Corrian las seis y media de la tarde cuando llegaban a El Alcoraz dos equipos que ilusionan este año. Los rojiblancos por el reciente fichaje de Suárez y el partido contra el Granada, al que pasaron por encima. Los alto-aragoneses porque llegan de segunda división con ganas de quedarse en primera, jugando un fútbol efectivo de la mano de Míchel y con contrataciones de seguridad como Siovas y recién llegados como Ontiveros.
Con todo este escenario, los atléticos se presentaban con los cambios de Hermoso, Thomas, Llorente, Vitolo y Suárez como novedades con respecto a la alineación de la semana pasada. El 4-4-2 habitual de Simeone.
Mientras que los oscenses salían con un claro 4-1-4-1 con Pedro Mosquera siendo el pivote por delante de los defensas y que acabaría saliéndose en un partido en el que él, Siovas y Andrés Fernández fueron de lo mejorcito de un bloque inquebrantable
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Primera parte
Comenzaba la primera parte con un ritmo pesado del encuentro, en el que desde el primer minuto se vio un Huesca replegado y un Atleti obligado a llevar la iniciativa. Sin embargo, no se veía la fluidez de combinaciones que contra el Granada, costaba mucho combinar en un medio del campo poblado por jugadores del Huesca.
Vitolo, que era el llamado a ser el más desbordante detrás de João, deambuló por el campo sin apenas influencia en el juego. Esto unido a que el Huesca, no solo colocó a nueve jugadores - a excepción del portero y el delantero centro que lo dejaban descolgado - por detrás del balón a defender, sino que sabía como hacerlo. Cada balón que alía rechazado de la defensa oscense, era seguido de una presión tras pérdida al jugador rojiblanco que lo recogía, posicionalmente espléndidos y con la pizca de suerte que se necesita en estos partidos para que la calidad de los grandes no acabe decantando el encuentro.
Partido muy plano de los de Simeone que se fueron al descanso con la sensación de tener que agitar la coctelera para intentar sacar los tres puntos.
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Segunda parte
Y vaya si la agitó, porque no hay mejor agitador en este equipo que Ángel Correa. Evidentemente el sustituido: Vitolo. De a poco se vio a un atlético con más ganas que las demostradas en la primera parte. Un tiro peligroso de Marcos Llorente que se fue por encima del larguero, João inspirado y de esa inspiración nació un pase a Luis Suárez que el uruguayo no supo definir bien.
Pocos minutos después siguió agitando el míster argentino dando entrada a Costa y Carrasco por Suárez y Llorente. Poco a poco el Atleti combinaba más y mejor pero aún faltaba lo más importante, el gol. Mientras tanto el Huesca acechaba tímidamente la portería rival con alguna que otra contra.
Cabezazo de Felipe que se fue alto y un par de acciones de João mediante, Simeone dio entrada a Koke por Saúl en la última sustitución del partido por parte de los colchoneros. Y suya fue la ocasión más clara del partido en un caracoleo de Yannick y pase de la muerte que remató el madrileño pero que rechazó en boca de gol el griego Siovas, completando así un partidazo.
Poco más que rescatar en un partido que destacó por el buen hacer de la defensa oscense, no solo defendiendo por acumulación de jugadores sino también haciéndolo con conocimiento de causa. Mientras que por parte rojiblanca, se vieron cambios con respecto al equipo del año pasado pero aún así faltaron esas combinaciones a uno-dos toques que tanto fruto dio contra el Granada, y que permitían desarbolar la defensa rival.