La cuarta jornada del campeonato de La Liga 1|2|3 2017/2018 trajo uno de los encuentros más esperados en los últimos tiempos, el primer derbi asturiano en quince años. El Sporting de Gijón acababa de descender de categoría la pasada temporada y con el Real Oviedo manteniéndose en Segunda División tocaba un encuentro que no entiende de ligas ni clasificaciones, solo de pasión por unos colores.

La situación que vivían ambos clubes no podría ser más diferente, con un Real Oviedo que se había estrellado en exceso durante los tres primeros compromisos de liga (solo una victoria y un empate), lo que les hacía llegar al derbi como novenos en la tabla. El Sporting de Paco Herrera contaba con tres puntos más y se veía en puestos de playoff, generando mayor optimismo a su afición después de vencer en dos de sus tres primeros compromisos ligueros. Anquela llegó a Gijón sin tener claro el once titular ni la formación táctica que acabaría dominando en el Real Oviedo, y decidió por poner de titular a Yeboah debido a que Aarón Ñíguez acababa de recuperarse de una lesión, e incluso a un Mossa que no tenía el puesto ganado. Como no podía ser de otra manera, bajo la intensa lluvia de Gijón, el conjunto de la capital del Principado de Asturias comenzó perdiendo, con un gol de Carmona en el minuto 13 de encuentro

Durante el resto de la primera mitad apenas se recuerdan ocasiones de peligro a favor de los azules, con mayor presencia del Sporting de Gijón en campo rival y muy malas expectativas para los seguidores carbayones que se daban cita en el Estadio Municipal El Molinón (de aquella no contaba con la posterior demarcación Enrique Castro "Quini"). Sin embargo, Paco Herrera se vio al descanso uno arriba y, en vez de salir a asestar la puñalada definitiva sobre el conjunto de Anquela, se echó atrás y vio cómo la posesión la fue ganando el Real Oviedo, así como el dominio del partido y de las ocasiones. Sin embargo, aquel Oviedo no tenía todavía identidad, rumbo, y mucho menos gol (a pesar de haber vencido la jornada previa por 3-0 ante el Reus), por lo que el gol no terminaba de llegar

Corría el minuto 84 cuando Guillermo Cotugno recogió un centro rebotado de Aarón Ñíguez y disparó sobre la portería de Diego Mariño, aunque el cancerbero estrella del Sporting repelió el tiro, con la poca fortuna de que acabó en los pies de Toché, que no dudó en perforar la meta rival y salvar un punto in extremis ante uno de los equipos más en forma de toda la categoría, desatando la fiesta en el sector de aficionados oviedistas que se presentaron en el estadio gijonés. Todo terminó en tablas, con mayor alegría ovetense por haber remado a contracorriente durante casi 80 minutos, pero con todavía un partido en el Carlos Tartiere para decidir quién sería el "campeón" de los derbis asturianos de la temporada. 

Toché y Linares celebran el gol en el 86 | Imagen: LaLiga 1|2|3
Toché y Linares celebran el gol en el 86 | Imagen: LaLiga 1|2|3