Los "cuatro partidos de soledad" en los que faltó Saúl Ñíguez

Fernando Hierro prescindió del talento del ilicitano mientras España duró en el Mundial de Rusia, lo cual lleva a muchos a preguntarse el por qué de esta decisión.

Los "cuatro partidos de soledad" en los que faltó Saúl Ñíguez
Saúl e Iniesta consuelan a Koke tras errar el penalti. | FOTO: FIFA
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Por Marina Greciano

De nada sirven ya las lamentaciones: la única forma de volver a ver a España metida de lleno en un Mundial no se dará, Dios mediante, hasta dentro de cuatro años. Es ahora cuando brotan los "porqués" de todas las esquinas. También son muy frecuentes los "¿qué hubiera pasado si...?" y los nombres de los señalados como culpables suenan por cada rincón. Todo esto, en vano, pues nada se puede hacer ya. Bueno, en realidad sí. Lo que no deja de ser posible es rectificar, que dicen que además, es un acto mediado por los sabios. Análisis, reflexión, y a levantar cabeza. Algo tuvo que fallar, no todo se mueve por la fuerza del sino. Siempre tiene que haber algo más hondo que, sin quererlo, haya arrastrado a este equipo al fracaso.

Foto: FIFA
Foto: FIFA

Carencias que ¿podrían haberse abastecido?

Dejando de lado el entorno de la gestión, bien sabido es que los jugadores no las tuvieron todas consigo ni de lejos. Les faltó verticalidad, movimiento, dinamismo. Confianza, por supuesto, pero también concentración. Salvo honrosas excepciones, en términos generales, no se vio la intensidad desmesurada a la que suelen acostumbrar los que visten la elástica de 'la Roja'. Los minutos que transcurrían en el Olímpico Luzhnikí se tradujeron en pases y pases en corto que no llevaban a ninguna parte. Entretanto, algunos futbolistas deseosos de darle un giro a aquella dinámica, aguardaban su turno en el banquillo. Entre ellos estaba Saúl Ñíguez, protagonista de estas líneas.

La probabilidad de saber si su entrada al campo hubiese cambiado las tesituras del juego son remotas, por no decir nulas. Pero no son pocos aquellos a los que se les escapa el por qué de la ausencia del centrocampista colchonero en los planteamientos de Hierro. La temporada que ha ejecutado con su equipo lo hizo merecedor de ocupar una plaza en la lista de Lopetegui, aunque de poco le ha servido a Saúl contarse entre los 23 elegidos, puesto que la única posición que ha cubierto en esta ocasión ha quedado estancada en el banquillo. 

En busca del revulsivo perfecto

Ningún jugador gana partidos él sólo; no obstante, a veces sí que logran tirar del resto del equipo. En el duelo ante la selección anfitriona, fue Isco Alarcón el que trató de llevar a cabo esta función, pero no fue suficiente. Hierro pecó de nuevo y sacó un once que, pese a que de primeras pudiese sonar revolucionario al sentar a Iniesta en su último partido representando a su país, volvía a calcar los mismos esquemas seguidos anteriormente. Y viendo que los resultados obtenidos en ocasiones pasadas no fueron los deseados, ¿por qué no se decidió en ningún caso por la joven promesa del Atlético?

Es complicado ponerse en la piel de un coach que llega dos días antes de que dé comienzo el torneo de fútbol más importante de los existentes, pero cuesta entender que jugadores del calibre de Saúl hayan quedado relegados a un segundo plano. El ilicitano estaba destinado a triunfar: con el '7' a la espalda, propio de leyendas como Raúl y David Villa, lo tenía todo para poner su granito de arena. Pero no fue así como lo quiso Fernando. Quizás por miedo, por falta de confianza o por la razón que fuere, pero de los cuatro partidos que disputó España en esta cita, Saúl no pisó el césped ni medio segundo. 

Cuestión de tiempo

Viendo que los viejos conocidos del fútbol español comienzan a tener una edad cada vez más alejada de la dulce juventud, sería penado como delito pensar que Saúl no tendrá cabida en la nueva generación de jugadores que se viene gestando. Esta, sin duda, ha sido una oportunidad malgastada, pues ni siquiera ha tenido la oportunidad de demostrar su valía en el terreno de juego, pero en algún momento, si prosigue deleitando al mundo con su juego desde la parroquia colchonera, le llegará su ansiada ocasión. Tiempo al tiempo. 

Su técnica, humildad dentro y fuera del campo, su calidad, su talento, sus pases largos y capacidad de asociación y demás cualidades que le han sido bien regaladas o bien traídas como fruto de un continuo esfuerzo se verán, sin duda, reflejadas algún día en la historia de la selección.