroso para los méritos del Celta, los gallegos realizaron una buena primera mitad en la que lograron marcharse al descanso con las tablas en el marcador, pero el segundo tiempo tuvo un claro color azulgrana. Las individualidades barcelonistas arrasaron a los hombres de Berizzo en los segundos 45 minutos, logrando que el Barça deleitara a su público con un extraordinaria segunda mitad y permitiendo que con esta victoria el partido del próximo miércoles en El Molinón pueda resultar una estocada a la Liga.