Partido de emociones encontradas, de sobresaltos, noche donde ambos equipos han fallado grandes oportunidades y en la que ambos se llevan un punto que bien pudieron ser tres para uno, y cero para el otro. La igualdad estuvo a punto de romperse en numerosas ocasiones, y fue el conjunto local el que más se esforzó para que eso ocurriera.

Planteamiento defensivo del Alcorcón

Álvaro Cervera advirtió que sería un duelo complicado, pues sabía que los alfareros colocarían una defensa de cinco hombres. Entre ellos, tres centrales que no dejaron respirar al debutante en liga Dani Romera, que se vio pequeño ante la gran envergadura de estos. Para contrarrestar dicha circunstancia, el técnico cadista optó de nuevo por alinear a Salvi, Álvaro y Aitor García, jugadores con velocidad que supieran buscar los espacios entre tantos defensores.

Primeros acercamientos de los rivales y reacción posterior del Cádiz

Nada más empezar, un fallo en la entrega de balón provocó que Álvaro se metiera por la banda con la pelota en su poder, pero el chut del utrerano se marchó a la grada. Parecía que el Cádiz empezaría el partido atosigando a los rivales a base ocasiones, sin embargo, las primeras situaciones de peligro llegaron en la portería defendida por Cifuentes.  A los veinte minutos de juego, Brian Oliván sacó bajo palos un disparo de Borja Domínguez, que remató tras una buena acción de Nono. La defensa amarilla era abroncada por el míster desde la banda, quien pedía una mayor intensidad y contundencia en las jugadas en contra.

Dos minutos más tarde, llegaría la reacción por parte del conjunto gaditano, cuando Dani Romera bajaba la bola y disparaba a la media vuelta dentro del área, desviándola el guardameta, tocando el palo y deteniéndola finalmente. Tras ello, un mal saque de puerta del portero fue interceptado por Garrido, que cedió a Álvaro García. Este logró hacer una buena pared con Dani Romera y se plantó delante de la portería, pero su lanzamiento se estrellaba en la madera.

Casto y el palo, pararon las acometidas cadistas

No tenía suerte el Cádiz, que conseguía despertar del letargo en el que había caído en el primer cuarto de partido, debido a las largas posesiones del Alcorcón. La última oportunidad cayó de nuevo del bando cadista, que esta vez se internaba en el minuto 44 por banda derecha, dándole el esférico Salvi a Álvaro, que remataba al primer toque. Casto se erigía en héroe, al detener la pelota a contrapié.

Descanso que agradecieron los alfareros

El descanso sirvió para que Julio Álvarez pidiera cabeza a sus jugadores, que empezaban a ver como los contrarios llegaban con mucha claridad. Por la otra parte, Álvaro Cervera indicó a los suyos que siguieran como acabaron la primera mitad, robando el cuero, abriendo a banda y centrando al área.

Al reanudarse el partido, el Alcorcón disponía de una gran ocasión que Álvaro Giménez desperdiciaba al mandar el balón fuera, pegado al poste. Este sería el único acercamiento en los segundos cuarenta y cinco minutos del equipo vestido esta noche de negro.

El estadio fue testigo del tremendo sacrificio del equipo amarillo

Las ocasiones del Cádiz, que por momentos encerraba al cuadro visitante en el área, eran continuas aunque estériles. En el 74 Salvi lanzaba un caño espectacular al rival, pero su centro se paseó por la línea de gol sin encontrar rematador. La grada, que alentaba y animaba sin parar, no podía creer que el esfuerzo llevado a cabo por sus jugadores no tuviera recompensa.

El empate no consigue romperse

Cervera decidió entonces dar entrada en el minuto 77 a Álex Fernández, para tener algo más la posesión y buscar el hueco preciso. Por aquel entonces Velázquez había efectuado ya las tres posibles sustituciones, buscando desesperadamente parar las constantes acometidas.

Aún así, la última ocasión llegaría, y fue Dani Romera que con un buen control con el pecho tras saque de banda, realizaba un tiro sin apenas espacio ni ángulo que Casto desvió a córner.

Un punto para seguir en la pelea

Al final, reparto de puntos en el Ramón de Carranza, que aplaudió a su “banda” (como cariñosamente la plantilla se denomina dentro del vestuario) por el brío y afán demostrado en la noche de hoy. Un punto que hace sumar cuatro de los seis posibles hasta el momento, balance positivo con una plantilla reúne varias piezas importantes en la enfermería.