Después del parón internacional y antes de comenzar la nueva temporada europea disputando el primer partido de la fase de grupos de la máxima competición continental, los de Ernesto Valverde se encomendaban a la confianza y a la suerte para volver a la senda de la victoria después de que en la jornada 3, el Club Atlético Osasuna terminara consiguiendo el empate en El Sadar. Con la mente puesta en coger más rodaje de cara a visitar el Signal Iduna Park el próximo martes, los azulgranas saltaban al césped del Camp Nou con el objetivo de sumar otros tres puntos a su casillero para recortar distancias respecto al líder de la tabla clasificatoria en un partido de revancha. El Valencia Club de Fútbol llegaba después de vivir todo un torbellino por el cambio de entrenador y con Albert Celades al mando y el conjunto blaugrana aprovechó para hacer de la posesión del esférico un monólogo en una noche que terminaría siendo una verdadera fiesta en Barcelona.

Después de que perdieran en la última final de la Copa del Rey, Ernesto Valverde, sabedor de la dificultad que siempre les ha supuesto enfrentarse al conjunto valenciano, apostaba por un once de garantías que tendría que hacer frente a un verdadero reto: conseguir la victoria sin Leo Messi, que todavía lesionado, observaría la actuación de su equipo desde las gradas del feudo culé. Sí estuvo Luis Suárez, que una vez más, demostró ser una pieza clave en el ataque del equipo, aunque terminó saliendo como revulsivo en la segunda mitad por Ansu Fati, la estrella que sorprendió a la afición blaugrana, que vivió otro sueño más y agradeció al técnico cacereño la confianza puesta en sus cualidades.

La cantera coge galones

Ansu Fati se encomendaba al Camp Nou en su primer partido como titular bajo las órdenes de Ernesto Valverde. La salida del joven jugador de 16 años del Juvenil A de Víctor Valdés daba la sorpresa en la afición blaugrana cuando se esperaba que Luis Suárez, ya recuperado de su lesión, volviera a los terrenos de juego. La actuación del delantero guineano convirtió el duelo en un espectáculo y trajo de cabeza a la zaga defensiva del conjunto valenciano.

Con varios destellos, algunos recortes, una lambretta y atrevimiento de cara a portería, Ansu Fati se convertía en el mejor jugador de los primeros minutos del partido y obtendría su recompensa marcando el primer gol del choque. Después del buen centro que el centrocampista holandés, Frenkie de Jong, metió desde la banda derecha, el delantero del Juvenil A se sobreponía a un defensa del conjunto valenciano y remataba a bocajarro hacia la portería de Jasper Cillessen, que no pudo parar la trayectoria del balón y evitar el 1-0 en el marcador.

Ante el subidón que cogió con el gol, Ansu Fati siguió sorprendiendo y fue adquiriendo más desparpajo. Con una actitud bastante ofensiva, consiguió meterse de lleno en el partido y una vez más, fue determinante en otra de las jugadas de gol. En el minuto 7 de partido, le metería un pase de la muerte a Frenkie de Jong, que remataría con solvencia ante el guardameta holandés del Valencia Club de Fútbol para poner el 2-0 en el marcador y protagonizar unos prolegómenos de espectáculo antes de la sentencia definitiva.

Por otra parte, el delantero del filial, Carles Pérez, fue el encargado de acompañar al joven delantero del Juvenil A en ataque. Con la presencia del de Granollers, Ernesto Valverde demostró tener confianza en la cantera azulgrana y tras recibir más razones para apostar por algunos de sus jugadores, fue testigo de cómo, poco a poco, La Masia iba cogiendo los galones que tanto necesitaba.

Una humillación para Jasper Cillessen

El que fuera guardameta del Fútbol Club Barcelona, Jasper Cillessen, regresaba al Camp Nou enfundando otra camiseta: la del Valencia Club de Fútbol. Albert Celades apostaba por él para defender la portería del equipo en un duelo que sería determinante antes de afrontar el choque europeo ante el Chelsea Football Club de Frank Lampard. En medio de tanta incertidumbre, el holandés velaba por demostrar ante sus antiguos compañeros que su equipo podía volver a obtener una victoria como la que ya consiguió en la final de la Copa del Rey, pero finalmente, no disfrutó de un buen regreso, sino que realmente fue amargo.

Con la ofensiva de Ansu Fati y el gol marcado por Frenkie de Jong, se vivió el principio del espectáculo. Era el principio. El regreso de Luis Suárez supondría la embestida final a un Valencia Club de Fútbol irreconocible que no pareció el mismo que cuando se alzó con la Copa del Rey de su centenario. Sin firma y sin nervio, el conjunto valenciano acusó su flojera, que sirvió para que el Fútbol Club Barcelona le fulminara con solvencia. Con Arthur Melo de interior izquierdo, Sergio Busquets de recuperador y Frenkie de Jong de interior derecho, la máquina azulgrana puso una marcha más y aceleró para sentenciar al equipo de Albert Celades en un partido en el que Gerard Piqué no quiso ignorar la oportunidad de firmar su primer gol de la nueva temporada liguera.

Con cinco goles a favor en el marcador, el conjunto de Ernesto Valverde pasaría por encima del Valencia Club de Fútbol, que únicamente conseguiría dos tantos insuficientes para lograr, al menos, empatar el duelo. La goleada conseguida en el Camp Nou terminaría suponiendo un antes y un después. Sin ser Kilyan Mbappé, pero recordando a Samuel Eto’o en su manera de perfilar las jugadas, Ansu Fati terminó siendo ovacionado por el Camp Nou en su estreno como titular con el primer equipo y dio un paso adelante demostrando con atrevimiento que puede y debe ser una estrella más que genere la ilusión que necesita el barcelonismo.

La opinión: hay que seguir así

Siempre se ha dicho que lo que verdaderamente funciona, tiene que seguir así. Así se espera con Ansu Fati, que en apenas tres partidos, ha dado razones de sobra para seguir yendo con el primer equipo. Su atrevimiento y liderazgo abrillantan las mieles que atesora La Masia, una fábrica de talentos que revive una época de ilusión por la confianza puesta en sus pupilos. Si con el delantero guineano, que mostró voracidad ante un equipo como el Valencia Club de Fútbol, las cosas van mejor, se tiene que prorrogar lo que le da chispa a la nueva imagen del equipo. Tal vez, el chaval pueda ser revulsivo en el partido que se disputará este martes en el Signal Iduna Park.

Con los tres puntos de la jornada 4 en su casillero, el Fútbol Club Barcelona consiguió llenar su medidor de confianza de cara a debutar en la nueva temporada de la máxima competición continental con el mismo objetivo de siempre: llegar a lo más alto posible y conseguir el trofeo que tanto llevan ansiando desde hace varias temporadas.

La rapidez en el juego que el equipo demostró ayer ante la afición blaugrana debe perdurar y si es necesario sentar a ‘vacas sagradas’, todo sea por el triunfo del equipo. Con revulsivos o no, este equipo comienza a pintar bien e ilusiona.