Tal día como hoy hace 20 años, el Villarreal subía por primera vez en su historia a primera división, dicho en la actualidad parece que es una nimiedad teniendo en cuenta que desde ese momento el Submarino no ha hecho más que crecer sin parar hasta ser un asiduo en las competiciones europeas y un grande en España. Corría el verano de 1997 cuando un más joven Fernando Roig llegó a un acuerdo con el fallecido Pascual Font de Mora para comprar el club amarillo, ya en la primera rueda de prensa como presidente prometió que se conseguiría el ascenso a la primera división en dos años ante la incredulidad de todos los presentes, ya que en menos de un año cambiaría la historia del Villarreal para siempre.
Primera vuelta con muchos empates
El Submarino comenzó aquella mágica temporada de manera muy irregular, en los primeros cinco partidos obtuvo dos victorias, dos derrotas y un empate, durante estos 21 primeros partidos el conjunto dirigido por José Antonio Irulegui fue el rey del empate, ya que fueron diez los encuentros en los que los amarillos lograron un punto. En esta primera vuelta el Villarreal no tenía malos números para intentar la gesta de alcanzar la primera división como atestiguan sus 31 puntos a solamente tres de la promoción de ascenso y seis del ascenso directo.
Último tramo de liga regular espectacular
El inicio de la segunda vuelta no fue muy diferente a la primera, el Villarreal no conseguía malos resultados para estar cerca de los primeros puestos de la tabla, pero hacían falta más triunfos para asaltar de manera definitiva los cuatro primeros puestos. Estas victorias llegaron a partir de la jornada 29, ya que el Submarino encadenó cuatro victorias consecutivas y un empate que le auparon al tercer puesto a solamente cinco puntos del ascenso directo, desafortunadamente el Extremadura cortó esta gran racha. Restaban siete jornadas para el acabar la fase regular y lo cierto es que el conjunto de Irulegui realizó un gran final de temporada en el que los amarillos no perdieron ni un solo partido, esto hizo que el cuarto puesto fuera propiedad del Villarreal con 70 puntos empatado con el tercero, la UD Las Palmas, lo que daba al Submarino la posibilidad de subir a la máxima categoría del fútbol español por primera vez en la historia.
Ascenso contra el Compostela
El rival en suerte en esta promoción de ascenso fue el conjunto gallego que no pudo evitar la promoción de descenso, ya que se quedó a solamente un punto de salvar la categoría. El 21 de mayo se jugaría el partido de ida con un Madrigal a reventar en el que 8500 almas iban a ayudar a que el Villarreal saliera vivo del partido, el encuentro acabó en empate a cero, pero la jugada clave de la eliminatoria llegó en la segunda parte cuando Quique Medina hizo un penalti y Villena lo lanzó alto.
Tres días después se jugaría posiblemente el partido más importante en la historia del Villarreal, el 24 de mayo de 1998 el Submarino debía visitar San Lázaro tras el empate sin goles de la ida. Lo cierto es poca gente confiaba en el ascenso del Submarino, ya que el Compostela era el gran favorito, pero la historia fue de color amarillo cuando en el minuto ocho Alberto Saavedra marcó el 0-1 y dictó el devenir del encuentro, ya en la segunda parte Chiba igualó el encuentro y la realidad es que el Villarreal tuvo que sufrir lo inenarrable para aguantar el resultado gracias a una solidez defensiva extraordinaria y a un Andrés Palop inconmensurable.
Desde ese momento han pasado muchas cosas y los aficionados del Villarreal han vivido momentos inimaginables como jugar unas semifinales de la Liga de Campeones o ser subcampeón de liga, pero los que vivieron este día saben que no podrán vivir otro igual jamás.