Una semana después de la vuelta al verde de Iago Aspas, el 10 volvió a liderar la remontada del Celta ante la Real Sociedad en un partido marcado por la lluvia en Balaídos. El conjunto txuri-urdin no fue capaz de mantener la ventaja que se llevó al descanso frente a un Celta que tiró de talento para llevarse los 3 puntos y salir de la zona de descenso.

El encuentro comenzó con la Real volcada al ataque ante un Celta amedrentado pese al recibimiento previo de la afición local, y consiguió 3 córners en apenas 7 minutos de partido. A partir del primer cuarto de hora los celestes amagaron con reaccionar al asedio donostiarra, pero en una jugada intrascendente el colegiado señaló penalti de Olaza sobre Oyarzábal. Willian José transformó la pena máxima para poner por delante a los visitantes pasada la media hora de partido y silenciar momentáneamente al estadio, que vio esfumarse las posibilidades de acabar la jornada fuera del descenso.

Los minutos siguientes fueron de acoso por parte de los atacantes celestes, que incluso llegaron a tener un mano a mano en las botas de Aspas que inexplicablemente acabaría enviándolo fuera de los tres palos. Los equipos llegaron al descanso con dos ocasiones para el Celta frente a las tres de la Real, aunque en el campo se veían indicios de lo que posteriormente acabaría sucediendo.

El conjunto vigués salió tan enchufado en la segunda mitad que tras una mala dejada posterior al saque de centro de los de Imanol, Iago Aspas se internó en el área para que Rulli provocase el segundo penalti de la tarde. El propio Iago puso el 1-1 desde los 11 metros batiendo al portero argentino con un tiro poco ortodoxo y dio así el punto de fe que necesitaba su equipo para confiar en la remontada.

En el minuto 57 llegó una de las jugadas que marcó el partido, pues tras dar un codazo a Okay, el árbitro enseñó la roja directa al brasileño Willian José, dejando huérfana a la punta de ataque de los vascos. Cuando al encuentro le quedaban poco más de veinte minutos, Hugo Mallo centró un balón desde la derecha para que de nuevo Aspas cabeceara el balón al fondo de las mallas y culminase así la remontada celeste que hizo estallar Balaídos. El delantero celebró con rabia el tanto  y recibió la amonestación después de quitarse la camiseta y dirigirse a su familia que estaba en la grada.

Las ocasiones se sucedieron para los dos equipos en los compases finales, donde destacó una vez más la figura que un Rubén Blanco galáctico que salvó a los de Escribá de recibir un nuevo gol que hubiese vuelto a poner las tablas en el marcador, destacando una parada a mano cambiada después de una tijera del recién ingresado Sangali.

Tras varias acciones donde se paró el partido, principalmente por los constantes golpes recibidos sobre el meta de los realistas, el colegiado que parecía no querer acabar de disfrutar del partido añadió 7 minutos sobre el tiempo reglamentario. En el 92’ y tras una jugada de Boudebouz, Maxi Gómez se apuntó a la fiesta empujando a placer un balón que supuso el 3-1 final para sentenciar el partido y acabar con el sufrimiento de la grada local.

Maxi Gómez celebrando su gol | Fuente: LaLiga
Maxi Gómez celebrando su gol | Fuente: LaLiga

Sonó el pitido final que dejaba al Celta fuera de descenso con 32 puntos, superando al Real Valladolid (30) y, a espera de jugar su partido, al Villarreal (31*). La Real en cambio pierde una oportunidad de acercarse a puestos europeos tras el pinchazo del Valencia que marca la sexta plaza. Igor Zubeldia, mediocentro realista, apuntaba a que para ganar en Balaídos “hay que estar los 95 minutos a tope y no hemos estado al 100%”.

Por su parte, Iago Aspas definía los tres partidos desde su vuelta como una “semana perfecta”, y no es para menos, pues el delantero ya firma cinco goles y dos asistencias en apenas 7 días. Además aprovechó para recordar su baja para el partido de la próxima jornada en el Metropolitano cumpliendo el ciclo de tarjetas: “La semana que viene me tocará descansar”.