David Alaba ha demostrado en su, de momento, corta estancia en el Real Madrid valía como futbolista. Pero, también ha mostrado su faceta como líder dentro y fuera del campo. El zaguero madridista es uno de los pilares fundamentales del equipo de Ancelotti

Una pareja infranqueable

El austriaco llegó en una situación bastante compleja. Ramos y Varane acababan de abandonar la entidad blanca y, los madridistas no las tenían todas consigo con respecto al cambio de cromos que había hecho Florentino. Es cierto que Alaba ya había demostrado su nivel en el Bayern, pero Militao no había entrado con buen pie al Santiago Bernabéu, por lo que, los merengues dudaban del desempeño de la nueva pareja de centrales. Sin embargo, todas las dudas que pudieran existir se despejaron en cuestión de dos partidos.

Militao y Alaba parecían conocerse de toda la vida. El brasileño y el austriaco comenzaron a complementarse a la perfección desde el primer día. El ex del oporto aporta la contundencia y el poderío aéreo; mientras que, el ex del Bayern es el encargado de la salida de balón y de ir al corte. Ambos dotan al Real Madrid de una seguridad defensiva que permite al cuadro de Carlo Ancelotti desplegarse en ataque sin miedo por lo que deja atrás.

El ”4” blanco está en buenas manos

Por otro lado, la controversia del dorsal sacudió a David desde antes de enfundarse la elástica blanca. Cuando se confirmó la salida de Sergio Ramos, comenzó a especularse con qué dorsal luciría el nuevo fichaje blanco. Muchos catalogaron de falta de respeto o innecesaria la posible elección del número “4” por parte de Alaba, ya que este dorsal había pertenecido durante muchísimos años a una auténtica institución blanca como Sergio Ramos. Sin embargo, al austriaco no le pesaron las posibles críticas y asumió la responsabilidad de enfundarse el “4” del club blanco.

Dorsal de <strong><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/03/10/real-madrid/1104602-analisis-post-de-madrid-al-cielo-al-cielo-de-europa.html' href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/03/10/real-madrid/1104602-analisis-post-de-madrid-al-cielo-al-cielo-de-europa.html'>David Alaba</a></strong> I Foto: Getty Images
Dorsal de David Alaba I Foto: Getty Images

Cuando se oficializó la elección de dorsal de Alaba, el aluvión de críticas se multiplicó por parte de un sector del madridismo que pareció olvidar la cruda realidad. La realidad de que el futbolista que se había ido, lo había hecho por dinero; mientras que, el futbolista que acababa de llegar había rechazado ofertas multimillonarias por cumplir su sueño de jugar en el Real Madrid.

Poco tardó Alaba en callar bocas. El nuevo “4” del Real Madrid mostró entrega por la camiseta, compromiso por el club y, sobre todo, un rendimiento extraordinario. Además, David no solo ha sido regular en lo que llevamos de campaña, sino que ha sabido elegir las grandes citas para erigirse como un líder del equipo. En su primer clásico logró anotar un auténtico golazo para certificar la victoria blanca y desatar la locura madridista. En ese momento, todo el madridismo comprendió que ese dorsal que porta en la espalda no podía haber tenido mejor sucesor.

Gol de alaba conta el Barça I Foto: Getty Images
Gol de alaba conta el Barça I Foto: Getty Images

Alaba asume el liderazgo en los partidos importantes

Lo ocurrido en el clásico le convirtió en un ídolo para los merengues, pero lo que aconteció en la eliminatoria frente al PSG ha hecho que Alaba ya forme parte de la historia blanca. El austriaco llegaba al partido en entredicho, como el resto de sus compañeros, por el pésimo partido que había hecho en París. Alaba tenía claro que el Real Madrid eliminaría al PSG y su actitud en el campo lo demostró. Tras el primer gol de Kylian, fue el primero en levantar la cabeza y poner las pilas a sus compañeros. Él, desde la zaga, guío al equipo a la victoria.

Alaba levantando la silla I Foto: Getty Images
Alaba levantando la silla I Foto: Getty Images

La corta trayectoria de Alaba en el Real Madrid puede definirse con su celebración en el tercer gol de Benzema. El austriaco enloquecido corrió al córner para festejar con sus compañeros. Entonces observó una silla, su silla, la silla del Real Madrid en la Champions, y decidió levantarla al cielo de Madrid, al cielo del Bernabéu, en un claro gesto de reivindicación. Además, el propio Alaba confirmaría su gesto en redes con un mensaje contundente: “Don’t sit in our chair!” (¡No os sentéis en nuestra silla!). Esta frase tiene un claro significado. Esa silla representa Europa, la Champions, representa la silla del campeón, el trono del rey de Europa… en definitiva, esa silla explica a la perfección la relación entre Champions League y Real Madrid. Con ese gesto y con esa frase, el bueno de David Alaba demostró haber entendido a la perfección lo que significa el Real Madrid.