El defensa del Atlético de Madrid, Lucas Hernández, internacional con las categorías inferiores de Francia, reconoció el pasado 3 de marzo a RTVE que se sentía español, que España se lo había dado todo y que si Lopetegui le llamaba acudiría.
Desde esas palabras han pasado 10 días. Didier Deschamps le ha convocado con el país galo para los próximos amistosos y Lucas lo ha aceptado con mucho orgullo. Algo que da a entender que, finalmente no quiere vestir la camiseta de la selección nacional.
Al parecer, dos serían los motivos que le han llevado a tomar esta decisión.
1. El seleccionador francés le ha confirmado que cuenta con él en el Mundial. Esta promesa mundialista también estaba en las conversaciones entre Lucas y la selección española, pero no contaba con esa rotundidad que le ha dado Deschamps, al no tener aún el pasaporte español.
2. Esa no tenencia del pasaporte español y por consiguiente el retraso de la nacionalidad española se debe a una causa judicial que tiene pendiente. El proceso de su papeleo está empantanado. Principalmente, por la petición el pasado 24 de enero por parte del fiscal de un año de cárcel para el marsellés por quebrantar la condena que le impedía acercarse a su pareja, a pesar de la cual se fue con ella de luna de miel. Ambos fueron interceptados en la T4 al regresar juntos de Miami, pese a la prohibición que les impuso el juez.
Los plazos se han ido alargando, y aunque se confiaba que llegara antes del Mundial, la apuesta de España por Lucas Hernández era más para un futuro que para un presente, siendo la mejor opción al adiós de Gerard Piqué.
Sin embargo, el movimiento de Deschamps, alentado por Griezmann, garantiza a Lucas estar en Rusia, que era su obsesión. El debutar en un amistoso, no le compremte a nada, pero el lateral ya ha dado un paso que puede ser definitivo.