El año 2017 será difícil de olvidar para el aficionado canario, pero no por el trabajo bien hecho. Ha sido complicado a nivel futbolístico, dirección deportiva... nada ha salido bien y desde la hinchada amarilla se ha hecho saber el latente descontento.
Un año para olvidar
Todo comenzó de la mejor manera para la UD Las Palmas, Quique Setién hacía vibrar a un colectivo que adoraba ver jugar a su equipo, los documentales en cadenas internacionales se sucedían, mientras el descenso se observaba cada vez más lejos y los puestos europeos ya no eran una quimera.
Pero algo cambió de la noche a la mañana. El entrenador cántabro anunciaba en rueda de prensa que no seguiría al frente de la escuadra canaria, y desde ese justo momento empezó la debacle. Derrota tras derrota se sucedían en LaLiga, hasta tal punto que aquel equipo que enamoraba ya solo radiaba agonía. Llegando a las últimas jornadas sin jugarse nada, pero habiendo firmado una segunda vuelta que lo dejaría colista en cuanto a estadísticas; la temporada 17/18 se esperaba como agua de mayo para el comienzo de un nuevo proyecto.
Rondaba julio del presente año, Roberto De Zerbi se vislumbraba como nuevo técnico amarillo, a falta de confirmación oficial, pero un pleito con su ex equipo hizo que a última hora se diese lugar a la improvisación. Manolo Márquez era el elegido, tras su ascenso con "la vela chica" se hizo cargo del primer equipo. Con un bagaje de dos victorias y cuatro derrotas, pondría punto y final a su etapa. El siguiente en pasar sería Pako Ayestarán, con su ya conocida histórica mala racha, que dejaría paso a Paquito, en lo que catalogamos un paso de transición hasta llegar a Paco Jémez, sin olvidar el culebrón Almirón.
En el tema deportivo, se puede catalogar como el peor año de la historia de la UD Las Palmas, nunca antes se habían cosechado tantas derrotas en un año natural. Sumado a las bajas que dolieron en la afición como la de Roque Mesa o la de Kevin Prince Boateng, a última hora, han calado duramente en una afición que despide este 2017, dolidos, pero con una seña de identidad que vuelve a resurgir, que es el amor incondicional a unos colores. Encima, se ha sido noticias por temas extradeportivos (bandera española vs FC Barcelona, culebrón Vitolo...), todo lo que ha podido salir mal, ha salido mal. Pero si algo tiene de gran valor este conjunto, es su afición y por redes sociales ya está circulando el hashtag #YoCreo, para reventar en el 2018 las posibilidades de permanencia de su equipo.
Uno por uno: así ha sido el 2017 para la UD Las Palmas