El Rayo no pudo pasar del empate ante el Mirandés

El Rayo Vallecano se enfrentó a un Mirandés que se defendió con todo para salir con un punto de Vallecas.

El Rayo no pudo pasar del empate ante el Mirandés
Disputado partido entre el Mirandés y el Rayo. Fotografía: La Liga
viviana
Por viviana vega

La asistencia para el partido que suponía el debut del Rayo en la temporada 19/20 fue de 6.028 espectadores, poco público para ser el primer duelo y además en casa.

EL partido fue arbitrado por Pulido Santana, quien amonestó a Merquelanz y Sergio, y expulsó al canterano rayista Martín en la primera mitad.

En el papel, el equipo más experimentado era el Rayo, recién descendido y con jugadores de experiencia en Primera, mientras que el rival, el Mirandés recién ascendido tras superar los playoffs. Mientras que el objetivo del club de Vallecas es volver a la élite, la principal meta del conjunto burgalés es mantenerse en la categoría de plata.

La gran sorpresa fue la incorporación del canterano Martín en el once titular. Aunque lamentablemente el debut del joven no fue feliz, ya que le expulsaron en el minuto siete del primer tiempo.

En el 11 del primer tiempo, el Mirandés, gracias a una contra, se adelantó en el marcador con un gol de Álvaro Rey. El partido se puso muy cuesta arriba en menos de 15 minutos, un expulsado y un tanto en contra para el Rayo.

No pasaron ni tres minutos cuando el Rayo, en un ataque, encontró un penalti por una mano dentro del área del Mirandés. Desde los once metros, el encargado de golpear el balón fue Embarba, poniendo el empate en el marcador. Los franjirrojos, tras esta diana, se lanzaron al ataque con disparos que acabaron golpeando en el palo y llegadas que no se lograron concretar. Tanto en el 22 como en el 24 Merquelanz y Sergio, se ganaron sus respectivas tarjetas amarillas.

En el minuto 25, el Rayo se adelantó en el marcador. Nuevamente, una mano dentro del área permitió que Embarba volviera a marcar desde los once metros, el partido iba 2-1.

Madrid ardía a 40 grados centígrados de temperatura, y era más que obligado un pequeño parón para la hidratación de los jugadores. El Rayo, además, se tomó un momento para que Jémez realizara el primer cambio en el equipo, definitivamente un nuevo planteamiento táctico para conservar el orden en la defensa, saliendo Oscar Valentín y entrando Catena en su lugar.

El juego, en lo que quedaba en primer tiempo, fue de ida y vuelta, y el árbitro dio cuatro minutos más de añadido al partido. En el 47, segunda tarjeta amarilla para Carlos Julio Martínez, que levantó demasiado la pierna ante Saveljich, y se marchó por doble amonestación. La primera mitad acabó con fuerzas igualadas.

El segundo tiempo se inició con un Rayo proponiendo y atacando, con un equipo bastante más formado y seguro dentro del campo. El portero, Limones, se creció ya que tuvo mucho trabajo y salvó muchas opciones de gol del club vallecano.

Tanto el Mirandés como el Rayo hicieron cambios para refrescar al equipo. En el Mirandés se marchó Íñigo Vicente y entró al campo Ohemeng. En el minuto 65 y en el 69, el refresco se produjo en las filas de los de la franja, abandonó el césped Trejo y saltó al campo Mario Suárez.

Cuando todo parecía encaminado, Andrés marcó un golazo desde la frontal del área para poner las tablas de nuevo en el marcador. Llegó el empate en Vallecas en el minuto 71.

Nuevamente, en el minuto 76, se hizo una pausa por hidratación, ya que los jugadores se mostraban extenuados por el calor aún imperante. Es ahí donde se dió el tercer y último cambio del Rayo, entró Bebé y se marchó del terreno de juego Álvaro.

El Rayo siguió intentando adelantarse en el marcador en los últimos 15 minutos de juego con diferentes remates a la portería y llegadas. En el 81 se dio una de las jugadas más espectaculares del partido. Pozo se libró de cuatro rivales y centró hacia Piovaccari, que lamentablemente no llegó a conectar para el gol.

En el 86, Piovaccari recogió un remate de Bebé y disparó logrando un gol, que fue anulado por fuera de juego. El Rayo lo intentó hasta el final, pero sus embestidas siempre acababan en la frontal. No eran capaces de materializar el disparo a portería. El partido terminó 2-2.