El inicio del choque traería numerosas novedades en el once local respecto a la jornada anterior, puesto que, jugadores como Paco Tomás, Mario Ramón, Adrián o Javi Chino que anteriormente habían sido titulares en el partido contra el Moralo, verían desde el banquillo como Joel Sanabria, Paco Puertas, Juan José Chavales y Heo ocupaban su puesto respectivamente.
El partido comenzó con un guion previsto por parte de los aficionados que se desplazaron al estadio Romano, con un claro dominio local debido a su clara condición de favorito por su superioridad futbolística y técnica. No tardarían en sucederse las primeras ocasiones locales, ya que en el minuto 10, el lateral Juanjo Chavales dispararía un potente chut que se estrellaría en el larguero de la meta visitante.
La más que visible superioridad blanquinegra se seguiría materializando en forma de córneres, aproximaciones al área rival y ocasiones que acabarían desbaratando la defensa y guardameta valdiviano. La insistencia romana acabaría dando sus frutos en el minuto 38, cuando uno de los jugadores más en forma del conjunto local, Cristo, estrenaría el marcador del choque con un chut que no sería capaz de detener el portero del Valdivia. El resto de la primera parte seguiría siendo un auténtico asedio local hacia la defensa visitante, la cual, resistía con dificultades, con la intención de llegar cuanto antes al descanso y así intentar cambiar las cosas.
El inicio de la segunda mitad no podría haber traído mejores noticias para el conjunto romano, ya que en el minuto 46, Juanjo Chavales, realizaba un disparo muy parecido al que se estrelló en la madera durante la primera parte, pero esta vez el resultado sería distinto y acabaría anotando el segundo de los locales en el encuentro. Ante la clara superioridad en cuanto a juego y puesta en escena sobre el terreno que estaba mostrando el Mérida frente a sus rivales, Santiago Amaro decidió realizar el primer cambio de su equipo en el minuto 59, dando entrada a Muneta en detrimento de Joaqui Flores. A partir del segundo gol local, el partido entraría en un monólogo que solo tendría como protagonista al Mérida, numerosas ocasiones, posesión continua y una defensa férrea y muy bien estructurada, eran unas de las numerosas virtudes que el conjunto local estaba ofreciendo a un Valdivia acobardado, sin esfuerzo y garra por mantener la posesión del esférico, y dejando al Mérida ser amo y señor del encuentro.
Más cambios acabaría realizando los romanos, en este caso se daría uno el minuto 68, y sería el damnificado Santi Villa, a favor de Adrián Montesinos. Los visitantes comenzarían a mostrar su frustración con el impecable juego que estaba mostrando sus rivales en forma de un juego muy duro, con estradas bastante a destiempo y muy mal medidas, todas estas acciones se acabarían traduciendo en tarjetas amarillas.
El juego brillante que estaba desplegando el Mérida acabaría teniendo su recompensa en el minuto 85, cuando Cristo por partida doble, acabaría culminando un magnífico partido con un gol que aseguraba prácticamente la victoria local. El cuarto y último tanto romano se haría de rogar, ya que acabaría llegando en el minuto 90, obra de Antxón Muneta, que cerraría el marcador del partido y la goleada local sobre el Valdivia.
Con el pitido del colegiado, el encuentro llegaría a su final, con un Mérida que puede sentirse orgulloso del papel que desempeñó a lo largo de todo el partido, con una forma de juego que le acabara trayendo muchas alegrías si son capaces de mostrarlo durante sus próximos encuentros. Con esta victoria el conjunto romano se sigue manteniendo como tercero en la clasificación, lo que se traduce en que se consigue mantener durante una jornada más en puestos de promoción de ascenso a Segunda División B.