La Romareda dictará sentencia

El Real Zaragoza firmó un partido muy completo tanto en ataque y defensa y, gracias a eso y a la obra de arte que se inventó Alberto Zapater, llegan con un buen resultado al partido de vuelta, en el que La Romareda será el juez.

La Romareda dictará sentencia
Foto: La Liga
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Por Jorge Serrano

El conjunto maño afronta el encuentro del próximo sábado, a priori, con ventaja. El equipo dirigido por Natxo González viajó a Soria con dos consignas claras e irrefutables: marcar y no perder. Y así lo han hecho los zaragozanos, que se adelantaban en el minuto cuatro con un auténtico golazo de Alberto Zapater de falta que quitó las telarañas del estadio de Los Pajaritos. Así de enchufado salía el Zaragoza. Un Zaragoza que quería el balón, que se gustaba con el dominio de este. Pero poco dura la alegría en casa del pobre. El Numancia sacó de centro y en la misma jugada hizo un hueco en la banda derecha para Unai Medina que estrellaba el balón contra la madera. El rechace de este le llegaba botando a un Guillermo que disparaba mordido y conseguía el empate.

Pero aún así seguían las esperanzas mañas de poder sacar el partido adelante. Seguramente contribuyó en gran medida a esto los –en teoría- 414 hinchas zaragocistas que viajaron hasta Soria. Y digo en teoría porque en la práctica no ha sido así, la directiva del Numancia no ha conseguido que se colaran aficionados blanquillos en zona rival. Todos ellos han hecho que Los Pajaritos fuera, otra vez, una mini Romareda, alentando al equipo hasta el final. Aún así, muchos aficionados se quedaron sin entrar al  feudo numantino debido a que “la persona responsable de seguridad del encuentro (les) ha impedido el acceso al Estadio de Los Pajaritos, siendo que portaban entrada conforme con la legislación vigente”. El club ha emitido un comunicado defendiendo a sus aficionados.

Con el segundo gol el partido se volvió frenético. Papunashvili haciendo arrancadas desde el centro del campo que siempre generaban peligro, el Numancia buscando la espalda de la defensa a la contra y ambos intentando marcar un gol que no llegó. Ya lo predijo Natxo González: el Numancia tocaba buscando rápido las bandas de Marc Mateu y Unai Medina. En una de estas acciones de Papu vino el primer error del colegiado. El de Tiblisi se internó en el área y tras un mal control, notó el contacto de Carlos Gutiérrez y el georgiano fue al suelo. Este penalti y su respectiva cartulina amarilla suponía la segunda tarjeta del central numantino y su expulsión. Pero no lo vio así Gorosotegui Fernández, que amonestó Papu por simular el penalti.  Con ocasiones de gol para los dos bandos acababa la primera parte.

La segunda parte comenzó con un Numancia probando suerte mediante un disparo que salió de las botas de Pere Milla, pero Cristian no permitió que se colara en su arco. El conjunto soriano continuó asustando con un disparo de Unai que se fue rozando el palo de Cristian. Un intercambio de golpes muy parecido al de la primera parte le sucedió. Los castellano-leoneses, inquietaron en ciertos momentos la portería zaragocista. El Zaragoza, por su parte, respondía con el mismo peligro de la primera parte.

Corría el minuto 66 y Julián Delmás colgaba un excelente centro para Borja Iglesias, que remataba de media chilena sin fortuna. Conforme iban avanzando los minutos Natxo hizo pequeñas modificaciones: entraron Buff  y Febas sustituyendo a Ros y Papu. El segundo fue el motor del Zaragoza en el último tramo del duelo. Más tarde cambió a Toquero por Jorge Pombo, lo que suponía una declaración de intenciones total del míster vasco, amenazando así al Numancia. Nada pudo hacer el vitoriano en los pocos minutos que estuvo  sobre el campo. De esta manera y con el 1-1 acabó el partido.

Todo quedará por decidir el sábado en una Romareda que espera con ansia a su equipo y que seguro lo alientará hasta el último instante.