Bendito dilema, que diría aquel, el que tiene Carlo Ancelotti en su plantilla. Rudiguer, Alaba y Militao, tres de los mejores centrales de Europa. Veteranía, juventud, experiencia, poderío y sobre todo, mucho fútbol en las piernas de tres jugadores que han demostrado estar más que aptos para ocupar la zaga del club blanco. Ahora el técnico italiano debe tratar de combinarlos, en esa búsqueda de su once de gala con el que pueda presentarse en las grandes noches.
Aferrado a lo que tan bien funcionó a lo largo de la temporada pasada, en por lo menos una gran parte de esta, Militao y Alaba parten con ventaja. Consiguieron hacer olvidar de una tajada a Sergio Ramos y Varane, que se dice pronto, y se han ganado la confianza absoluta del entrenador, que respetó incluso la decisión de Alaba de seguir siendo central pese a que la solución más clara sería mandarlo al lateral.
A partir de ahí, la irrupción de Rudiguer no ha modificado nada, o casi nada. Hablar del alemán es nombrar a un campeón de Europa, a un jugador versátil, potente, rápido, contundente y que va a hacer enloquecer al Santiago Bernabéu a las primeras de cambio, como ya lo hiciera siendo todavía jugador del Chelsea en lo que fue toda una exhibición de lo que debe hacer un central en Champions. Ahí conquistó al mítico estadio, ahora solo le queda enamorarlo perdidamente.
Fue el primero en visitar el lateral izquierdo en pretemporada, para tratar de frenar a Dembelé, pero también ha sido el que más se ha movido, desplazándose incluso hasta el lateral derecho, ese que tantos problemas ha dado y para el que todavía no se avecina una solución clara, o por lo menos brillante. Ha entrado también como central, pero siempre en sustitución de alguno de los otros dos.
Frente al Espanyol fue la primera oportunidad de verlos juntos, y esta vez el que ocupó el lateral fue Alaba. Aunque el austriaco, como gran jugador que es, se le pudo ver como pivote o como central, porque cuando el talento es tanto, el fútbol deja de funcionar mediante posiciones y pasa a hacerlo mediante campos, y el RCDE Stadium fue una buena prueba.
Frente a rivales donde Mendy no pueda ser una solución, este esquema puede ser el que mejor el encaje a Ancelotti, pero lo cierto es que todavía queda mucho rodaje para poder llegar a las rondas decisivas de Champions con la alineación aprendida, ya que la competencia es mucha y nadie quiere quedarse fuera. Alaba-Militao-Rudiguer, la competición de tres bestias por vestir la camiseta del Real Madrid, como una vuelta a la mitología griega y a sus competiciones, como una guerra entre tres mundos, tres trenes a toda velocidad que están dispuestas a chocar antes que ceder su hueco. Porque eso es el Real Madrid, un equipo donde cada minuto sobre el césped se paga con el sudor de la frente y con la sangre de la espada.