La estrella del Real Madrid tiene nombre y apellidos: Cristiano Ronaldo. El portugués se encuentra en su novena temporada en el conjunto de la capital española. No obstante, en lo que ha acontecido de temporada, el portugués está generando dudas.

Una parte de los seguidores del fútbol no han dudado en cuestionarle, no por su entrega y trabajo, sino por su falta de acierto de cara a portería. Los números no mienten y es que el ‘7’ del Real Madrid tan solo ha anotado dos dianas en el campeonato liguero, lo que hace que sus registros se encuentren muy por debajo de otras temporadas a estas alturas de Liga. En Champions, sin embargo, el delantero parece tener otro color y su puntería se encuentra en perfecto estado. Prueba de ello es el récord que obtuvo el pasado miércoles tras conseguir marcar en los seis partidos de la fase de grupos de la Champions League de la presente campaña.

Cristiano acaba de volver de París con un nuevo trofeo del Balón de Oro, pero es momento de pararse a pensar y preguntarse: ¿es el principio del fin del luso?

Lo de Cristiano Ronaldo solo es una mala racha (Pilar López Arreaza - @mapiwinki)

Muchos pueden pensar que la carrera futbolística de Cristiano Ronaldo está llegando a su fin: nada más lejos de la realidad. El crack luso es el primer jugador de la historia que marca en los seis partidos de una fase de grupos de la Champions League.

Bien es cierto que no está viviendo uno de sus mejores momentos en la Liga, que solo ha marcado dos goles en diez partidos, que su sanción al principio de la campaña sin duda le pasó factura, que se frustra cuando no anota y que a veces se puede dejar llevar por la famosa ansiedad. Pero Cristiano no está acabado, Cristiano renacerá, callará bocas y demostrará lo que es, el máximo goleador histórico de la Champions y el ganador del Balón de Oro 2017. El futbolista portugués ha firmado 18 tantos en 12 partidos europeos y 17 dianas en 28 de la competición doméstica.

Hablar de Champions significa hablar de Cristiano Ronaldo, y así lo ha demostrado ante el Borussia al convertirse en el primer futbolista en la historia que marca en todos y en cada uno de los seis partidos de la fase de grupos.

Dos goles en la ida frente al Apoel, otros dos en la vuelta, uno ante el Tottenham en casa, otro en Londres, dos en Dortmund, otro en el Bernabéu… Que a nadie le quepa duda de que Cristiano es un animal insaciable, que récord que existe, récord que bate y que está dispuesto a devorarse a sus adversarios, a los malos comentarios, a la dichosa racha y hasta a la maldita ansiedad. Y lo tiene cerca, muy cerca. Está a solo dos tantos de los 11 que firmó en la temporada 2014/15, y si las cosas se ponen feas, le da igual, Cristiano es un luchador nato. No tiene límite, no tiene fin. Sus 113 dianas tienen que servirle de algo, como desahogo por lo sucedido, como motivación para lo que viene.

En 2016 marcó 31 goles en 30 partidos en liga, en 2017 marcó 37 dianas en 28 encuentros y en 2014 fueron 38 tantos los anotados en 28 duelos. Pero hay más, desde el inicio de 2017, Cristiano ha marcado nada más y nada menos que 18 goles en los 12 encuentros que ha disputado. Gol y medio por partido y vencedor en París. Ya desde la primera vez que alzó este trofeo, allá por 2008 con la camiseta del Manchester United, Cristiano solo ha estado ausente del podio en una ocasión, ha sido cuatro veces segundo y este jueves se ha llevado el quinto de su carrera, igualando así a Leo Messi, que ahora mismo tiene el récord en esta categoría. Y ya sabemos todos lo que hace el Bicho con los récords…

Después de ver puerta en los cinco primeros partidos de la fase de grupos, Cristiano había igualado a Del Piero (1995) y Rebrov (1997), pero nadie hasta ahora había anotado un gol en todas las jornadas. Hasta que llegó él. Doce minutos fueron necesarios para que Cristiano, habiendo encajado ya el gol de Mayoral, batiera a Burki y dejara en la cuneta a todos sus competidores. Eso queridos lectores se llama cerrar bocas.

Cristiano, tu final se acerca, aunque te duela (Iván Sevilla - @ivansevilla2)

Todo acaba. El fin siempre llega, más tarde o más temprano y para tristeza de muchos. También para el propio protagonista, que abandona lo que más le apasiona. Atrás deja unos números que permanecerán en los registros del maravilloso deporte que tantas alegrías le ha dado. Si eres Cristiano Ronaldo, hay que elevar al máximo exponente esas cifras y más que de estadísticas, hablar de récords. El último en Champions: primer futbolista de la historia de la UEFA que ha anotado en todas las jornadas de la misma fase de grupos. 

Por el momento, la competición europea le está reservando un año extra de cortesía en la élite futbolística, por ser él. Pero la realidad es que la campaña 2017/18 puede ser la última del portugués como se le ha conocido, a un nivel de clase mundial. Sus números y sensaciones en el torneo de la regularidad, LaLiga, son la prueba suficiente para justificar el fin de una era: la de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid.

Un Balón de Oro como broche final

Muchos quisieran acabar así la carrera deportiva. Otros grandes que hicieron méritos para levantar el premio dorado no lo recibieron, como el madridista Raúl González. El crack portugués ha sumado su quinto reconocimiento individual como mejor de este año, que acaba. Igual que su carrera. Aunque él desea seguir rindiendo a un nivel excepcional y de ahí también que cuide en todos los aspectos su cuerpo, con intención de aguantar más temporadas en el top.

La historia se repite

Pero lo dicho, cuando se cumple una edad (32 tiene él) y se alcanza un límite, poco a poco va decayendo la capacidad de repetir los éxitos de antaño. En ese sentido, Ronaldo no será menos que aquellos fenómenos de este deporte, como fueron Pelé o Maradona. La historia se repite. 

Si se compara con su principal contrincante en la lucha por ser el mejor del planeta, Lionel Messi, los tiros siguen dirigiéndose al mismo objetivo. Cierto es que en esta campaña el argentino está espectacular en liga, con goles que han significado victorias. En contra, apenas ha demostrado en Champions. No está siendo tan amable, lo agradecerá Cris. Eso -junto a los encuentros donde ha estado ausente, con lentitud y poco decisivo- es señal de que su final también se aproxima.

Ya no es determinante

Cristiano no es un extraterrestre, aunque a veces se le haya calificado como tal. Tampoco un robot con obsolescencia programada para la eternidad, como la bombilla que sigue encendida desde 1901. En el terreno de juego ya se le nota al Bicho una inferioridad de las que no se recuerdan, tratándose de él. Desde que aterrizó en Madrid, cada temporada se ha superado. 

Ahora su ambición y actitud no se traducen en goles, asistencias y en general, grandes partidos. Deambula por el césped con ganas e intensidad pero sin precisión, acierto en la toma de decisiones o regularidad. Solo dos tantos en diez jornadas ligueras dicen mucho. Sus faltas directas no tienen ya casi peligro, pues la mayoría que lanza van fuera o a la barrera. Los regates que intenta no le salen y pierde más balones. En definitiva, ha dejado de ser ese jugador clave que remontaba duelos complicados. 

Ese protagonismo lo tienen otros ahora, como Isco o Asensio. Cristiano, tu final se acerca. Es momento de dejar paso a los futuros talentos madridistas. Se merecen un hueco en un Real Madrid que deberá renovarse… o morir. Eso sí, tu legado ya es patrimonio futbolístico en todo el mundo.