El Real Zaragoza pasa por el centro del campo

Las buenas dinámicas del Real Zaragoza han coincidido, por segundo año consecutivo, con el buen rendimiento de sus centrocampistas.

El Real Zaragoza pasa por el centro del campo
Guti celebrando un gol | Foto: Andrea Royo, VAVEL
jantooon
Por Jorge Antón

A escasas tres jornadas de acabar la competición, el Real Zaragoza parece haber descubierto la clave para encontrar la senda del triunfo. Sin tiempo de reacción, el conjunto aragonés ha dado con la tecla para encontrar una superioridad sobre sus rivales. Lo curioso es, que casualmente es la misma tecla que funcionó la temporada pasada con Natxo González.

El famoso rombo de Natxo fue un verdadero torbellino en la segunda mitad del campeonato, consiguiendo una segunda vuelta histórica y superando la barrera de los 50 puntos en una sola mitad de competición

La pasada campaña, el técnico vasco encontró la forma de que el equipo maño fuera superior al resto de equipos. Esta superioridad pasaba únicamente por el centro del campo. El famoso rombo de Natxo fue un verdadero torbellino en la segunda mitad del campeonato, consiguiendo una segunda vuelta histórica y superando la barrera de los 50 puntos en una sola mitad de competición. Eguaras, como pivote, se erigió como la pieza fundamental del sistema. A sus costados aparecían distintos jugadores; Ros, Zapater, Febas, Guti o Buff. Un poco más adelantado se encontraba el mediapunta, posición que acaparó Papu con su calidad y sus interminables y efectivas conducciones. Un rombo imparable, al que ningún entrenador era capaz de hacer frente y que llevó al Real Zaragoza a quedar tercero en la competición doméstica.

Las buenas costumbres no deben perderse

Llegó Imanol Idiakez y con él, el 1-4-1-4-1. Sobre el papel la idea no parecía descabellada, pero en la práctica planteaba un grave problema. La ausencia de Eguaras, Guti y Papu obligaban a buscar soluciones imposibles. La filosofía de Imanol de crecer desde el balón se fue diluyendo debido principalmente a la ausencia de jugadores destinados a ser importantes con este estilo. El siguiente fue Lucas Alcaraz, que propuso un 1-5-3-2 y que solo le sirvió para conseguir una victoria ante el Nàstic, último clasificado.

Víctor Fernández dio continuidad al sistema de Lucas aunque con cambios en la forma de aplicarlo, dando mayor protagonismo a los carrileros. Sin embargo, poco a poco fue adoptando un sistema más parecido al de Imanol, aunque esta vez sí, con los jugadores apropiados para ello y dando mayor protagonismo a los futbolistas interiores. Con la llegada de Víctor, han sido varios los futbolistas que han dado un paso al frente, sintiéndose más cómodos con la nueva formación y el nuevo estilo. Entre ellos, cabe destacar el trivote formado por Ros, Guti y James, que parece haber venido para quedarse.

Javi Ros | Foto: Andrea Royo, VAVEL
Javi Ros | Foto: Andrea Royo, VAVEL

Frente al Extremadura, y debido a la ausencia de Eguaras, Víctor decidió, por primera vez esta temporada, probar un nuevo trivote. Un trivote formado por tres jugadores incansables y que aseguraban trabajo e intensidad los 90 minutos. Así fue. El Real Zaragoza dominó el partido de principio a fin con un control absoluto del centro del campo. Era la tercera vez que el Real Zaragoza ejercía un dominio tan abrumante en la zona media. La primera, contra el Oviedo, acabó con un 0-4 a favor de los blanquillos. La segunda, contra el Sporting, acabaría con 1-2 tras una épica remontada en El Molinón. 

Durante la última jornada, también contra el Sporting, el Real Zaragoza se hizo con el dominio del centro del campo, un hecho que le facilitó, y mucho, la consecución de los tres puntos. Tan sólo dos errores defensivos provocaron que el resultado no fuera una escandalosa goleada.

La continuidad es necesaria

De nada sirve hacer y rehacer un equipo año tras año. De nada sirve hacer una revolución cada temporada. Y eso lo sabe bien el conjunto maño. Tras muchos años en los que han pasado cientos de futbolistas —muchos de los cuales no recordaremos ni su nombre— el Real Zaragoza ha encontrado una estabilidad. La llegada de numerosos canteranos al primer equipo y el asentamiento de jugadores de fuera, como es el caso de Cristian Álvarez o Javi Ros, ha provocado que la afición maña pueda creer en que el objetivo del ascenso pueda estar más cerca que nunca. Sin embargo, hay una zona donde se teme especialmente la salida de ciertos futbolistas, lo que dejaría gravemente tocado al equipo.

James Igbekeme, ovacionado en su sustitución | Foto: Andrea Royo, VAVEL
James Igbekeme, ovacionado en su sustitución | Foto: Andrea Royo, VAVEL

James Igbekeme, recién llegado al club, es el que más lejos parece tener su futuro. Y no por que no desee continuar, sino porque la lista de clubes que andan detrás de él es demasiado larga. Su consagración como el mejor jugador del año en el Real Zaragoza ha levantado el interés de equipos de LaLiga o la MLS, lo que dificultará su continuidad en la entidad. Algo más claro parece el futuro del resto de mediocentros. Eguaras y Javi Ros cuentan con el cariño de la afición y, salvo sorpresa, seguirán vistiendo la elástica blanquilla. También se espera que lo haga Guti, al cual no le faltarán ofertas. Sin embargo, su elevada clausula y su amor por el Real Zaragoza facilitarán las cosas. Un caso muy parecido al de Alberto Soro, el cual está siendo seguido muy de cerca por clubes como el Eintracht o el FC Barcelona.

La continuidad del bloque es necesaria. La continuidad de los centrocampistas lo es aún más. La estructura y el esqueleto de este Real Zaragoza debe mantenerse para mantener viva la esperanza de la gente.