El partido del viernes en el Ciutat de València fue todo un calvario para Deyverson. El delantero del Levante se marchó con molestias en la rodilla tras haber jugado el primer tiempo. Por suerte para el conjunto granota, la resonancia magnética ha descartado una rotura en la zona afectada de su pierna izquierda.
Al no remitir dichas molestias, el jugador levantinista ha sido sometido a distintas pruebas médicas para conocer el alcance de la lesión que sufre Deyverson. Una de ellas ha sido una resonancia magnética, que ha corroborado que sufre una inflamación articular del paramenisco de su rodilla izquierda, nada que insinúe que peligra su participación en la siguiente jornada.
Tras conocer el diagnóstico de la lesión, el cuerpo médico del Levante ha dictaminado que el futbolista brasileño se someta a un tratamiento de recuperación en el día de hoy, lunes, y el martes. Si el proceso cumple sus plazos, el miércoles Deyverson podría participar en los entrenamientos junto al resto de sus compañeros con el fin de estar disponible el partido del próximo domingo para viajar al Madrigal a disputar uno de los derbis de la Comunidad Valenciana, contra el Villarreal.
Un mal día
Lo cierto es que los problemas de Deyverson frente al Getafe no acaban ahí. El brasileño se mostró muy activo y muy intenso en el encuentro del pasado viernes, pero su esfuerzo no se vio recompensado. Corría el minuto 45 de la primera mitad cuando Morales colgó un buen balón al punto de penalti, donde pretendía rematarlo Deyverson. Sin embargo, mientras que el brasileño seguía el balón con la mirada, Damián Suárez lo empujó por detrás y le derribó. El árbitro no señaló penalti, pero la jugada tendría consecuencias.
Un minuto más tarde, el colegiado señaló el final del primer tiempo y los jugadores pusieron rumbo hacia los vestuarios. Alguien se cruzó en el camino del jugador del Levante, era Vicente Guaita. El guardameta del Getafe no quiso perder la oportunidad de recriminarle la jugada que acababa de protagonizarse a escasos metros del jugador azulón. Por ese motivo, se encaró con Deyverson para recriminarle que había intentado simular penalti.
“No me toques las palmas que me conozco”, debió pensar el delantero brasileño del Levante. A pesar de su conocido historial en Orriols y de las múltiples charlas en las que Rubi le ha solicitado que calme su carácter y su intensidad para no recibir tantas cartulinas, Deyverson no se achicó. Ahí comenzó una discusión de escasos segundos en los que los dos jugadores, frente con frente, se recriminaban la jugada anterior. Guaita era el que ganaba el duelo de frentes y Deyverson exageró el empujón tirándose al suelo.
Por suerte para el colegiado González González, estaba muy cerca, por lo que pudo contemplar a la perfección el desarrollo de la disputa y saldó la acción con una cartulina amarilla a cada uno, otra más en el ‘expediente Deyverson’. Además, cuando llegó al vestuario con molestias en la rodilla y amonestado, sufrió una reacción alérgica que necesitó medicación inmediata para remitir sus efectos. Un día negro para Deyverson.