El líder de LaLiga se mostró solvente y volvió a dominar el encuentro de cabo a rabo, sin embargo, un despiste defensivo y el consecuente gol espanyolista al filo del primer tiempo complicaron el devenir del encuentro a los chicos de Ancelotti. No obstante, los blancos volvieron a ponerse por delante en los últimos minutos de juego, al más puro estilo Real Madrid.

¿Cómo se planteó el encuentro desde los banquillos?

Comenzando por el conjunto local, Diego Martínez contaba con la baja sensible de Raúl de Tomás. Así pues, el técnico vigués salió con todo lo que contaba para tratar de dar la sorpresa ante el vigente campeón. La alineación del conjunto local fue la siguiente: Lecomte bajo palos; línea de cuatro para Óscar Gil en el lateral diestro, Cabrera y Calero como pareja de centrales, y Brian Oliván en el lateral izquierdo; en la sala de máquinas, Vini de Souza partió como pivote, mientras que Edu Expósito y Darder formaron como interiores; Rubén, por la derecha, y Puado, por la izquierda, ocuparon las bandas; y Joselu fue la referencia ofensiva.

Sin lugar a dudas, el gran descubrimiento y figura del partido fue Rubén Sáez. El joven canterano espanyolista fue el mejor de su equipo, ocasionó grandes problemas en la zaga madridista y fue capaz de asumir los galones en la faceta ofensiva de su equipo. Del mismo modo, Joselu también supo interpretar a la perfección los tempos del partido, ofreció una multitud de soluciones a sus compañeros y, además, obtuvo el premio del gol ante el equipo donde se formó.

Por su parte, el vigente campeón, con Carlo Ancelotti a los mandos, volvió a rotar en defensa y en la medular. En esta ocasión fueron Camavinga, Carvajal y Mendy los damnificados que tuvieron que comenzar el partido desde el banquillo. Por tanto, Carletto salió con Courtois en meta; Lucas Vázquez en el lateral derecho, Rüdiger y Militao como pareja de centrales, y Alaba regresó al lateral izquierdo; en la sala de máquinas, Tchouaméni hizo de Casemiro escoltando a Kroos y Modric que partieron como interiores; y, en ataque, el tridente lo formaron Vini Jr y Valverde, tirados a las bandas, y Benzema en punta de ataque.

La gran baza ofensiva del conjunto blanco, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, fue Vini Jr. El brasileño se ofreció, no paró de desmarcarse, encaró, regateó, ayudó en defensa y, como si todo esto fuera poco, logró abrir la lata del encuentro. Pero emplazando el partidazo del joven talento madridista para más adelante, cabe volver a resaltar el partido de Tchouaméni. El nuevo fichaje blanco se mostró muy sólido en tareas defensivas, intercambió en varias ocasiones su posición con Luka Modric para sumarse al ataque y aportar en faceta ofensiva y, además, fue el encargado de asistir a Vini Jr en el primero del encuentro.

Así transcurrió el partido

El pitido inicial del colegiado dio paso a un auténtico vendaval blanco. Los futbolistas del Real Madrid salieron al encuentro con la convicción de volver a sumar de tres y se lo hicieron saber al rival desde el minuto cero. La superioridad merengue se vio reflejada tanto en ocasiones como en una posesión abrumadora para los chicos de Carletto. El gol parecía estar al llegar y así fue, una gran combinación de los centrocampistas madridistas culminó con una asistencia de ensueño de Aurélien sobre Vinicius y el posterior gol del brasileño. Volvieron a ser ellos dos, quiénes si no; ya la liaron en Balaídos y el RCDE Stadium no iba a ser menos; uno de ellos tardó apenas dos años en cerrar todas las bocas que le habían criticado y se habían burlado de él, el otro consiguió disipar dudas en su segundo encuentro con la elástica blanca. Son Vinicius y Tchouaméni; son Vini Jr y Aurélien; son el presente y futuro del Real Madrid; son el mejor futbolista del mundo y el mejor pivote defensivo de los próximos diez años; son dos de los futbolistas que dominarán la próxima década del fútbol europeo… así que vayan apuntando sus nombres y quedándose con sus caras.

<strong><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/08/13/real-madrid/1119751-ancelotti-las-sensaciones-son-buenas-y-tenemos-toda-la-ilusion-del-mundo-para-defender-el-titulo.html' href='https://www.vavel.com/es/futbol/2022/08/13/real-madrid/1119751-ancelotti-las-sensaciones-son-buenas-y-tenemos-toda-la-ilusion-del-mundo-para-defender-el-titulo.html'>Vini Jr</a></strong> y Tchouaméni en la celebración del primer gol I Imagen: Getty Images
Vini Jr y Tchouaméni en la celebración del primer gol I Imagen: Getty Images

Tras el primer gol madridista, las cosas se mantuvieron tal cual estaban. El Madrid continuó dominando y el Espanyol se mostraba impotente ante la superioridad blanca. Aun así, el conjunto catalán logró aguantar y resistir con el 1-0 hasta que, cuando restaban dos minutos para la conclusión del choque, Joselu Mato se encontró con su propio rebote y fulminó a un Thibaut que no pudo hacer nada ante el segundo disparo del ariete español. La locura inundó las gradas del RCDE Stadium y el banquillo del conjunto local. Habían logrado empatar a todo un Real Madrid sin haber creado apenas peligro y sin proponer nada durante toda la primera parte. Así pues, ambos conjuntos enfilaron el túnel de vestuarios con las tablas en el luminoso.

Celebración <b><a  data-cke-saved-href='https://www.vavel.com/es/data/joselu-mato' href='https://www.vavel.com/es/data/joselu-mato'>Joselu Mato</a></b> I Imagen: Getty Images
Celebración Joselu Mato I Imagen: Getty Images

Frenética segunda parte, de las que gustan en Chamartín

Los segundos 45 minutos dieron comienzo continuando con la tónica predominante en el primer tiempo, aunque, para ser honestos, en esta segunda parte, el Espanyol logró igualar la intensidad madridista en algunos tramos del partido. Los minutos fueron pasando y, aunque las ocasiones se sucedían una y otra vez en favor de los blancos, el gol no acababa de llegar. La gran actuación de Lecomte en el segundo acto sumado al poco acierto y el poco ritmo de competición que parece tener Karim Benzema de momento, mantuvieron las tablas en el luminoso. Sin embargo, de todos es sabido y, sobre todo, observando el camino del rey de Europa por la pasada Champions, que al Real Madrid nunca se le puede dar por muerto y, en la noche de domingo, los merengues se encargaron de recordarle al mundo por qué. El partido parecía encaminado al empate, los minutos ya estaban haciendo mella tanto en locales como en visitantes, pero, a decir verdad, los cambios le habían sentado muy, pero que muy bien al Real Madrid. Desde la entrada de Camavinga, que realizó un partido soberbio, y la revolución que impuso Rodrygo Goes, el Real Madrid había adquirido un ritmo de partido superior y, todo ello dio sus frutos.

Corría el minuto 88, cuando Vini Jr trataba de encarar al borde del área; al verse sin opciones decidió ceder el esférico a su compatriota Rodrygo y, éste, acostumbrado a ponerse el traje de héroe cuando el equipo más lo necesita volvió a sacarse un truco de la manga para enmudecer a todo el estadio espanyolista. En esta ocasión, el joven brasileño se orientó el balón y con el guante que posee en su pierna derecha la puso milimetrada a la espalda de los centrales y al pie de Karim. El 9 madridista y el, más que probable, nuevo balón de oro solo tuvo que meter la bota y empujar el esférico al fondo de las mallas. 1-2, el Real Madrid había vuelto a hacerlo, el conjunto blanco había vuelto a sacar adelante un partido que parecía evocado al empate. Sin embargo, si algo caracteriza a la entidad blanca es que siempre quiere más y más. Así pues, a pesar del gol de Benzema, el conjunto madridista siguió apretando en busca del tercero y no paró hasta conseguirlo.

En esta ocasión la polémica fue la protagonista del tercer tanto madridista. Un error defensivo del Espanyol y una mala salida de Lecomte hicieron que Ceballos ganara la disputa al guardameta parisino y habilitara a Rodrygo para anotar el tercero. Sin embargo, el extremo brasileño se encontraba en posición antirreglamentaria, por lo que el colegiado invalidó el gol madridista. Sin embargo, el VAR, esta vez sí cumpliendo su cometido, avisó a Melero López de una posible infracción del portero del Espanyol. Tras revisar la jugada y observar la patada que Lecomte había endosado al bueno de Ceballos, el árbitro decidió expulsar al guardameta y señalar libre directo a favor del Real Madrid. Todos los cambios estaban realizados, por lo que, al conjunto local no le quedaba otra que elegir a uno de sus futbolistas para que se pusiera bajo palos. Cabrera, el capitán perico, no dudó en asumir la responsabilidad y enfundarse los guantes. Sin embargo, nada pudo hacer ante el lanzamiento de Karim Benzema. El capitán blanco optó por un golpeo seco al lado del “portero” y logró anotar el 1-3 definitivo.

Por último, en lo referente al partido, cabe hacer mención especial a la celebración de los futbolistas blancos tras el último gol de Benzema. Los muchachos dirigidos por Carlo Ancelotti festejaron el tercer y definitivo tanto saltando y bailando como si aquello implicara la consecución de un título. Esa celebración, esos gritos, esos bailes, esos saltos… implican mucho más que un simple festejo; esa celebración hace ver la piña que hay formada en el vestuario del Real Madrid, dado que, como ha hecho saber el propio técnico en multitud de ocasiones, eso no es solo un equipo, sino también una familia.

Dos futbolistas brillaron con luz propia

En primer lugar y, con permiso de Tchouaméni que también estuvo descomunal, cabe resaltar los minutos disputados por Eduardo Camavinga. El nuevo 12 blanco demostró en la noche del domingo jugar a un nivel diferente a los demás. Su velocidad, su poderío físico, su capacidad para leer el fútbol y saber interpretarlo, su liderazgo sobre el verde con tan solo 19 años, su elegancia con el balón en los pies y, sobre todo, sus conducciones que rompen una y otra vez líneas de presión hacen de Eduardo Camavinga el mejor centrocampista de la próxima década futbolística sin lugar a dudas. Si Ancelotti le dio descanso en esta jornada para comprobar si este Madrid también puede funcionar sin él, debió tomar consciencia de que con Camavinga el conjunto blanco juega a otra cosa, juega bajo la batuta del mago francés.

Camavinga golpeando balón I Imagen: Getty Images
Camavinga golpeando balón I Imagen: Getty Images

Por otra parte, la otra mención especial, aunque llegará un momento en el que se agoten los calificativos para definir a este chico, es para Vini Jr. En el partido ante el Espanyol, Vinicius volvió a ser elegido mejor jugador del partido y no es para menos con el despliegue físico, futbolístico y táctico que ofreció en el encuentro frente al Espanyol. El recital que dio el brasileño no es ni más ni menos que la confirmación de que este chaval, en estos momentos, es el mejor futbolista del mundo, aunque a muchos les cueste reconocerlo. Ante los pericos volvió a anotar, un gol de nueve; de tiralíneas; de futbolista con hambre, con hambre de comerse el mundo; de un futbolista que no se cansa de brillar, de callar bocas, de sonreír y hacer sonreír a los demás… en definitiva, un gol de alguien que sabe que dominará el fútbol mundial en apenas unos años, si es que no lo está haciendo ya. Quizás la noticia en el día de ayer es que Vini Jr no se besara el escudo, pero lo que sí hizo fue bailar. Bailó, bailó por todos aquellos que le insultaron en Balaídos; bailó por todos aquellos que iniciaron una campaña de desprestigio contra él llamándole provocador; bailó por todos los madridistas a los que había puesto en pie; bailó por su Brasil… bailó para hacer ver que este Madrid, su Madrid, sigue bailando al ritmo de Vini Jr

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