El centrocampista del Submarino Amarillo Manu Trigueros fue premiado de la mano del presidente del Villarreal C.F, Fernando Roig, por su década de ‘groguet’. El club amarillo rindió el tradicional homenaje a los jugadores que cumplían esta temporada 10 años en la entidad amarilla, haciéndoles entrega de un pequeño Submarino de Cerámica.
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Creciendo de amarillo
El tiempo pasa rápido, tanto que ya han pasado diez años desde que Trigueros llegó a Vila-real para triunfar. En verano de 2010 el jugador se incorporó al filial del Villarreal para iniciar una brillante etapa que lo haría ser uno de los jugadores más destacados del club.
“Diez años muy felices en este maravilloso club”, escribía Trigueros en su perfil de Instagram. Feliz y agradecido se siente el de Talavera de La Reina que es historia viva del Submarino Amarillo.
Sus primeros pasos en el conjunto castellonense fueron en el filial, pero de pronto Manu dio el salto más alto. Sus buenas actuaciones en el Villarreal ‘B’ fueron claves para que el jugador pudiera ascender al primer equipo. Un jugador fundamental en la lucha del equipo amarillo en Segunda División. Trigueros fue gran culpa del regreso del Villarreal a la élite del fútbol español.
Junto a Marcos Senna y Bruno Soriano compartió su primer año en el primer equipo del Submarino Amarillo. Dos leyendas y eternos capitanes del club. A día de hoy, el futbolista talaverano sigue los pasos de los mejores jugadores de la historia ‘grogueta’.
Diez años de lucha y esfuerzo para superar la barrera de los 300 partidos con la elástica amarilla. Con el ‘14’ en su espalda y haciendo maravillas, Trigueros no ha dejado de brillar desde su llegada a Vila-real. Arte en sus pases, calidad y talento en sus pies.
En la temporada que acaba de finalizar el jugador ha disputado un total de 1.544 minutos en LaLiga, anotando 2 goles y 4 asistencias. El centrocampista ha realizado 880 pases cargados de magia.
Un jugador del pasado, del presente y del futuro. Con él, el Villarreal solo puede ganar.