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Resumen temporada Girona FC 2015/16: De nuevo a las puertas

El Girona volvió a tocar la Primera División con la punta de los dedos, pero en esta ocasión fue Osasuna quien se llevó el premio gordo en la final del 'playoff'. El equipo fue claramente de menos a más y se infiltró en las eliminatorias de ascenso en el último instante tras un más que dubitativo inicio.

Resumen temporada Girona FC 2015/16: De nuevo a las puertas
Resumen temporada Girona 2015/16: De nuevo a las puertas | Fotomontaje: José Antonio Tenrero (VAVEL).

No pudo ser. Tampoco lo consiguió el Girona en el tercer 'playoff' de ascenso en las últimas cuatro temporadas. Los de Machín eliminaron al Córdoba en la primera de las dos eliminatorias con un global de 4-3, pero Osasuna fue demasiado rival y los rojillos volvieron a Primera por la puerta grande. La ventaja del dos a uno de Pamplona la ratificó Kenan Kodro con el único tanto en Montilivi. Girona volvió a llorar por otro ascenso frustrado pero el proyecto deportivo en la ciudad se mantiene intacto, con Pablo Machín y Quique Cárcel como pesos pesados y con contratos de larga duración.

El mérito de la temporada es, si cabe, más grande que el cosechado en la temporada anterior. Aquella campaña de los 82 puntos y del doble varapalo frente al Lugo y al Zaragoza. Si en la anterior se apostó una única carta al ascenso directo y llegar al 'playoff' fue más frustrante que motivante, el mal inicio de los gerundenses en la temporada actual hizo que llegar a la posibilidad de ascender en el último encuentro fuera no solo un gran reto, sino un premio mayúsculo, aunque al final no se consiguiera llegar a la máxima categoría del fútbol español.

Cambio de propietarios. La estabilidad llega al club

Tras la decepción sufrida en el tramo final de la temporada anterior, al ver cómo se escapaba el sueño del ascenso dramáticamente en tiempo de descuento ante el Lugo (que terminó con una sanción de 1.500 euros al club por el lanzamiento de un botellazo al linier y el cierre parcial de un sector de la gradería en un encuentro de la actual temporada) y posteriormente ser derrotados en la eliminatoria de ascenso ante el Zaragoza, el Girona empezaba a preparar la campaña 15/16 en un verano muy movido tanto en lo institucional como en lo deportivo.

Poco tardó el club en ofrecer los primeros movimientos. El primero y más destacado fue la compra por parte de la empresa TVSE Fútbol del 80% de las acciones del club. La empresa francesa, presidida por Samir Boudjemaa, depende de la sociedad TV SPORT EVENTS, encabezada por Jean-Louis Dutaret. Con una filosofía clara de profesionalizar las diferentes áreas de trabajo, la empresa tiene como objetivos no perder la identidad del club, construir un proyecto a largo plazo, aumentar las vías de ingreso, hacer crecer la masa social y, deportivamente, darle mucha importancia al fútbol base y potenciar un "estilo Girona", reconocible en todas sus categorías. En su estructura tiene un papel destacado Pere Guardiola (hermano del actual técnico del Manchester City) como consultor externo de la propiedad.

Tras la puesta en escena del nuevo grupo inversor, Patxi Otamendi (presidente desde el mes de marzo), dimitió de su cargo por voluntad propia. Su sucesor fue un viejo conocido para la afición, Delfí Geli, quien fue miembro de la primera plantilla durante cinco temporadas. Geli llegó con la intención de "hacer entre todos un club mejor". Seducido por el nuevo proyecto, el nuevo presidente dio mucha importancia a la estructura que se creará en todo el fútbol base, queriéndose involucrar desde el primer momento. No fue éste el único movimiento que se generó: Ignasi Mas-Bagà fue nombrado nuevo Director General del club sustituyendo a Javier Pequeño. Mas-Bagà llega tras haber estado vinculado, entre otros, a Media Sports Marketing (del Grupo Mediapro) y a la Liga de Fútbol Profesional, donde participó en el proyecto LFP World Challenge, como Director de Eventos Deportivos. Albert Mateos, por su parte, fue nombrado nuevo responsable del área social.

Dos nuevos patrocinadores se incorporaron al club durante este verano: CityLift Ascensors (como patrocinador principal, con un contrato de dos temporadas) y Pneumàtics Perelló (tras muchos años vinculados al club, este año han dado un paso más, con presencia en la camiseta de Ventaneumaticos.com, empresa vinculada al grupo gerundense).

A final de agosto se celebró la Junta General de Accionistas, aprobando un presupuesto de 4.327.000 euros, con un superávit de 304.000 euros. El nuevo Consejo de Administración ha sido presidido por Ignasi Mas Bagà (Director General del Club) y ha estado formado por: Salvador Capdevila (abogado, ex senador y ex decano del Colegio de Abogados de Girona), David Sánchez (abogado y representante de TV Sport Events), Joel Borràs (Media Base Digital) y Albert Mateos (Diplomado en Ciencias Económicas y Empresariales. Gestor de empresa. Ex directivo del Girona en dos gestoras y miembro fundador de la Asociación de Pequeños Accionistas). A fecha de 15 de agosto, el Girona había alcanzado los 4.646 abonados.

Pretemporada. Muchos movimientos con el bloque intacto

Deportivamente el equipo volvía al trabajo el 15 de julio, poco más de un mes después de haber terminado el curso anterior y, como cada temporada, el trabajo de la secretaría técnica (con Quique Cárcel a la cabeza) era fundamental para conseguir, en primer lugar, mantener a los pesos pesados en la plantilla y, posteriormente y con un presupuesto mínimo, ultimar los retoques para conseguir una plantilla lo más competitiva posible.

Cinco jugadores volvían a sus respectivos equipos tras terminar su cesión en el club: Ramalho (Athletic Club), Íñiguez (Villarreal), Cifuentes (Elche), Christian Alfonso (Espanyol) y Cristian Gómez (Espanyol). A ellos, se les sumaron tres jugadores más por finalización de contrato que el club tuvo claro que no debían continuar; Juanlu (Cartagena), David García y Gerard Bordas más el fichaje de Juncà (Eibar) por el Elche, aunque debido a su descenso, el jugador terminó en la máxima categoría del fútbol español.

Caso aparte, los casos de Jandro (Huracán) y de Palatsí, que terminaron abandonando el club, pese a la voluntad de ambos en permanecer en él. La falta de formas y transparencia en ambos casos (no se resolvieron hasta principios de agosto), enfadó mucho a la afición ya que se trataba de dos pesos pesados en la plantilla. El primero, por su larga trayectoria e importancia dentro del club; perdiendo protagonismo desde la llegada de Machín al banquillo. Palatsí, en cambio, pese a ser suplente de Becerra, tuvo una influencia muy positiva dentro del grupo, siendo una de las claves del buen ambiente dentro de la plantilla con un carácter excepcional pese a no disputar los minutos que él hubiera deseado.

A este grupo de jugadores se les unieron Sandaza (Tokyo), pieza clave de la última temporada siendo el máximo goleador del equipo, quién se vio tentado por la gran oferta económica recibida por el fútbol japonés, y Rovirola (Llagostera), quién abandonó el club tras no sentirse lo suficientemente valorado dentro de la entidad. Poco después sería el tercer portero, Andrés Díez (Hospitalet), quién dejaba el club al ver las pocas oportunidades de las que iba a disponer.

Buscaron otro destino Ramalho, Íñiguez, Cifuentes, Cristian Gómez, Christian Alfonso, Juanlu, David García, Bordas, Juncà, Jandro, Palatsí, Sandaza, Rovirola y Andrés Díez.

Un año más, Cárcel (hay que recordar que rechazó una oferta como secretario técnico de la UD Las Palmas en Primera División), se puso manos a la obra y los primeros refuerzos no tardaron en llegar pese a que la plantilla no se cerró hasta los últimos días de mercado. Tanto él como Machín (renovado hasta 2018) se vieron seducidos por los nuevos propietarios del club y quisieron formar parte del nuevo proyecto de la entidad. Pese a la buena temporada realizada y el interés de varios clubes sobre jugadores importantes, se logró mantener al bloque del equipo. Jugadores como Becerra, Granell (ambos en el once de la pasada liga), Lejeune (fichado por el Manchester City y cedido al club durante esta campaña), Richy (renovado por dos años más con opción a un tercero) y Mata, pese a estar tentados, decidieron seguir en el club.

Seguían de la pasada temporada Aday, Carles Mas, Sebas Coris, Pere Pons, Eloi Amagat y Felipe Sanchón. A estos, se les sumaron los fichajes de Rubén Alcaraz (Hospitalet), David Oliveros (Real Madrid), Kiko Olivas (Sabadell), Pol Llonch (Espanyol), Borja García (Córdoba) y Pedro Alcalá (Llagostera), mientras que se conseguían las cesiones de Marcelo (Juventus), Clerc (Espanyol), Jairo (Espanyol), Javi Álamo (Zaragoza, con obligación de compra al finalizar la temporada), Germán Parreño (Espanyol), Rubén Sobrino (Manchester City) y Nwakali (Manchester City). Albert Vivancos, cedido la pasada temporada al Hospitalet, completaba la plantilla firmando un contrato por tres temporadas con el primer equipo.

El Girona incorporó a Alcaraz, Oliveros, Kiko Olivas, Llonch, Borja, Alcalá, Marcelo, Clerc, Jairo, Álamo, Parreño, Sobrino y Nwakali.

No fueron estos los únicos movimientos del club ya que hay que destacar los fichajes, cesiones y renovaciones de algunos miembros de la primera plantilla y de jóvenes jugadores con quienes el club cuenta en un futuro próximo. Carles Mas, operado con éxito durante el verano de una lesión en el menisco de su rodilla derecha, vio prorrogado su contrato hasta 2017. Sebas Coris también renovó hasta 2018. David Bigas, quien jugó la mitad de la pasada temporada cedido en el Sant Andreu, fue cedido de nuevo, esta vez a l’Hospitalet tras disputar los dos primeros encuentros de pretemporada. El club también incorporó a Ayub El Harrak (cedido al Marbella), David Serrano (Martinenc) y Traoré (cedido al Olot), mientras que renovó contrato a Joel Arimany por cuatro temporadas y cedió a Eloi Zamorano al Granollers.

Tras una pretemporada atípica, con pocos partidos y jugadores que fueron incorporándose poco a poco a las órdenes de Pablo Machín, el Girona fue cogiendo el ritmo necesario de cara a empezar una nueva temporada (la octava, el equipo con más temporadas seguidas actualmente en la Liga Adelante). El stage de Peralada se completó con cuatro encuentros amistosos (el quinto, ante el Lleida fue suspendido y se disputó uno a puerta cerrada ante el Espanyol "B"). Dos victorias (Peralada, 1-3 y Espanyol, 3-0 en un bonito Trofeo Costa Brava que encumbró a Lejeune como MVP), un empate (Olot, 2-2, con posterior derrota en los lanzamientos de penaltis) y una derrota (Llagostera, 1-0), fueron el balance de los hombres de Machín antes de empezar la liga en San Mamés. La victoria ante el Bilbao Athletic por 0-1 (con gol de Jairo), confirmó las buenas sensaciones dejadas la pasada temporada. Una derrota ante el Numancia (2-3) en la segunda jornada, volvió a poner al equipo con los pies en el suelo.

Coqueteando con el descenso

Cualquier comparación con la temporada anterior era odiosa e, incluso, nociva. El Girona parecía no haberse recuperado del durísimo golpe sufrido al final de la temporada 2014/15, y por aquí pueden llegar a explicarse algunos de los problemas que sufrieron los de Machín al inicio del año. Para dar algún que otro dato, es alarmante que el primer partido ganado como local no llegara hasta el séptimo enfrentamiento de liga en Montilivi, frente a un Albacete que acabó descendiendo (3-0).

Otro número preocupante es que a final de 2015 el Girona se encontraba en 17ª posición, con 19 puntos. Solo una mejor diferencia de goles respecto a Mallorca y Albacete mantenía a los catalanes fuera del descenso. Un gol en el último suspiro de Kiko Olivas precisamente, en tierras baleares, impidió ver al cuadro gerundense teñido de color rojo durante las vacaciones de Navidad. Ya mucho antes, el Girona deambuló por las posiciones peligrosas de la tabla.

Y es que, como se ha dicho, el bagaje durante los tres-cuatro últimos meses de 2015 fue ciertamente pobre. Como local, solo pudo cosechar la victoria comentada, mientras que cuatro equipos (Huesca, Llagostera, Almería y Zaragoza) se llevaron un punto, ante los tres que firmaron Numancia, Lugo, Elche y Córdoba. El equipo combinó muchos ratos de un fútbol directo, veloz y vertical, al que acostumbró al aficionado la temporada anterior, con otras partes que recordaban a un equipo de regional. Sin embargo, y pese a dominar la amplia mayoría de los partidos, el desacierto ofensivo, la mala fortuna en determinados instantes o, quien sabe, por las meigas que dejó la desafortunada visita del Lugo en el último partido de liga del pasado año, el equipo se encontraba en la parte baja de la clasificación.

Como local, consiguió una sola victoria entre agosto y diciembre, ante el Albacete (3-0).

La prematura eliminación en Copa del Rey a manos del Gimnàstic en la tanda de penaltis, y en la Copa Catalunya ante el Barça B (1-0), hizo que el cuadro catalán se centrara en el campeonato doméstico, en el que, eso sí, como visitante presentaba unos números más aceptables. El ritmo de puntos a finales de 2015 era de 12 sobre 27 posibles (nueve salidas) y se asemejaba bastante al del curso anterior, en el que los de Machín consiguieron vencer en 13 estadios distintos. Una barbaridad. El Girona había conseguido los tres puntos previamente al parón navideño en Bilbao (0-1), Oviedo (1-2) y Pamplona (0-1), y sacó rédito mediante tres empates en las visitas a Leganés (2-2), Tenerife y Mallorca (ambos por 1-1). Solo Gimnàstic, Mirandés y Alavés (los tres por 1 a 0) pudieron derrotar a un equipo más sólido cuando jugaba lejos de Montilivi.

Machín tuvo problemas de todos los colores en estos primeros meses de competición. Tuvo que modificar su habitual 3-5-2 por varios sistemas. Probó el 3-4-1-2, el 4-4-2, el 4-3-3... Pero con ninguno daba con la tecla adecuada, señal inequívoca de que el equipo andaba tan perdido sobre el terreno de juego como lo estaba el técnico soriano fuera de él. Las condiciones extra-futbolísticas tampoco ayudaron a que el equipo cogiera la regularidad necesaria en la categoría de plata: dos de los principales fichajes, Sobrino y Borja García, tardaron en entrar en el equipo por sendas lesiones. También sufrieron en este aspecto Aday, Javi Álamo, Richy o Pere Pons. A lo que había que sumar la falta de concentración en las jugadas a balón parado, donde el equipo encajaba demasiado, o la poca facilidad en ver portería (Mata y Jairo eran los máximos anotadores, con cuatro dianas cada uno).

Movimientos para buscar la reacción

Con la llegada del 2016, el Girona hizo bueno el dicho de "año nuevo, vida nueva". Montilivi dejó de ser una atracción de ferias para los equipos que lo visitaban para convertirse en una muralla, en un fortín. El equipo recuperó la efectividad que no encontró en la segunda mitad de 2015 y empezó no solo a recuperar sensaciones en el campo, sino también posiciones en la tabla. Mejoraron los resultados, mejoró el juego, mejoró el ambiente. 

Hay que tener en cuenta aquí el trabajo del director deportivo, Quique Cárcel, en dos sentidos. El primero, porque mostró su plena confianza en Pablo Machín, quien estuvo en la cuerda floja durante algunos encuentros. El segundo, porque rastreó el mercado en busca de jugadores de ataque y de un lateral derecho. La falta de gol, uno de los problemas más evidentes durante el primer tramo de la temporada, se compensó con la llegada de dos delanteros nuevos para el equipo. Dejan Lekic y Cristian Herrera fueron los elegidos por director deportivo y entrenador para intentar una mejoría necesaria para aumentar el rendimiento del conjunto gerundense. El serbio, procedente del Atlético Kolkata indio, firmó hasta 2017, mientras que el grancanario lo hizo hasta 2018, asegurándose el club su continuidad más allá de la temporada que ahora ha terminado.

Además, el ex director deportivo del Hospitalet también consiguió la cesión de Pablo Maffeo, procedente del Manchester City. El joven de 18 años llegó al equipo por la evidente falta de recursos en el lateral derecho, al no contar Pablo Machín con un jugador específico para esa posición cuando modificaba su sistema habitual para pasar a defensa de cuatro; recurso muy utilizado durante el primer tramo de competición y que, curiosamente, tras la llegada del catalán se dejó de utilizar.

El Girona incorporó a Dejan Lekic (Atlético Kolkata), Cristian Herrera (Almería) y Maffeo (Manchester City) en el mercado invernal.

En el capítulo de bajas, el club rescindió el contrato a David Bigas (quien estaba cedido al Hospitalet y terminó fichando por el Olot), Ferrón (actualmente en el Peralada), cedió a Albert Vivancos al Hércules y al joven David Serrano al Badalona (ambos en Segunda División B), canceló la cesión de Ayub El Harrak al Marbella para que el jugador terminara la temporada en el Guijuelo y rompió el acuerdo de cesión de Nwakali para que el jugador terminase en el IK Start de Noruega. El nigeriano no llegó a tener la oportunidad de darse a conocer y su llegada al club tras las vacaciones de Navidad en pleno mes de febrero tampoco ayudó a ello.

El proyecto de futuro del club desde la llegada del accionista mayoritario (TVSE Fútbol), también dio muestras de su solidez con las recientes renovaciones de Aday, Granell y Pere Pons hasta 2018, que se unen a la de Quique Cárcel como máximo responsable del área deportiva hasta 2019 con el fin de consolidar una idea de club. Para equilibrar los números, a principio de enero, en la Junta General, se presentó el préstamo de 3,8 millones de euros, con un resultado final de 765.816 euros del pasado ejercicio; aumentando el nivel de ingresos de los 193.918 euros de la temporada pasada a los 485.400 en ésta. El nombre de socios también ha aumentado: de los 4.722 del curso anterior a los 5.213 actuales (9,3%); los cuales repercuten en un ingreso de hasta un 47% más que el año pasado (592.187 euros). Estabilizados los pagos y presentados los distintos acuerdos con diversas empresas (los más llamativos con Estrella Damm y CaixaBanc), toca centrarse en el rendimiento deportivo del primer equipo.

Resurrección y mejoría

Inmejorable inicio de 2016 tras el irregular principio de temporada que consolidaba al equipo con la posibilidad real de aspirar a repetir el 'play-off' del curso pasado. La mejor gestión de la plantilla (Machín, a diferencia de la pasada temporada, ha utilizado a más jugadores con el consiguiente aumento de rendimiento que eso supone para el equipo), el buen rendimiento de las nuevas incorporaciones, la consolidación de una de las mejores defensas de la categoría y el cambio de tendencia en forma de fortuna respecto a los detalles que hacían perder puntos en la primera vuelta y en la segunda los hacían ganar, fueron algunas de las claves de la gran mejoría del equipo. 

Incluso el rendimiento en Montilivi cambió radicalmente tras un final de 2015 desastroso. Las victorias ante Valladolid (1-0), Ponferradina (4-0), Bilbao Athletic (2-1) y Mirandés (2-0), unidos a los empates ante Gimnàstic, Oviedo y Leganés (1-1 en los tres casos), dieron una clara mejoría. Además, el buen rendimiento lejos de Montilivi, donde el Girona ganó ante Huesca y Llagostera (ambos por 0-1) y en Zaragoza (0-3), empató ante Numancia (1-1) y perdió ante Alcorcón y Almería (1-0, sin ser inferior al rival), hacía que los de Montilivi fueran el segundo mejor equipo de la segunda vuelta, solo superados por la creciente tendencia del líder y, a la postre, equipo de Primera División, el Leganés.

Tercer 'playoff' en cuatro años

La tendencia con la que llegaba el equipo de Pablo Machín al tramo final de la temporada era claramente ascendente. El mes de abril empezó ante el mismo rival con el que, dos meses después, terminó el campeonato. Girona y Osasuna empataron a cero para, una semana más tarde, volver a sumar un único punto en el desplazamiento a Lugo. Montilivi fue objeto de una sangría de puntos en la primera parte del año que el equipo pudo recomponer para alcanzar un total de 13 partidos sin conocer la derrota. Las victorias por la mínima frente a Alavés, Tenerife, Mallorca (el equipo, por primera vez, se situaba en posición de “play-off”) y Alcorcón situaban al conjunto gerundense dependiendo de su resultado ante la dramática visita a El Toralín de la última jornada. Cuatro victorias sufridas y sin encajar goles, que confirmaron el Trofeo Zamora para Isaac Becerra, tras una temporada para enmarcar en la cual únicamente encajó 28 goles en los 42 partidos disputados.

Isaac Becerra consiguió el Trofeo Zamora tras encajar 28 tantos en 42 partidos.

Fuera de Montilivi el equipo siguió obteniendo buenos resultados, tal y como había hecho a lo largo de toda la temporada. Y eso que tuvo que pasar por alguna situación crítica en forma de bajas en su parcela defensiva. A la desgraciada rotura de ligamentos de Carles Mas, que le mantendrá inactivo entre seis y ocho meses, se unía la ruptura de la cesión de Marcelo Djalo, que terminaría ascendiendo a la Liga Adelante con el UCAM Murcia. Pablo Machín se quedaba únicamente con cuatro piezas para tres posiciones y todo el mundo se puso las manos a la cabeza cuando, en los primeros minutos del encuentro en Valladolid, Lejeune sufría (según el parte médico del club) una distensión leve del cruzado anterior con esguince y microrrotura del ligamento interno y edema. Milagrosamente el central francés se recuperó en tres días y la situación no pasó a males mayores. Una contundente victoria en Albacete (0-3), los empates en Elche (1-1) y Valladolid (0-0) y la derrota en Córdoba (1-0), se unieron a la victoria 'in extremis' en Ponferrada, donde un gol de Cristian Herrera en los últimos minutos clasificaba al conjunto gerundense (y a Osasuna, qué cosas tiene el destino…) para los 'playoff' y descendía de categoría a los locales.

La temporada terminaba con el Girona como cuarto clasificado, con 66 puntos, con un balance global de 17 victorias, 15 empates y 10 derrotas en 42 jornadas (46 goles a favor; 28 en contra). Como local, el conjunto gerundense fue el undécimo de la categoría con nueve victorias, ocho empates y cuatro derrotas en 21 encuentros (26 goles a favor; 14 en contra). Y, actuando lejos de Montilivi, el conjunto de Machín ofreció su mejor versión: tercer clasificado con ocho victorias, siete empates y seis derrotas en 21 encuentros (20 goles a favor; 14 en contra). Esa situación deparaba un cruce con el Córdoba (único conjunto capaz de ganar los dos duelos ligueros al Girona) en las semifinales del 'playoff'. Tercera oportunidad en cuatro años.

Institucionalmente, el club dio a conocer dos noticias importantes en este tramo final. En primer lugar, la renovación de Sergi Álamo, jugador en edad juvenil y que realizará la pretemporada con el primer equipo, por tres temporadas. En segundo lugar, convocó una Junta General de Accionistas para el próximo 11 de julio, en la que se anunciará un incremento del capital por un total de 3.800.000 euros y se anunciarán las posibles altas y bajas del Consejo.

En clave de eliminatorias de ascenso, la semifinal frente al Córdoba fue vibrante. Tras un lamentable inicio en El Arcángel (el equipo perdía 2-0 en el minuto doce), el gol de Cristian Herrera dejaba al equipo muy vivo. Pese a ello, en el partido de vuelta, el conjunto cordobés logró adelantarse en el marcador y sembrar el pánico en Montilivi. Los goles de Borja y Aday llevaron la eliminatoria a la prórroga donde el mismo Cristian Herrera sentenció para acceder a una final donde el conjunto gerundense se vería las caras con Osasuna.

El Girona consiguió eliminar al Córdoba en semifinales, pero se topó con un Osasuna que venció los cuatro partidos de 'playoff'.

El final es bien conocido. Un gol de Kiko Olivas en El Sadar dejaba la eliminatoria en el aire pese a perder 2-1. Un único gol o repetir el mismo resultado de la ida ascendía, por primera vez en su historia, al Girona a la máxima categoría. Pero la ansiedad y la mala fortuna volvieron a aparecer en el día de la verdad. Un gol de Kenan Kodro al inicio de la segunda mitad hizo imposible el sueño al que aspira toda la ciudad desde hace un tiempo, aunque eso sí, sin un destino tan cruel como el de la temporada pasada frente al Lugo e incluso ante el Real Zaragoza.

El proyecto deportivo es una realidad desde la llegada de los nuevos inversores el pasado verano. Estabilizados contractualmente el técnico (Pablo Machín) y el director deportivo (Quique Cárcel) y con un contrato largo para la mayoría de pesos pesados de la plantilla, el conjunto gerundense volverá el mes que viene a preparar la temporada 2016/17, la novena consecutiva como conjunto de la Liga Adelante. Tras dos años consecutivos para enmarcar y un verano que se intuye movido en cuanto a altas y bajas, el Girona ha llegado a un punto más que ilusionante para el aficionado, que sueña con el ascenso desde hace varias temporadas.

En el momento de escribir estas líneas, el club gerundense ha confirmado las incorporaciones de Portu, procedente del Albacete, y la vuelta de Ramalho, que ya jugó cedido durante dos años (2013 a 2015), hasta 2019. Además de los cedidos, de los que el club presidido por Delfí Geli quiere recuperar a Clerc y Sobrino, como mínimo, han dicho adiós a la disciplina el portero Becerra, que ha marchado rumbo a Valladolid, y el delantero Jaime Mata, que no ha confirmado su nuevo destino.