Se las prometió muy felices la Real cuando en el minuto 4 se adelantó en el partido, tras un gol de Bautista al tener un uno contra uno y marcar el 1-0, batiendo a Alberto. El delantero de Rentería jugó de titular en lugar de Willian José, que iba a ser protagonista más tarde al anotar un gol importante para conseguir un punto en el Nuevo Anoeta.

Los 20.510 espectadores que acudieron a Anoeta, en el segundo partido de esta semana y segundo encuentro en Anoeta, se pusieron muy contentos al ver al equipo ir ganando y dominando en el, primer cuarto de hora. Los txuri urdin empezaron con una marcha más que el Rayo, y tuvieron en las botas de Bautista, el primer goleador de la noche en Anoeta al fusilar a Alberto, el 2-0 y dejar el partido más encaminado para la Real. Perdonaron y eso les penalizó para el resto del encuentro, no pudiendo regalar a la afición una victoria momentánea en la primera parte. Los visitantes se fueron acercando y ganando metros en la media hora de juego, y tras un grave error de Rulli al no coger el balón con las manos y dejarlo suelto en el área, Advíncula empató el partido.

Cambió de manera radical el transcurso del choque, pasando de los aplausos y buen ambiente a pitidos y críticas al juego del equipo y la actuación del portero argentino. Se complicó más aún el encuentro cuando Zaldua cometió penalti y se convirtió en otro jugador señalado por la afición, pecando de inocente al tocar dentro del área a Bebé y picó ante su regate, yéndose el brasileño al suelo y pitando el árbitro penalti. Trejo fue el encargado de anotar el segundo, y poner por delante al Rayo antes de irse a los vestuarios. Desde entonces, el Rayo jugó más relajado y mereció más premio, cogiendo impulso al remontar y la Real fue de más a menos, bajando el pistón en los minutos finales.

La Real mejoró con Illarramendi y Willian José

Asier Garitano en la segunda parte quiso cambiar el guión del partido, y puso a calentar a Illarramendi, Willian José y Zurutuza para mejorar el juego e ir a por los tres puntos. La Real no consiguió entrar con la dinámica necesaria, la actitud e intensidad para ir a por la victoria, se dejó llevar por el run run de la afición en el debate de la portería y los errores de la defensa. No fue un encuentro plácido ni fácil para el equipo, el Rayo se metió rápido en el encuentro y remontó, siendo mejor en la segunda parte. Míchel supo frenar al centro del campo realista, marcó los tiempos del partido y entró más entero después de la confianza que le dio el resultado.

Anoeta fue una caldera y se notó el calor de la afición para buscar la remontada y llevarse el partido. Illarramendi y Willian José entraron, cambiando el ritmo del encuentro y mejorando las sensaciones dejadas el resto del duelo. El brasileño aprovechó una ocasión tras un centro lateral de Zaldua para empatar el partido, siendo el jugador desequilibrante para determinar la victoria txuri urdin. Sin embargo, no dio tiempo para más el 2-2 sirvió para coger autoestima y recuperar la moral pero no para ganar, y se escaparon de Anoeta otros dos puntos más, demostrando que todavía le falta tiempo al equipo para hacerse fuertes en casa, y sacar los partidos adelante. Los de Garitano lo intentaron con más corazón que cabeza, y salvaron los muebles empatando ante el Rayo, pero la afición salió descontenta y en líneas generales la plantilla también, al no haber ganado en un encuentro que empezó con 1-0.