Celestes 2013: Andreu Fontás

Andreu Fontás es la piedra angular sobre la que Luis Enrique empezó a reconstruir este verano una defensa que sufrió muchísimo durante la temporada pasada. Además, el técnico confía plenamente en él para iniciar el juego de ataque, lo que le convirtió en el primer sustituto de Borja Oubiña en el centro del campo. Su asentamiento definitivo como central, donde es titular indiscutible, obligó finalmente a Lucho a considerar otras alternativas para el pivote.

Celestes 2013: Andreu Fontás
miguelgallego
Por Miguel Gallego

Andreu Fontás fue el primer fichaje de la era Luis Enrique en el Real Club Celta: llegó a Vigo el 20 de junio y fue presentado en Balaídos casi por sorpresa, tras un enigmático anuncio del club a media tarde. Ni siquiera estaban confeccionadas las equipaciones para el presente curso, pero el catalán ya era el central alrededor del cual el técnico quería tejer su entramado.

De la Masía a Vigo

La falta de oportunidades en el Fútbol Club Barcelona había llevado a Fontás a salir hacia las Islas Baleares. En Mallorca pasó cedido la primera mitad de 2013, donde disputó 372 minutos repartidos en 9 partidos de Liga, y otros 360 en 4 de Copa. No pudo contribuir a evitar el descenso de los bermellones. Ante la oferta del Celta no se lo pensó, y llegó a Vigo para firmar por tres años a cambio de un millón de euros para el Barcelona. Una operación apetitosa para todas las partes.

Llegada con presión

El problema llegaría semanas después, cuando Fontás se encontró con la papeleta de ser considerado un hombre de confianza del técnico y, para algunos, el causante de la marcha de Túñez, una de las decisiones que más se le ha criticado a Luis Enrique desde entonces.

Fontás pasó a ser el central izquierdo titular, el hombre referencia de la defensa, examinado con lupa por el celtismo.

Incluso se vio inmerso en otro debate que generó una gran controversia, cuando se le comenzó a considerar el sustituto de Borja Oubiña por su polivalencia. La sombra del capitán es alargada, y algunos también veían a Fontás como una amenaza para el buque insignia de este Celta.

Por todas estas razones, Fontás no tuvo un comienzo fácil en el equipo. Las malas actuaciones de la zaga, los errores que propiciaban goles del rival, habían empezado ya en pretemporada, pero continuaron con el comienzo liguero. Todos los defensas fueron señalados, y el catalán no fue ninguna excepción.

Progresión

Pero Fontás, que formó parte de un Barcelona campeón de todo en 2011, no se escondió. Despacito, sin hacer ruido, fue mejorando poco a poco sus prestaciones. Incluso tuvo la ocasión de disputar dos partidos como mediocentro por la ausencia de Oubiña. El catalán no se ha arrugado desde entonces y, con trabajo y personalidad, ha acabado por encajar con total naturalidad en el once tipo del Celta.

De hecho, sus números son los de un peso pesado del vestuario. En lo que va de Liga ha sido titular en todos los partidos que ha jugado, un total de 15. Sólo se perdió la visita a Getafe, plagada de rotaciones, y el encuentro contra el Almería al estar sancionado. Acumula un total de 1371 minutos. Habitualmente ocupa la demarcación de central izquierdo pero, como ya se ha dicho, ha jugado dos partidos como pivote. Fue contra el Villarreal en la quinta jornada, cuando el capitán esperó su turno en el banquillo por decisión técnica, y en el partido de Anoeta por la lesión de Oubiña. No pudo acabar este partido al ver su primera tarjeta roja como céltico en el minuto sesenta y cuatro.

La piedra angular

Así que, como resumen del año, no se puede decir que Fontás haya tenido un camino de rosas, pero ha acabado por asentarse en una defensa siempre cuestionada. Una zaga que siempre se mira con lupa y que, de momento, no está desarrollando todo su potencial. Pero, a falta de saber si habrá refuerzos en el mercado invernal, parece claro que la mejoría que se espera de cara al año 2014 estará capitaneada por Andreu Fontás, hombre de confianza de Luis Enrique y, de momento, ajeno a las rotaciones.