48 puntos sumados con ocho jornadas por delante, y el objetivo de jugar en Europa más cerca que nunca, tras asaltar Mestalla en la segunda parte. Tras un buen inicio, el Valencia fue perdiendo fuelle, y el Celta cogió el timón del encuentro a los veinte minutos. Con paciencia a la hora de mover la pelota, los olívicos encontraban espacios y deshilachaban la débil defensa valencianista, a pesar del partidazo de Mustafi. Con el inicio de la segunda mitad, el Valencia adelantó líneas y creó problemas a un Celta que supo capear el temporal y golpear al rival a diez minutos del final.

Primera mitad en tablas

Arrancó el partido y lo hizo con igualdad. En los primeros diez minutos, el intercambio de golpes entre ambos contendientes fue continuo, aunque sin ocasiones claras. Pese a todo, en los primeros minutos del encuentro, el Valencia mandaba en el juego. Más intensos, los de Gary Neville buscaban balones largos hacia Paco Alcácer, y el capitán valencianista estuvo cerca de hacer el primero aprovechando un pase filtrado a la espalda de la defensa céltica, aunque Sergio estuvo rápido en la salida. Minutos más tarde, André Gomes probó fortuna desde la frontal del área, aprovechando un mal despeje de Jonny, pero Sergi Gómez sacó la pelota bajo palos cuando Mestalla cantaba el primero.

No obstante, con el devenir del partido y el paso de los minutos, el Celta fue encontrándose poco a poco más cómodo sobre el verde del coliseo valencianista. Marcelo Díaz y Wass llevaban el peso del encuentro, y con paciencia, el Celta comenzó a encontrar espacios sobre la defensa, y llegó la primera ocasión. Tras una buena jugada colectiva, la pelota le cayó a Hugo Mallo —muy activo en tareas ofensivas durante todo el encuentro—, que puso un balón raso al punto de penalti buscando a Guidetti, que aunque no pudo rematar, vio como la pelota tocaba en un defensa y se estrellaba contra el palo izquierdo de la portería defendida por Ryan, que desvió la pelota cuando ésta estaba a punto de superar la línea de gol. Apenas un par de minutos después, el Celta avisó por segunda vez, en esta ocasión por mediación de Daniel Wass. El internacional danés cogió la pelota en línea de tres cuartos y avanzó con decisión hacia la portería local, aunque se encontró con una buena reacción de Ryan —mejor jugador de su equipo en el día de hoy—, que desvió la pelota ante la potente acometida del '18'. A su vez, el rechace del australiano le cayó a Beauvue, que probó fortuna, aunque su disparo cruzado se fue desviado.

Mestalla se impacientaba, y los primeros pitidos de la tarde no tardaron en llegar, en vistas de que su equipo cedía protagonismo a un Celta que parecía haber dado con la tecla para hacer daño a un rival que ya había comenzado el partido herido. Pasada la media hora de encuentro, llegó la tercera clara del Celta. Orellana en el área, Mustafi le sale al paso y el Poeta que le rompe la cintura, aunque su pase de la muerte lo desvió Abdennour a saque de esquina. Acto seguido, llegó la respuesta local, con una contra de infarto que culminó con gol Alcácer, aunque Undiano señaló fuera de juego ante las protestas de la grada local. Los minutos pasaban, y los de Neville fueron capaces de capear el temporal, con un último arreón que logró encerrar al Celta en su campo. Lo intentó Danilo desde la frontal, pero su disparo se fue muy desviado, y también Santi Mina, aunque su disparo se estrelló contra el lateral de la red. En los últimos instantes de la primera mirad, Daniel Wass volvió a probar fortuna, aunque Ryan desvió a córner.

Empuje che

Con la reanudación, el Valencia adelantó líneas, y se echó hacia delante en busca de un primer tanto que nunca llegó. Un inconmensurable Cabral sostenía al Celta, aunque posteriormente apareció Sergio Álvarez, vital para mantener la portería a cero, especialmente ante Rodrigo Moreno, a quien detuvo un potente disparo desde la frontal con una palomita y un mano a mano, cuando la grada ya cantaba el gol. Apretaba el Valencia, y el Celta sufría, y cuando Mestalla esperaba el primero, llegó el envite celeste.

Mascletà

Corrían los peores minutos del partido para el Celta, y Berizzo movió pieza, dando entrada al canterano Pape Cheikh en lugar de Claudio Beauvue. Con la presencia del canterano en el centro del campo, Orellana cayó en banda derecha, y llegó el momento celeste. Avisó Jonny, pero se encontró con un Ryan que una vez más salvó a su equipo, rozando con la punta de la botan el disparo del de Matamá, estrellándose la pelota en la base del poste. Corría el minuto 78, y Mestalla contenía la respiración, instantes antes de proferir una sonora pitada cuando Neville dio entrada a Negredo en lugar de Alcácer. No obstante, un minuto después, llegó el primer golpe celeste. Pase de treinta metros de Nolito, que ve como Orellana pisa área, la pelota le cae al Poeta, y llegó el arte. De primeras, toque de espuela. Asistencia perfecta. Un oh en la grada. Orellana se la cede a Guidetti y el sueco fulmina a Ryan. 0-1 y Mestalla que explota: “Gary vete ya”. En la celebración, Guidetti pide el cambio, y Berizzo da entrada a Planas en lugar del sueco. Apurado y con el agua al cuello, el Valencia se echa hacia delante, y se encuentra con el segundo, en esta ocasión del capitán, Hugo Mallo. El de Marín recibe en el área, se va de dos por puro corazón y cuela un zambombazo al primer palo poniendo el 0-2. Imposible para Ryan. Pitada monumental en la grada. Mascletá. Explosiones. Quedaban cinco minutos para el final, y el Celta pudo golear. Orellana tuvo el tercero, pero su vaselina —aunque había superado a Ryan— se fue fuera. Apenas un par de minutos después, el mismo Fabián estrelló un balón contra la madera a puerta vacía.

En Fallas, la verdadera mascletà se produjo en Mestalla. Pitada monumental y el ya clásico "Gary vete ya". Trece años después, el Celta asaltaba Mestalla, para vengarse del 1-5 encajado en el partido de ida, para situarse quinto en la clasificación y para soñar con alcanzar la Champions, que actualmente está a seis puntos. El Valencia, por su parte, se queda a tan solo seis puntos del descenso y se despide definitivamente de Europa.