Los malos tiempos vuelven a sobrevolar Vallecas. Tras un comienzo inigualable en 2019 con cinco partidos seguidos sin perder, de los cuales cuatro se saldaron con victoria, el Rayo Vallecano vuelve a caer en el pozo de la derrota y se complica una vez más los puestos de salvación y la permanencia en la categoría.
A pesar del gran juego mostrado por la plantilla de Míchel, los resultados no llegan y la situación del club comienza a preocupar hasta el punto de que, como se rumoreó a principio de la temporada, el futuro del entrenador está en entredicho. La vida de Míchel como entrenador del Rayo correría peligro si no consiguen la victoria frente al Villarreal este fin de semana.
Y es que, el encuentro contra el submarino amarillo presenta un doble peligro para los rayistas. El partido, que se disputará el domingo a las 18:30, puede marcar un antes y un después en la historia del Rayo, pero para mal. Si el conjunto de Calleja consiguiera los tres puntos en el Estadio de la Cerámica hundiría al Rayo Vallecano en la peor racha de derrotas de toda su historia: siete consecutivas.
Tras el 3-1 cosechado en el Camp Nou frente al F.C. Barcelona, el conjunto franjirrojo sumó la sexta derrota consecutiva, igualando así su peor racha en su historia en Primera División, conseguida anteriormente en cuatro ocasiones más; la última en la temporada 2013-2014 con Paco Jémez en el banquillo, consiguiendo finalmente la tan ansiada salvación.
Con 11 jornadas más por delante, el primer matchball del Rayo Vallecano se presenta con el característico color amarillo del submarino. Ante un rival directo como el Villarreal, los de Míchel tendrán que poner toda la carne en el asador para llevarse los tres puntos a casa y romper esta mala dinámica de resultados. Las armas están preparadas.