El runrún de Preferencia: el objetivo, más claro

Un empate no suele aclarar muchas cosas trascendentales, pero el que el Celta consiguió ante el Villarreal sí que dejó varias dudas resueltas: el equipo vigués es capaz de competir con cualquiera, de ponerlo contra las cuerdas y, por lo tanto, seguirá luchando en la parte alta; sin embargo, depende en demasía del estado de forma de sus estrellas y, cuando estas no aparecen, le cuesta ganar. Estos traspiés han hecho que la distancia con la Champions sea ya demasiada y, por lo tanto, un objetivo poco realista; la carrera final por la Europa League está en marcha y, en ella, el Celta tiene muchísimo que decir.

El runrún de Preferencia: el objetivo, más claro
El Celta sigue mirando hacia arriba, pero el empate ante el Villarreal lo aleja de la Champions (Foto: LFP)
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Por Miguel Gallego

Desde estas líneas se apuntaba tras la importante victoria de Getafe que el Celta está apoyando su rendimiento en la pegada de sus hombres importantes y en una progresiva mejoría defensiva. La visita del Villarreal, segundo equipo menos goleado y con evidente peligro arriba, ponía a prueba ambos factores. El resultado fue bueno a medias: el Celta sumó su segunda jornada consecutiva imbatido (aunque la benevolencia amarilla personificada en Bakambu ayudó bastante), pero se quedó sin marcar tras cinco partidos viendo puerta. Sin embargo, todo es matizable.

Toda la carne en el asador

Ya no es ninguna novedad que Berizzo despliegue todo su arsenal en ataque. Pero sí lo es que apostase ya de inicio por Nolito, a pesar de que el gaditano aún no está en su mejor forma, y del importante partido del Bernabéu que se presenta en el horizonte. También fue revelador que se decantase por el doble pivote más ambicioso, con Wass y Marcelo Díaz en el campo, y Radoja en el banquillo.

Berizzo nunca le ha tenido miedo a nada, y tampoco se iba a amilanar por más que el Villarreal llegase a Vigo en un estado de forma espectacular

El entrenador argentino nunca le ha tenido miedo a nada, y tampoco se iba a amilanar por más que el submarino llegase a Vigo en un estado de forma espectacular, que le ha permitido distanciarse en 11 puntos del cuadro vigués en los últimos meses, razón de más para intentar dar un golpe de autoridad que redujese la distancia con la Champions a ocho puntos. Precisamente, la única opción de hacerle daño a un conjunto que solo ha encajado 18 goles en toda la Liga es emplear todas sus armas ofensivas: Nolito, Orellana, Iago Aspas y Guidetti. Todo en el mismo universo, en el mismo campo. Un lujo.

Sin peligro

Claro que no solo de nombres vive un equipo. Y menos en un deporte como el fútbol. Si Nolito, con su olfato goleador, le dio los tres puntos al Celta en Getafe, contra el Villarreal no fue ese arma definitiva. No fue capaz de justificar la apuesta de Berizzo, a pesar de que este lo mantuvo 88 minutos en el terreno de juego buscando ese chispazo que dejase los puntos en Vigo. El gaditano sigue sin estar al 100% tras su interminable lesión, y la forma la recuperará a base de minutos. La segunda mejor defensa del campeonato no fue el sparring ideal, pero le permitió acumular horas de vuelo. Queda por saber cómo le afectará el esfuerzo con vistas al partido del Bernabéu.

También empieza a ser evidente el bajón de confianza de Orellana, afectado por su sanción de tres partidos. Desde su vuelta en Getafe ha seguido siendo el mismo, encarando, proponiendo, luchando... pero no le salen las cosas tan bien como antes. También tendrá ocasión de ir recuperando su mejor versión, de eso no cabe duda, porque nadie cuestiona su presencia en el once. Aspas, Guidetti o Wass no aportaron tampoco el peligro necesario para inquietar al Villarreal, pero eso, ante un peso pesado de la Liga, no debe ser preocupante, más allá de haber impedido que el equipo amarillo volviese a ser un rival directo de manera real.

Buenas noticias desde el área

El Celta consiguió encadenar dos partidos de Liga sin encajar gol por segunda vez esta temporada. Una vez más, hay que remontarse al mes de diciembre, con las victorias sobre el Espanyol y el Granada, para encontrar el precedente. No es habitual que este dato sea una gran noticia para un conjunto que lucha por las plazas europeas, pero tampoco es normal que, semana sí y semana también, o incluso cada tres días, se presente ante los rivales con cuatro delanteros en su alineación. Así que hay que valorar, y mucho, que los de Berizzo estén mejorando sus registros en defensa.

Eduardo Berizzo tendrá que hacer equilibrismos en defensa en el Santiago Bernabéu

Contra el Villarreal Sergio pudo haber encajado algún gol, pero el desacierto de Bakambu, la buena reacción defensiva a sus peligrosas transiciones, un papel ejemplar de Jonny, que personalizó el éxito de la zaga y también alguna intervención meritoria del gato de Catoira lo impidieron.

Desgraciadamente, la tarjeta amarilla que vio Cabral tras un rifirrafe con Bailly obligará a Berizzo a volver a hacer equilibrismos en defensa, y nada menos que en el Santiago Bernabéu. Con Sergi Gómez como único central disponible, y tras el buen partido ante el Villarreal, tendrá que ubicar en el centro de la defensa a uno de sus laterales, Jonny o Hugo Mallo, dando entrada a Planas o incluso a Wass, algo no esperado en la capital, pero que ya no sorprendería en el técnico argentino.

El tiempo ha puesto al Celta en su sitio

Llegado este punto, y tras el empate ante el Villarreal, el Celta aparece sexto en la clasificación, asentado en puesto de Europa League, superado por el Sevilla, que le saca dos puntos, y con uno de ventaja sobre el Athletic, séptimo. El Eibar ya queda a seis puntos de distancia del equipo vigués, encabezando un pelotón de equipos con aspiraciones remotas de darles caza a los de arriba. Así que, asumiendo que el Villarreal es casi un objetivo inalcanzable, a 11 puntos, la lucha final parece ser ante sevillanos, bilbaínos, y el resto de los candidatos.

Si no hubiese tenido que afrontar una sobrecarga de partidos de Liga y Copa, la plantilla del Celta podría tener ahora mismo un objetivo más ambicioso entre manos

Sin embargo, no se puede evitar hacer una pequeña reflexión de cómo podría haber sido la temporada si la participación copera del Celta hubiese sido más breve. Sin el lógico desgaste de pasar más de un mes disputando tres partidos semanales, y de exigencia creciente, es evidente que el rendimiento del equipo vigués, con una plantilla muy corta y asolado por las bajas durante gran parte de la temporada, podría haber sido mucho mejor. De hecho, solo hay que remontarse a la jornada 16, la ya famosa del triunfo en Granada antes del parón invernal, para encontrar cuarto al equipo vigués justo por delante del Villarreal. A partir de ahí comenzó el maratón copero y la peor racha de resultados de la temporada, con cinco derrotas en seis partidos. Fue entonces cuando el Celta se volcó en una Copa ilusionante, y perdió la estela de un 'Submarino' que goza de los recursos necesarios para afrontar dos competiciones, e incluso tres, con garantías.

Ahora no es momento de pensar que la decisión fue equivocada. De hecho, fue defendida desde estas líneas como el camino más corto para llegar a Europa y una oportunidad histórica de conseguir un título. Así que de nada vale lamentarse. Solo concluir que, si no hubiese tenido que afrontar esa sobrecarga de partidos, la plantilla del Celta podría tener ahora mismo un objetivo más ambicioso entre manos.