Algunos lo llamarán suerte, otros que es por la buena dinámica, pero los que quedan por opinar tienen claro que es el fruto de un trabajo bien hecho. y tarde o temprano tendría que tomar forma de buenos resultados.

Los de Cervera habían jugado algunos partidos a buen nivel donde no consiguieron obtener el resultado que merecían, como por ejemplo en el Carlos Belmonte de Albacete, pero el fútbol no entiende de méritos y aunque suene a tópico, termina ganando el que marca más goles. En Córdoba pasó todo lo contrario y el equipo de la Tacita de Plata consiguió llevarse un partido en el que la balanza parecía que podía decantarse en cualquier momento para los intereses locales.

Se vio de nuevo a ese equipo que sabe sufrir en defensa, que no regala nada a los rivales y que sobre todo, es capaz de aprovechar su momento para ponerle la puntilla a un rival casi muerto. Hace poco más de un mes este mismo partido se hubiera perdido casi sin ningún tipo de dudas, pero ahora parece que todo sale de cara y el aficionado cadista se muestra optimista con su equipo.

Álvaro Cervera repetía la alineación que remontó ante el Elche y dominó por completo al Reus, pero en este caso no daba los frutos deseados y los blanquiverdes lograban contrarrestar el juego de los amarillos para dominar el encuentro. La mayor diferencia respecto a la pasada campaña y la actual es que el Cádiz parece que dispone de plan B y el míster está sabiendo utilizarlo en cada momento como mejor conviene.

¿Que el equipo necesita velocidad por las bandas? Pues juegan Jairo y Salvi. ¿Que el equipo necesita más control en el centro del campo? Salen Álex Fernández y Aketxe en la segunda parte y resuelven el partido. Cervera acierta de nuevo con los cambios y se lleva el gato al agua.

Cuando casi todos firmaban el empate tras ver como había trascurrido el partido, los amarillos lograban traerse los puntos a Cádiz ante la felicidad de los más de mil seguidores cadistas. Que esto no pare piensan en la ciudad andaluza.