El Rayo Vallecano venció en el Mini Estadi en su duelo contra el filial del Fútbol Club Barcelona por 2-3, gracias a los tantos de Raúl de Tomás, por partida doble, y del portugués Bebé. El partido, que se convirtió en un intercambio de golpes, demostró que las virtudes de ambos contendientes se encuentran en su parcela ofensiva, ya que en la faceta defensiva ninguno de los dos estuvo excesivamente afortunado.
Con una única duda en la previa del encuentro, Michel apostó por la opción más esperada: Bebé sustituyó al sancionado Óscar Trejo. Eso supuso una ligera modificación del dibujo, pasando a ser un 4-3-3 con el portugués, Adrián Embarba y Raúl de Tomás como tridente atacante, ganando en verticalidad y profundidad por las bandas. Y lo cierto es que la apuesta le salió bien al técnico franjirrojo, ya que el futbolista cedido por el Éibar fue el mejor jugador del encuentro, anotando un gol de falta y asistiendo a de Tomás en el tercer tanto de los visitantes.
En lo que respecta al partido, lo cierto es que fue un duelo muy parejo entre dos equipos que tratan de hacer daño al rival mediante la posesión, en el que la mayor pegada de los madrileños decantó la balanza. Sin duda alguna, no fue un partido muy brillante de los rayistas, pero su oficio y acierto ante la meta rival fue suficiente para sumar tres puntos que, a la postre, les ha llevado a finalizar la jornada en lo más alto de la clasificación, hundiendo de paso a un filial blaugrana que necesita reaccionar inmediatamente.
Pero no todo fueron noticias positivas, ya que el envite dejó un par de noticias malas en la Avenida de la Albufera: la primera de ellas fue la fragilidad defensiva que demostró el equipo en Barcelona, especialmente por los laterales, que se vieron superados en varias ocasiones por los rivales. La segunda de ellas fue la tarjeta amarilla que vio Unai López, y que supone su décima cartulina, con lo que se perderá el siguiente encuentro frente al Tenerife, y teniendo en cuenta que se trata de un futbolista imprescindible para Míchel, habrá que ver cómo suple su ausencia.
En definitiva, el Rayo dio un pequeño paso más en la lucha por conseguir su sueño y su objetivo, que no es otro que el del ascenso a la máxima categoría del fútbol español.