El Atleti sigue invicto.  Victoria de oro en el Benito Villamarín con un solitario gol de Saúl. El Betis tuvo más balón, tuvo el peso del partido en cuanto a dominio y responsabilidad ofensiva, pero el equipo rojiblanco usó sus armas de siempre y encontró el confort en el repliegue para no dejar entrar a un Betis predispuesto a atacar. El Atleti acabó con seis defensas naturales para aguantar las envestidas verdiblancas.

Un paso adelante, dos atrás

El gol coincidió con el posicionamiento de Correa más centrado, pero con ventaja Simeone comenzó su repliegue hasta acumular seis defensas naturales e instalarse en área propia

El partido comenzó como acabó. El equipo de Setién asumió el balón y la dirección del partido. Desde el comienzo el Betis trianguló y quiso llevar el balón controlado a portería rival para dañar a un Atleti que comenzó con cinco en la línea intermedia, dejando así a Gameiro como única pieza ofensiva., ya que Correa arrancaría desde banda para tapar la zona ancha y zona de creación.

El repliegue fue desde comienzo, si bien es cierto que Thomas y Saúl, como volantes, intentaban presionar en alguna salida de balón sin ninguna consecuencia, ya que el Betis acumulaba mucha gente en la zona de acción para su juego de posición. Sería entonces, entorno al ecuador de primera parte, cuando Simeone varió el esquema para volver a su 1-4-4-2 natural que duró, regularmente, bastante poco.

El gol de Saúl llegó sin que el nuevo dibujo se instaurara casi siquiera. Llegó tras un buen centro desde la banda, de Vrsaljko, demostrando la importancia de las internadas laterales para el Atleti (no sería la única). Atacando en número, y por banda, el equipo rojiblanco acumula llegadores de garantías y sube la probabilidad de gol. De hecho fue su mejor arma en un partido con pocas ocasiones.

Sería tras la ventaja y el descanso cuando Simeone, tras dar un mini paso adelante, daría dos atrás. Optaría por Giménez en el lugar de Correa y eso supuso un cambio definitivo y de intenciones. El Atleti estaba robando bien, sobre todo en el lado de Koke y Saúl, pero la necesidad, el crecimiento y el impulso hipotético de los de Setién, hizo hacer replegar definitivamente al Atleti y restructurar al equipo.

Formaría con cinco atrás en situaciones defensivas, con tres centrales, Gabi y Saúl delante, Thomas y Koke como volantes para la presión y un delantero. En ataque Giménez haría de lateral diestro, siendo Vrsaljko el interior aprovechando su profundidad. En el descuento pondría más cemento Simeone con Lucas pero sería un cambio anecdótico. El Betis atacó sobre área la recta final sin opción de entrar con claridad.

Desperdicio Correa sin Griezmann

Si algo pedía, atraía, esperanzaba o llamaba la atención del partido ante el Betis, era la ausencia de Griezmann. Irónicamente, la baja del francés, dejaba una “atractiva” noticia para el Atleti y era ver por fin a Correa con las riendas del ataque. La corona de Antoine en la cabellera del talentoso argentino.  Los dos jugadores comparten gustos en el  hábitat, pero es el 7 el que ocupa ese “trono” por detrás del punta. Ante los verdiblancos, sin Griezmann, se esperaba a Correa asumiendo esos balones, trasladando el ataque y que se viera al mejor argentino con su gran juego entre líneas. Pero todo ese gozo cayó en un pozo.

Simeone negó ese esperado regalo. El técnico comenzó el partido con cinco en segunda línea, por lo tanto al 11 rojiblanco tuvo que enrolarse en el extremo derecho para tapar la banda y acabar la línea de cinco intermedia. Fue entorno al único tanto del partido cuando Simeone varió al 1-4-4-2 dejando a Correa en ese idóneo lugar. Un espejismo ya que ese esquema duró poco y porque en lo que duró, debido a un mandato o debido a la inercia del resto del partido, Correa prácticamente  se enroló junto a Saúl de volante y asumió más de presionante en la salida del Betis que otra cosa. Para otro día será.

Hasta la entrada de Giménez
Hasta la entrada de Giménez
Desde la salida de Giménez, en Defensa (izq) y en Ataque (der)
Desde la salida de Giménez, en Defensa (izq) y en Ataque (der)