En Abril de este año parecía que la creación del equipo femenino del Celta solo estaba supeditada a la permanencia en primera división de la sección masculina, no obstante, una vez alcanzado ese objetivo, Mouriño volvió a dejar este proyecto en el dique seco alegando que el Celta no contaba con campos de fútbol suficientes para afrontar la creación del equipo femenino, lo que demuestra que, dentro del organigrama de decisión del club, la única persona interesada en la creación de esta sección es la consejera Carmen Avendaño, pero su soledad a la hora de abanderar este proceso lo aboca al estancamiento.

Lo cierto es que nunca había habido un entorno tan favorable para la creación de un equipo femenino como lo hay ahora, ya que no hay más que ver cómo se está desarrollando la Copa Mundial Femenina de Fútbol en Francia en la que, no solo está participando la selección española, sino que además ha conseguido un histórico pase a octavos de final nunca antes logrado. Estos logros no se quedan ahí, sino que gracias a una cobertura televisiva en abierto y buena publicidad se ha conseguido que el último partido de la fase de grupos ante China haya sido lo más visto del día en todas las cadenas temáticas, logrando pelear con las generalistas en su franja de emisión.

 

Esto confirma que se trata de un valor al alza en nuestro país por lo que la negativa tan escueta del presidente se hace difícil de entender ya que el Celta cuenta con numerosas categorías inferiores que disfrutan de los campos de fútbol que necesitan, existen multitud de campos municipales a los que optar en caso de necesitarlo e incluso se podría compatibilizar el uso de Balaídos como hacen otros equipos, incluso rivales, por Europa adelante.

Incluso si fuese cierto ese overbooking pese a contar con la nueva ciudad deportiva de Mos, existe una alternativa para desarrollar la sección femenina, como sería asociarse con clubes ya existentes que aporten la infraestructura y las jugadoras necesarias, aunque ya sabemos que a la directiva no le gusta esta opción porque no sería marca Celta en exclusiva, pero lo importante es sacar un equipo femenino para no estar entre los únicos cuatro equipos de la liga española que no lo tienen y poder servir de guía en una ciudad como Vigo, de más de 300.000 habitantes, en la que no existe un referente en el fútbol femenino profesional que seguir.

Si realmente sacar un equipo femenino de fútbol necesita tanto esfuerzo por parte del club, creo que es un sacrificio necesario para dar ejemplo en la ciudad y colaborar a tener una sociedad más abierta, tolerante e inclusiva.