Cuando las azulgranas, expectantes, escucharon el nombre de su rival en los cuartos de final, la ilusión quedó eclipsada por la esperanza. Las pupilas de Fran Sánchez, a sabiendas de que tenían por delante todo un reto mayúsculo, jamás bajaron los brazos y vieron en el enfrentamiento de los cuartos de final una oportunidad para reafirmar sus opciones de cara a conseguir el doblete. 

Sin recurrir al pesimismo y teniendo en cuenta que el Olympique de Lyon es el proyecto consolidado basado en autoridad y experiencia en su andadura europea, llegaba el día de poner rumbo hacia tierras francófonas, donde las pupilas de Reynald Pedros estaban avisadas de un duelo en el que la lucha sería continua y en el que ilusión y dominio se verían las caras. Las vigentes campeonas recibirían en el Groupama Stadium a la esperanza personificada y ese sentimiento se reflejó en el campo.

Con regularidad durante los 90 minutos y con las opciones avisadoras de cara a portería de las francesas salvadas por la providencial Sandra Paños, guardameta del conjunto azulgrana, las culés no se dejaron pisar demasiado, pero despegaron de Lyon con la sensación que suele dejar una eliminatoria con un resultado en contra. Con confianza y pasando de ser visitantes a ser locales, las pupilas de Fran Sánchez esperan remendar el resultado global de la fase de los cuartos de final, para conseguir el billete a las semifinales y poder seguir vislumbrando en el horizonte la final de la Women’s Champions League que se disputará el 24 de mayo en el Lobanovsky Dynamo, Ucrania.

Tocadas pero no hundidas

Con las francesas en la cabeza de la eliminatoria, las azulgranas salieron del Groupama Stadium con la sensación de haber hecho los deberes ante un Lyon que en todo momento demostró con garra su reputación en Europa. Con un 2-1 en el marcador y con un recorte de distancias firmado por Patri Guijarro, que se resarcía ante Bouhaddi con un testazo a bocajarro después de un córner cerrado lanzado por Andonova, las azulgranas despegaban de tierras francófonas vivas pero no muertas, y tocadas pero no hundidas. 

La esperanza se ha afianzado en Can Barça y con el lema que motiva a pensar que nada es imposible, las azulgranas intentarán tirar del factor cancha y templanza en una eliminatoria en la que cualquier cosa puede pasar y en la que el margen de error debe quedar anulado.

Ante el sinfín de oportunidades ante la portería defendida a contracorriente por la guardameta valenciana, Marozsán puso el 1-0 en el marcador dejando a la zaga azulgrana sumida en un caos con una jugada de lujo y una bonita asistencia de Bronze. Corría el minuto 43 y el banquillo azulgrana se tildaba de negatividad hasta que poco a poco, las azulgranas fueron reaccionando con autoridad ante la presión de las francesas con la suerte de su lado y con una diana que perfectamente pudo alcanzar el título de gol olímpico.

Pero la decepción volvió a presenciarse en el área de Paños y Hegerberg, avisadora durante todo el encuentro, afianzaba el favoritismo de la eliminatoria a las francesas con un remate mordido que, a cámara lenta, se colaba en la portería azulgrana.

Las azulgranas levantaban la cabeza y manteniendo la compostura con el pitido final de fondo, rápidamente su esperanza se vio reflejada en el Miniestadi.

Unas estadísticas que invitan al positivismo

Las azulgranas tienen motivos de sobra para confiar en la remontada europea. Las de Fran Sánchez buscarán tirar de unas estadísticas que afianzan las esperanzas en el feudo culé. Nada es imposible y para las azulgranas, la batalla no ha terminado.

Habiendo obtenido dos derrotas en la competición doméstica, las azulgranas siguen en el puso por la consecución del alirón, persiguiendo muy de cerca al primer clasificado, el Atlético de Madrid. Sus expectativas están a un punto y cualquier error del conjunto colchonero podría poner la victoria a favor de las azulgranas en una batalla en la que con distintas armas, dos titanes luchan por el mismo objetivo.

Después de su victoria en el duelo jugado contra el Madrid CFF en el José Luis de la Hoz-Matapiñonera con un 1-2 en el marcador y con los goles de Alexia Putellas y Vicky Losada, las azulgranas llegan reforzadas al duelo europeo después de haber superado la adversidad que por un momento tildaba las esperanzas en la competición doméstica del staff culé. 

Con una remontada de por medio, el conjunto azulgrana tuvo que forzar en el momento en el que el cuadro local se adelantaba a los 48 minutos de partido con una diana de Patricia Mascaró, que dejaba relegado al conjunto visitante en un segundo plano por poco tiempo, ya que a los dos minutos, supo reaccionar con autoridad, reafirmando sus opciones en el campeonato.

Difícil, pero no imposible

Las azulgranas ya están mentalizadas para el duelo que disputarán este miércoles y esperan que la afición tilde de emoción el encuentro. Con talento y esfuerzo, el conjunto azulgrana buscará la inspiración que les lleve a alzarse con el billete para sorprender y estar en las semifinales.

A base de intentarlo, terminan saliendo las cosas y con la lucha que siempre llevan a cabo las azulgranas a pie de campo, nada puede tacharse de imposible y menos en una competición en la que el azar es el dueño de un camino impredecible.

La unión hace la fuerza y en los malos momentos, la ilusión es clave para alcanzar la hazaña.