El equipo dirigido por Julen Lopetegui se enfrenta el domingo a un Atlético de Madrid, ya clasificado para Champions, en busca de unirse a Real Madrid, FC Barcelona y el propio conjunto colchonero y cerrar la zona de la Liga de Campeones de LaLiga Santander de cara al próximo curso.
La segunda mitad de temporada del conjunto de Nervión no está siendo la esperada. Eliminados de la Copa del Rey en octavos por su máximo rival y vigente campeón, el Real Betis Balompié, cayendo en octavos de final de la Europa League ante el West Ham inglés y con una decepcionante segunda vuelta liguera (6V, 4D y 9 E), el Sevilla no tiene asegurada su clasificación para Champions y está obligado a ganar uno de los dos partidos restantes de liga que le queda frente al Atlético de Madrid y Athletic Club de Bilbao para salvar la temporada.
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Bajas aspiraciones para una plantilla de este nivel
El comienzo de la vigente temporada resultó brillante para un Sevilla FC que luchaba mano a mano con el Real Madrid en una liga que tanto FC Barcelona como Atlético de Madrid comenzaron mal. La llegada en verano de Rafa Mir y la permanencia de Koundé y de los jugadores importantes en el equipo (Ocampos, Papu Gómez, Diego Carlos, Fernando…) hacían soñar al conjunto entrenado por Lopetegui con alzarse con la liga 76 años después.
La primera vuelta de LaLiga Santander fue increíble para los sevillistas, logrando cosechar 14 victorias en 19 partidos, ganando a equipos del calibre del Atlético de Madrid y del Real Betis Balompié, pero tras el comienzo de la segunda vuelta el equipo entrenado por Lopetegui cambió drásticamente a mal en cuanto a juego y sobre todo, en cuanto a resultados. Tras el comienzo del segundo tramo de temporada, el mal momento de forma de jugadores como Ocampos y Rafa Mir junto a las marchas de Bono, Munir y En-Nesyri a la Copa África hicieron reaccionar a la directiva sevillista que acabó por decantarse por Anthony Martial y "Tecatito" Corona como refuerzos de cara al mercado invernal, aunque los resultados no acabaron por llegar y la distancia con el Real Madrid aumentó hasta tal punto que en la actualidad el Sevilla se encuentra cuarto en la clasificación jugándose una plaza de Champions con un Betis que se asoma muy de cerca, a solo 4 puntos.
Para ello, el equipo de Nervión está obligado a centrarse en los dos partidos restantes si quiere seguir con la dinámica de “gran equipo” en la que lleva instalado varias temporadas por lo que es necesario que Lopetegui demuestre por qué el Sevilla confío en él y logre encajar cada una de las piezas del equipo a la perfección en estas dos últimas “finales” que le quedan de campeonato.
La primera de estas dos finales será el domingo frente al Atlético de Madrid. Para este encuentro el entrenador del Sevilla FC no podrá contar ni con Erik Lamela por acumulación de tarjetas ni tampoco con Martial que sigue tocado desde el partido frente al FC Barcelona, aunque recuperará a un Acuña que ha demostrado ser intocable tras la marcha de Sergio Reguilón hace ya dos años. Por esto, se espera que Lopetegui apueste por un sistema 4-3-3 con Bono, Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Marcos Acuña, Rakitić, Joan Jordán, Papu Gómez, Corona, En-Nesyri y Ocampos.
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Lopetegui también se la juega
La importancia de clasificarse para la Champions es clara y necesaria para el Sevilla FC, pero también lo es para su entrenador. En este final de temporada, Lopetegui se la juega, y ya son varios los medios que señalan que en caso de que el Sevilla no consiguiera clasificarse para la Liga de Campeones, el club podría replantearse la salida del español.
La apuesta del club por el ex entrenador del Oporto, de la Selección Española y del Real Madrid fue máxima, ya que la directiva siempre le ha dado al entrenador vía libre para las incorporaciones que más le gustaran, dentro, claro está, de lo posible para el club. Por lo que el Sevilla espera una respuesta del español y que en este final de temporada consiga solventar esta delicada situación, clasificando al equipo, otro año más, para la Uefa Champions League.