El Barcelona pasó el rodillo en el campo del Betis gracias a una actuación colectiva sobresaliente. Las de Lluís Cortés se encontraron con una propuesta bética claramente ambiciosa que les exigió su mejor nivel para plantarse en campo contrario y, ahí, marcar la diferencia como de costumbre.
Las presiones de ambos equipos
Tanto Betis como Barça plantearon sendas presiones muy arriba con el objetivo no solo de incomodar sino de robar el balón para generar ocasiones rápidamente. Sin embargo, una fue mucho más efectiva que la otra. En salida de balón, las barcelonistas tenían dos atajos por los que crecer: la dupla Alexia-Mariona que se juntaba en el sector izquierdo y los pases en largo a Graham Hansen en el flanco derecho. Con ello, las azulgranas también conseguían posicionarse en campo rival para presionar tras pérdida, fundamental para entender el dominio del Barça en el marcador.
Superioridad abusiva
Quizá la única fisura del planteamiento del Real Betis fue la de que se enfrentaban al equipo más dotado técnicamente para salir de la presión y castigar al espacio. Cada jugadora conseguía esos segundos de más para levantar la cabeza y hundir la defensa rival para embotellar casi por defecto a las futbolistas béticas.
Las mejores
Alexia Putellas y Graham Hansen fueron las estrellas del partido. Alexia fue el eje por el que giró el ataque azulgrana, distribuyendo a su antojo en el centro del campo culé. Además, dejó un gesto técnico sensacional en el 0-2 de Mariona; control del balón sin que bote y pase de volea.
Por su parte, Graham estuvo uno o dos escalones por encima del partido. Desbordó constantemente hacia dentro y hacia fuera, marcó un gol y dejó otra asistencia. La noruega está en un momento de forma increíble.