Hay muchas coincidencias entre el Rayo Majadahonda y el Atlético de Madrid B. Comparten la casa, unas instalaciones y un terreno de juego cuyas condiciones los están poniendo en un brete muy serio. Tienen en común el mismo municipio, al margen que para unos es su lugar de residencia como profesionales y para otros es la sede académica donde se desarrollan las perlas del futuro colchonero. Cooperan juntos a través de un marco de colaboración, al mismo tiempo que hay futbolistas que han vestido ambas camisetas durante sus trayectorias deportivas. Pese a todo, el domingo hay en juego un derbi majariego con tres valiosos puntos en los que no existen los amigos durante 90 minutos.

El Rayo que quiere soñar

Pese a clasificarse para disputar los playoffs de ascenso a Segunda División en el último curso, las cuentas del Rayo Majadahonda a principio de temporada pasaban exclusivamente por garantizar matemáticamente cuanto antes y de cualquier manera la cifra de puntos que le otorgaría el año que viene la posibilidad de confirmar su presencia en la categoría de bronce del fútbol español. A falta de ocho jornadas para la conclusión, presumen con derecho de ser colíderes del Grupo I, con los mismos puntos que el efervescente CF Fuenlabrada, y sueñan con rematar lo que el año pasado finalmente no logró.

Un caramelo que el club majariego no quiere dejar pasar. Y mucho menos atendiendo a su historia, donde ha atravesado dificultades para mantener la categoría en Segunda B. Es la primera vez en su historia que permanece más de una temporada en la mencionada división. En resumidas cuentas, en su tercer año, tras salvar la categoría en la última jornada durante la 2015/16 y lograr la gesta de quedar entre los cuatro primeros en el curso siguiente, la temporada 2017/18 puede ser el año definitivo para cumplir los deseados sueños.

"Estamos en una posición privilegiada y a principio de temporada nadie imaginaba que seríamos colíderes. No hay que volverse loco... y esto no va a cambiar nuestra idea y nuestro juego", manifestó Antonio Iriondo durante una conversación con el programa 'Balón de Bronce' de Radio MARCA, donde hizo un balance de la temporada rayista, con dos puntos de ventaja con respecto al Fabril, tercer clasificado, y tres con el Rápido de Bouzas, cuarto clasificado, metiendo una distancia de cuatro unidades con el Navalcarnero, quinto del Grupo I.

Los majariegos afrontan su segundo derbi consecutivo después de perder por la mínima la semana pasada contra el siempre correoso Unión Adarve (1-0, con gol de Héctor). El empate del Fuenlabrada contra el colista Cerceda provocó que la cabeza de la tabla volviese a ser compartida, por lo que se espera obtener los tres puntos en el derbi majariego contra el Atlético B y que el Toledo haga su parte en su duelo liguero contra el 'Fuenla' para volver a asaltar el liderato en solitario. "Estamos compartiendo el liderato y eso es una situación de privilegio para nosotros", añadió Iriondo en su intervención con Radio MARCA.

Para el derbi, Iriondo dispone al completo del grueso de la plantilla pues no tiene ningún futbolista sancionado ni lesionado de gravedad. Podrá volver utilizar a Vicente y a Jorge García, que ya participaron la semana pasada desde el inicio contra el Adarve tras cumplir un partido de sanción.

Levantar cabeza

Las últimas semanas de competición no están siendo del todo satisfactorias para el Atlético de Madrid B, que está afrontando un sinfín de inconvenientes que están complicando su puesta a punto para los compromisos ligueros. La escasa profundidad del primer equipo obliga a Diego Pablo Simeone a tirar de muchos canteranos para que rellenen las convocatorias o para que completen las sesiones de entrenamiento, lo que priva a Óscar Fernández de poder hacer entrenamientos a lo largo de semana con todos los efectivos. A todo eso hay que sumar la última lesión de Sergi González, que volverá a ser baja para el filial después de sufrir esguince en el ligamento lateral interno de su tobillo izquierdo tras un entrenamiento.

Bajo esa línea se puede encontrar una explicación al reciente devenir del filial colchonero en los últimos meses. Desde que arrancara el mes de febrero, solo han cosechado un triunfo (1-0 contra el Sanse) en los últimos siete partidos ligueros, sumando la cifra de 7 puntos de 21 posibles. Esa cosecha ha resultado insuficiente y, por tanto, ha repercutido negativamente en su posición en la tabla de la clasificación, cayendo hasta la sexta posición y ampliando la distancia a 6 unidades con respecto al Rápido de Bouzas, equipo que marca el límite de los cuatro clubes que participarán en el playoff de ascenso a la Segunda División. Con la permanencia virtualmente garantizada (tiene 15 puntos de ventaja con la zona de descenso a falta de 24 puntos por disputar), el Atlético B ha conseguido su objetivo primordial pero busca darse el gusto de acabar la temporada lo más lejos posible.

Ha de entenderse que alcanzar el playoff de ascenso debe de considerarse como un premio y no como una obligación, un logro que redondee lo que ha sido, es y será un sobresaliente año para un equipo que el año pasado competía con casi las mismas armas en una categoría inferior. “Estamos en el proceso de sacar a los jugadores de la zona de confort y que les hace ser mejores para afrontar situaciones de dificultad”, alude Óscar sobre esta mala racha, viendo la lectura positiva a la derrota contra el Racing de Ferrol y al empate contra el Real Madrid Castilla. “Perdimos 3-0 en Ferrol y aprendimos muchas cosas. El 0-0 contra el Castilla nos tiene que servir para aprender y seguir creciendo. Siempre me quito el sombrero y estoy muy orgulloso de los futbolistas que entreno y cómo crecen ante las dificultades”, añadió.

Con vistas al derbi majariego, el técnico valenciano recupera a Alberto ‘Tachi’, que se perdió el derbi de filiales por acumulación de tarjetas amarillas y del centrocampista Toni Moya, con molestias tras participar en la UEFA Youth League, pero cuenta con la mencionada baja de Sergi González, de Nico Schiappacasse y de Keidi Bare, que está concentrado con la sub-21 de Albania para participar en la clasificación para el campeonato europeo. Como es costumbre en los encuentros disputados en la Ciudad Deportiva de Majadahonda, Óscar ha convocado a toda la plantilla disponible y hará una criba de 18 futbolistas a falta de una hora y media para el inicio del partido.

El césped, un dolor de muelas

Jugar con la condición de equipo local está convirtiéndose en una visita al dentista tanto para el Rayo Majadahonda como para el Atlético de Madrid B. El mal estado que presenta el terreno de juego del campo principal del Cerro del Espino, con una hierba seca y arenosa, está repercutiendo negativamente en los resultados de ambos conjuntos, incapaces de llevar su estilo de juego a su máxima expresión. Las recientes lluvias, las heladas en Majadahonda y la multitud de compromisos impiden que el maltrecho césped se recupere y luzca su mejor aspecto posible.

Por este motivo, tanto Antonio Iriondo como Óscar Fernández han evidenciado públicamente su malestar por las condiciones en las que tienen que competir. El valenciano mostró hace unas semanas su resignación, pues sus pupilos tienen dificultades para circular el balón con precisión. “Somos un equipo que nos gusta llevar el peso del partido, dominar, correr… Ir detrás de un conejo es complicado”, afirmó. Más ácido se mostró Iriondo, hasta el punto de ironizar con una situación que le ha costado cosechar tres empates de forma consecutiva. “Vamos a ver si encontramos un campo en tan mal estado como este, para poder entrenar entre semana y así acostumbrarnos a jugar con las mismas características del césped en nuestra casa”, se quejó el técnico rayista. Hagan juego, si es que pueden…

Posibles alineaciones

Rayo Majadahonda: Basilio; Andújar; Rubén, Cruz, Jorge, Carlitos, Ayoub, Vicente Romero, Óscar Valentín, De Frutos, Dani.

Atlético B: Miguel San Román; Adrián Jiménez, Tachi, Montoro, Rafa Muñoz; Olabe, Toni Moya; Arona Sané, Jorge Ortiz, Manny; Stéphane Emaná.