Hacia la tarde del lunes, se conocía el despido de Albert Celades como entrenador del Valencia CF tras diez meses desde que asumiese el cargo el 11 de septiembre de 2019. Horas más tardes, el club lanzaba un comunicado en el que Cesar Sánchez como director deportivo interrumpía de forma voluntaria sus funciones y, por tanto, cesaba su contrato. Como ha sido habitual en los últimos años de inestabilidad, Voro González, ha sido el encargado de llevar las riendas de un equipo a la deriva hasta final de temporada.

Con motivo de estos acontecimientos, el presidente del Valencia, Anil Murthy, volvía a sentarse ocho meses después junto al técnico interino en una rueda de prensa para dar explicaciones. Una intervención con una duración de dos escasos minutos en la que el presidente en primer lugar, agradecía la labor del que fuese sucesor de Marcelino García Toral, así como también la estancia de César Sánchez. Quien no recibió despedida ni agradecimientos tras tres años fue el central Ezequiel Garay, que justo ese día se cumplía el fin de su contrato y, por tanto, su adiós al club tras no llegar a un acuerdo.

En los últimos 6 años, el Valencia ha prescindido del servicio de un total de 9 entrenadores. El despido de Celades como técnico lo explica el presidente así: «He decidido que era necesario un cambio que ayude a reaccionar a esta gran plantilla para estar otro año en competiciones europeas». Los malos resultados del entrenador y los problemas extradeportivos pusieron de nuevo a Voro al mando pese a su rechazo. Anil afirmaba del mismo: «No necesita presentación, su compromiso con el club está por encima de todo» y resaltaba la importancia de los seis partidos restantes como claves en ese objetivo de volver a Europa una temporada más.

Asimismo, el presidente no ha estado exento de polémicas con el aficionado. Su última intervención para los medios del club fue tras el despido del técnico asturiano. Posteriormente concedía una entrevista para un medio online en el que tampoco quedó libre de criticas tras comentar que los entrenadores «deben de ejecutar las instrucciones de Lim como un funcionario» y recalcaba: «Un entrenador puede ganar la Champions, pero si no sigue las pautas de Meriton será despedido».

Tras esta última aparición, Anil no ha ejercido como presidente en los últimos meses en los que el equipo se encontraba en una situación crítica. Un mensaje de «tranquilidad» tras ocho meses y una despedida que sabe a poco en una escasa intervención para un valencianismo enfurecido.