Tras la goleada encajada este fin de semana ante el Villareal, la directiva del R.C. Celta de Vigo ha tomado la decisión de no contar con Juan Carlos Unzué para la próxima temporada. Una sentencia que parece ser, ya se la habría comunicado el club al técnico, una decisión precipitada por la abultada derrota por 4-1 y por la posibilidad de que todo el staff técnico del navarro sigan a Luis Enrique en su nueva etapa al frente del Arsenal inglés. Por lo que, en las oficinas de Plaza España, comienzan unos largos meses de trabajo para encontrar el entrenador ideal y formar un buen equipo que consiga el objetivo de llegar a Europa la temporada que viene.
Juan Carlos Unzué fue la arriesgada apuesta de la directiva celeste este verano. Una decisión que no terminó de convencer, ya que su predecesor, Eduardo ‘Toto’ Berizzo, había dejado una profunda huella en los aficionados celestes. Y tras el paso de las jornadas y los meses se ha visto que la apuesta por el que fuera segundo de Luis Enrique en el Barcelona no fue acertada.
El entrenador navarro no ha sabido sacar provecho a una de las mejores plantillas de los últimos años. Se le entregó una plantilla larga y completa, que había conseguido llegar a la semifinal de la Copa del Rey y de la UEFA Europa League, que se reforzó aún más con fichajes que supusieron una inversión de 26 millones de euros, una cifra récord para el equipo gallego. Pero la tónica general de la temporada han sido la irregularidad y el bajo rendimiento en líneas generales del equipo.
Por lo que ahora toca buscar un entrenador que vuelva a conectar con la afición e ilusione con su proyecto. Como es normal, ya han salido varios nombres a la palestra, como los de Pellegrino, Óscar García, Rubén Albés, el entrenador del filial, o el propio Eduardo ‘Toto’ Berizzo. Pero no será hasta dentro de algunas semanas cuando se sepa cuál va a ser el sucesor del navarro al frente del banquillo celeste.
Lo que sí está claro es el tipo de entrenador que está buscando la directiva. Carlos Mouriño siempre ha buscado un modelo de entrenador específico, que cuadra con su modo de entender y ver el fútbol del Celta. Debe ser un enamorado del fútbol de toque, un estilo de juego de asociación al que el aficionado del Celta y sus jugadores están acostumbrados. Pero no un juego asociativo lento y aburrido, sino que combine con un estilo directo, alegre en ataque y veloz que aproveche al máximo la calidad de jugadores como Pione Sisto, Maxi Gómez o Iago Aspas.
Otro de los requisitos es que el entrenador sepa aprovechar al máximo la plantilla que se le confeccione. Los últimos años el Celta ha optado por una plantilla corta con efectivos que se pudieran acomodar a varias posiciones diferentes. Una línea que previsiblemente seguirá la directiva en las próximas temporadas, con jugadores polivalentes y fichando jóvenes promesas de cara al futuro.
Por último, uno de los requisitos más importantes es que el técnico sea capaz de darle oportunidad a la cantera. Al optar por una plantilla corta, en caso de necesidad el técnico no debe dudar a la hora de sacar nuevos talentos de la cantera celeste. Una cantera prolífica que ha dado tantas alegrías a los aficionados celestes, con nombres como Hugo Mallo, Sergio Álvarez, Jonny, Iago Aspas o más recientemente Brais Méndez.
Un nuevo horizonte de posibilidades se abre ante el Celta, que tendrá que acertar con el nuevo entrenador si quiere consolidar su proyecto tanto en la Primera División como en las competiciones europeas.