Noche encapotada en la isla y recibimiento caldeado a Álvaro Cervera. El que fuera entrenador de los chicharreros, en estos momentos al frente del Cádiz, regresaba a la isla después de ser destituido de su cargo hace dos campañas. Día de bienvenidas por tanto, y las más de 8.000 personas que presenciaron el partido esperaban que fuera también una bienvenida a esa ansiada victoria que solo se ha podido saludar en dos ocasiones en esta Segunda División, una de ellas solo en casa.

Los chicos de Martí saltaron al campo con alguna novedad en el once. Camille sustituyó a Cámara aún renqueante del golpe del partido de Copa del Rey, además de Crosas por Aitor Sánz, sancionado en este caso. Parece que el trivote ha pasado a mejor vida. El resto fue la entrada de Amath y Aarón de nuevo en el once y la vuelta de Dani Hernández a la puerta después del parón de selecciones.

Empezó apretando el Tenerife desde el minuto uno con un córner a favor, pero rápido se vio el guion que seguiría el partido. Por segundo partido consecutivo los tinerfeños no tenían la posesión de balón y estaban incómodos sobre el verde. El encuentro no era de su talla en los primeros minutos, probablemente  a causa de la presión asfixiante de los gaditanos que empezaron con una mayor intensidad provocando numerosas pérdidas de balón en los locales, no estaban cómodos los canarios.

Y empezaron a llegar las ocasiones, sobre todo las del Cádiz F.C que en el minuto 4 ya dio su primer aviso a través de un tiro de José Mari. Los de Cervera estaban siendo más insistentes de cara a puerta centrando su peligro en la figura de Carlos Calvo y Rubén Cruz, toda una pesadilla para la zaga blanquiazul. El Tenerife necesitaba una brújula para encontrarse en el partido, antes de que fuera tarde.

Acción de Suso en el partido del Tenerife frente al Cádiz de la décima jornada de LaLiga123. Foto: LaLiga
Acción de Suso en el partido del Tenerife frente al Cádiz de la décima jornada de LaLiga123. Foto: LaLiga

En medio de un ritmo desenfrenado como si de un partido de tenis se tratara de lado a lado, al conjunto chicharrero no le duraba nada el balón, muchas imprecisiones y poco fútbol en los primeros minutos que generaron la primera música de viento de la temporada en el Heliodoro.

Tuvimos que esperar hasta el minuto 12 para ver el primer disparo de los tinerfeños, Amath disparó desviado tras una contra mal elaborada que acabó de mala manera y sin claridad. Con el paso de los minutos el Tenerife fue adaptándose y encontraron el rumbo en el que surcar hacia la victoria. Y a punto estuvo de atracar en el puerto del gol una ocasión de Amath, que con una jugada individual estuvo a punto de marcar el primer tanto del partido, pero su remate se estrelló en la defensa andaluza, al igual que el rechace que recogió Iñaki.

La respuesta del Cádiz fue inmediata por medio de Ortuño y un disparo al lateral de la red y otro de Carlos Calvo que se fue muy centrado. Las líneas tan separadas en la medular gaditana propiciaron una mejora de los blanquiazules que al fin encontraron el control que tanto demandaba su entrenador desde la banda llegado el minuto 30.

Bajada de revoluciones del partido, y con ella el despertar del hondureño Anthony Lozano, el cual gozó de las mejores ocasiones de gol de la primera mitad. El representativo dominaba ya, pero aun así el mayor peligro era gaditano.

Los últimos minutos fueron un monólogo local que causó la desesperación rival. El Cádiz ahogado se bajó al barro y Ortuño, muy participativo durante todo el partido, personificó dicha desesperación con una patada a destiempo a Iñaki Sáenz que dejó a su equipo con uno menos.

Era el momento de seguir hurgando en la herida del Cádiz, y Suso estuvo a punto de hacerlo con un gran remate de cabeza que paró el guardameta visitante Cifuentes. Se avecinaba una segunda parte interesante.

A veces menos es más

Con la intención de que no se cumpliera la mítica frase del entrenador Helenio Herrera: “Jugar con diez es mejor que con once”, saltaron al terreno de juego los pupilos de Martí. Era el momento de dar un golpe sobre la mesa y conseguir la victoria. Y con ese objetivo ingresó en el campo el ariete Jouini por Marc Crosas.

Dominaban los chicharreros como era de esperar en los primeros minutos de la segunda mitad, pero aun no llegaban las ocasiones claras necesarias. Solo los tímidos disparos de Aarón  y Jouini y los numerosos córners que lanzaron, representaban las acometidas de los tinerfeños.

La polémica también quiso hacer aparición y ser protagonista. Una mano clara de Sankharé pudo ocasionar el tercer penalti de la temporada para el Tenerife. Pero el colegiado no hizo ademán por señalar el punto fatídico. Había que seguir.

El Cádiz estaba ya arrinconado y achicando cada balón que le llegaba desde las bandas. Su única arma era alguna contra con la que hacer daño a un Tenerife, que incluso con un hombre más sobre el verde no conseguía penetrar en el área andaluza. El equipo amarillo, vestido de verde en dicho partido, estaba cómodo aunque pareciera mentira con una defensa bien posicionada y sólida.

Imagen del partido entre el Cádiz y el Tenerife de la décima jornada de LaLiga123. Foto: LaLiga
Imagen del partido entre el Cádiz y el Tenerife de la décima jornada de LaLiga123. Foto: LaLiga

Martí seguía intentando agitar la coctelera en busca de una respuesta en forma de un coctel llamado gol. Fueron sustituidos Carlos Ruiz y Amath por Cristo González y Omar Perdomo. Más madera para el ataque en busca de los tres puntos.

Y funcionó llegado el minuto 78. Un centro desde la derecha de Cristo fue rematado por Jouini de cabeza a la escuadra. Segundo gol del tunecino esta temporada. Los cambios estaban siendo decisivos, punto para el balear.

El Tenerife parecía querer más y a punto estuvo de llegar el segundo tanto en un remate de Anthony Lozano. Seguían insistiendo los locales con un disparo de falta de Omar Perdomo, la sentencia parecía cerca.

Decepción final inesperada

Pero en el fútbol nunca se puede dar nada por hecho y los blanquiazules de manera sorprendente dieron uno, dos y tres pasos atrás de manera inexplicable. Le pasaron la papa caliente al Cádiz, el cual la cogió encantado con su correspondiente paso al frente.

Normalmente, un equipo con un jugador más y ganando a falta de pocos minutos duerme el partido y busca un fútbol control, pues bien los blanquiazules dejaron de lado esta idea y propusieron un estilo poco inteligente y cobarde.

Los gaditanos tomaron la batuta del encuentro y empezaron a llegar una y otra vez ante las incrédulas caras del público. Seis minutos de descuento y la sensación era de miedo y de desastre generalizado. Y sí ese, que viene, que viene que susurraba el Cádiz al oído del Tenerife, vino y vaya que sí.

Gol de Gorka Santamaría en el minuto 91 tras una mala salida del guardameta venezolano. Todo un jarro de agua fría y una decepción que se pudo agrandar luego. Una ocasión muy clara de los andaluces pudo completar una remontada antológica ante un equipo grogui que radió el ridículo en los minutos finales.

Ya van cinco jornadas sin conocer la victoria, y esta noche los de Martí duermen en el puesto 17 a solo un punto del descenso. El clima que rodea la institución no es para nada colorido, aún más si cabe con esta derrota de chirigota.