La calidad de la cantera viguesa es un hecho conocido a nivel nacional, e incluso fuera de nuestras fronteras. Hugo Mallo, Jonny Otto, Borja Iglesias, Joselu, Denis Suárez o Iago Aspas son algunos ejemplos de jugadores que han alcanzado un gran nivel en el fútbol profesional tras abandonar A Madroa. El porriñés Gabri Veiga es la prueba de que los jóvenes siguen brillando con fuerza en casa Celta.

Rápida adaptación

Gabriel Veiga Novas, conocido como Gabri Veiga, empezó a dar pasos agigantados hacia el fútbol profesional en 2019. Tras varias temporadas jugando en equipos del filial celeste, el mediocampista gallego debutaba en el Celta B el 25 de agosto de ese año, frente al Internacional de Madrid. Empezaría entonces a destacar por su gran calidad con el balón en los pies y versatilidad ofensiva, llamando la atención del primer equipo. Prácticamente un año más tarde de su estreno en la tercera categoría nacional, en septiembre de 2020 debutaba en primera división en Balaídos frente al Valencia. Desde entonces, gracias a sus buenas actuaciones y veloz adaptación al sistema de juego de Eduardo Coudet, Gabri ha sido un nombre habitual en las listas del entrenador argentino, e incluso a alcanzado la titularidad en varias ocasiones. 

Irrupción estelar

Aunque lleve tres temporadas teniendo minutos en la primera plantilla, ha sido el comienzo de este curso 2022-23 donde Veiga ha dado un salto de nivel que ha impresionado al celtismo, revolucionando todos los partidos en los que ha salido desde el banquillo, repartiendo una asistencia e incluso estrenándose como goleador en La Liga contra el Atlético de Madrid. El mediocentro de O Porriño ha destacado en cada partido, oxigenando la circulación del cuero, atacando con inteligencia los espacios y comandando el ataque durante bastantes minutos. Esta mejoría sustancial de sus habilidades le ha llevado a participar en casi tantos partidos de liga (5) en las cinco primeras jornadas como los que disputó en toda la temporada anterior (7), y se prevé que pronto batirá esta cifra. De hecho, en las últimas semanas, algunos medios y aficionados empiezan a pedir a gritos su titularidad convencidos de que tiene un gran margen de mejora, y de que el Celta cosechará grandes resultados siempre que él esté sobre el césped.  

En definitiva, la irrupción definitiva de Gabri en el equipo demuestra que la cantera del Celta sigue generando perlas capaces de deslumbrar con su fútbol y tener peso en la primera plantilla al mismo tiempo. El mediocampista de 20 años es el último ejemplo de una larga estirpe de canteranos ilustres. El último, por ahora.