El Leganés salió derrotado del Santiago Bernabéu por 2-1, en un encuentro en el que la polémica arbitral estuvo presente. Los pepineros reclamaron fuera de juego en los dos tantos madridistas, mientras que, en la última jugada del partido, El Zhar se disponía a chutar desde el borde del área, con el tiempo ya cumplido, cuando el árbitro señaló el final del encuentro. Esto dio lugar a las protestas de los jugadores del Leganés, que acabaron con una tarjeta roja para Gabriel Pires.
El primer gol del encuentro fue obra de Gareth Bale, a los ocho minutos de juego. Un disparo de Benzema rebotaba en Zaldua y le llegaba al galés, que colaba el balón entre las piernas de Cuéllar para abrir el marcador. El delantero parecía estar en línea con Bustinza, en una jugada muy difícil de apreciar tanto para el árbitro como para el linier.
En el segundo tanto, la polémica llegó tras anotar Borja Mayoral, ya que el línea anulaba el gol por fuera de juego, pero el árbitro lo daba como válido segundos después, provocando la confusión de los jugadores del Leganés. Esta decisión fue acertada, ya que Bustinza tocaba el balón antes de que Mayoral rematara, inhabilitando el fuera de juego, que tampoco había al comienzo de la jugada.
En los minutos finales, el Leganés buscaba el empate a la desesperada. Una recuperación al borde del área, con el tiempo ya cumplido, hacia que le llegara el balón a Nabil El Zhar, que, sin pensárselo dos veces, se disponía a chutar justo en el momento en el que Iglesias Villanueva señalaba el final de partido. Ocho segundos pasaban de los dos minutos añadidos por el colegiado, que no evitaron las protestas de los jugadores del Leganés. Gabriel Pires fue el primero en recriminar al árbitro esta situación, siendo expulsado con roja directa, cuando se marchaba al túnel de vestuarios.