Las necesidades marcaban el duelo entre Almería y Barça B, donde la mala racha de resultados les había situado a ambos en la pelea por el descenso. Los andaluces sumaban ocho partidos sin conocer la victoria, mientras que los catalanes llegaban a los Juegos del Mediterráneo tras nueve partidos sin sumar tres puntos y con la mala racha de cinco derrotas consecutivas. Todos los focos se centraban en el duelo de debutantes en los banquillos. Tanto García Pimienta como Fran Fernández se hacían cargo de los equipos esta misma semana, con el objetivo de poder salvar a sus conjuntos del descenso.
García Pimienta, no presentó grandes revoluciones en su primer XI como técnico del filial. Siguiendo el estilo del equipo, propuso un 4-5-1 en defensa que sería un 4-3-3 a la hora de atacar. Con Ortolá bajo palos, la línea defensiva se compuso por los más habituales, Cucurella, Concha, Costas y Palencia. En el medio del campo, Monchu, Rivera y Aleñá, serían los encargados de darle sentido al juego del equipo, mientras que Carles Pérez y Nahuel ocuparían los costados. Para terminar en la punta de ataque, García Pimienta apostó por el reciente campeón de la Youth League, el canterano Abel Ruíz.
Necesidades, intensidad y ocasiones
Calma tensa en los Juegos del Mediterráneo antes de un pitido inicial que podría cambiar el devenir de una temporada. Los primeros minutos del juego dejaron a las claras las necesidades de ambos conjuntos. Los locales, comenzaron imponiendo su ritmo al partido y sin dejar al filial azulgrana desplegar su juego con comodidad. No se tardó en ver la primera ocasión del encuentro, cuando Pozo obligó a Ortolá a esforzarse para atrapar un tiro desde la frontal.
Pese a tener poco peso en los primeros minutos de partido, el filial azulgrana logró tener la oportunidad más clara de los primeros compases de partido, pero Abel Ruíz no supo aprovechar una gran asistencia de Carles Pérez para definir, mandando el balón por encima del larguero. Esta ocasión supuso un bálsamo de fe en el conjunto de García Pimienta, que comenzaron a hacerse con el control del partido y con esto llegaron las ocasiones, en las botas de Carles Aleñá y Nahuel desde la frontal.
La intensidad del encuentro fue siempre de menos a más. Ambos equipos seguían jugando con sus bazas, los azulgranas intentando dominar a través de la posesión, mientras que los locales seguían con su juego físico intentando frenar la continuidad en el juego culé. Carles Pérez tuvo en sus pies en el minuto 32 el primer tanto azulgrana, pero su tiro desde dentro del área rebotó en la defensa almeriense que terminó despejando la ocasión de peligro. La frontal se había convertido en el mejor aliado del equipo culé, Cristian Rivera en primera instancia y luego Monchu, probaron fortuna pero ninguno pudo sorprender a René. El Almería, sin embargo, no se dejaba intimidar por las ocasiones culés y tuvo el 1-0 en su mano justo antes del descanso, si no llega a ser porque el remate de Caballero salió desviado. Justo antes del descanso, Carles Pérez volvió a tener la oportunidad de adelantar al filial, pero esta vez una gran intervención de René mando el partido al descanso sin goles.
El Almería fue quién rompió la mala racha
El partido siguió el mismo guión con el que terminó la primera mitad. El Barça no tardó en intentar desequilibrar la balanza, otra vez Aleñá en una gran jugada personal obligó a René a esforzarse para detener su disparo. Escasos minutos de buen fútbol durante los primeros momentos de la segunda parte, que se vieron interrumpidos por otra clara ocasión de Carles Aleñá que no tuvo su día de cara a puerta.
Sin embargo, el Almería conseguiría lo que tanto buscaba el filial. Corría el minuto 65 cuando un balón caído desde la banda izquierda fue aprovechado por Hicham para poner el 1-0 en el marcador. Tras el gol, lejos de ver una reacción visitante, el partido se quedó prácticamente igual, el Almería esperando su ocasión a la contra mientras que los azulgranas mantenían la posesión de balón a la espera de poder lograr el empate, pero sin poder generar tantas ocasiones como con el 0-0. Ni los cambios de García Pimienta, terminaron de mejorar lo que había sobre el campo y el filial no mostraba síntomas de poder conseguir el empate ante un solido Almería.
Los últimos minutos del encuentro se convirtieron en lo que está siendo la temporada del Barça B, una pesadilla. El Almería se solidificó en defensa, minimizando las ocasiones de peligro de un posible empate del filial. Finalmente, el partido terminó con los locales volcados sobre la portería de Ortolá en busca del segundo tanto. Una derrota más y ya van diez partidos consecutivos sin conocer la victoria, así fue el amargo debut de un García Pimienta que tendrá que trabajar muy duro para salvar al filial del descenso en las cinco jornadas que le quedan.