Balaídos empuja al Celta bajo la lluvia

El Celta se impone a un Leganés, que acumula cuatro jornadas seguídas sin ganar. El cuadro de Juan Carlos Unzué demostró un grandísimo nivel ante un Leganés que no tuvo suerte en el estadio vigués.

Balaídos empuja al Celta bajo la lluvia
Iago Aspas celebrando el gol de la victoria ante el Leganés/ EFE
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Por Pablo Ferreiro

La jornada 13 de la Liga Santander la abría el Celta de Vigo y el CD Leganés en el Estadio Municipal de Balaídos. Un duelo en el que se enfrentan el Celta, que venía tras una derrota frente a un Sevilla en el Ramón Sánchez Pijuán habiendo sido superior, y el Leganés, uno de los equipos revelación de la Liga.

Mientras Juan Carlos Unzué apostaba por casi todo su equipo titular, salvando la pareja de la defensa, formada por Cabral con Fontás, y en el medio campo Jozabed por el “Tucu”, Asier Garitano jugaba con hasta cinco cambios con respecto a su alineación habitual.

En un bonito gesto y como homenaje a las víctimas por la violencia de género los jugadores locales salían con un pañuelo morado, mientras que los “pepineros” jugaban con su tercera equipación, también morada. A lo largo del partido también se escucharon canticos animando al ex técnico celeste, Eduardo "Toto" Berizzo, que el pasado miércoles hizo oficial que sufría un cáncer de próstata.  

El partido comenzaba con un juego lento y previsible de ambos equipos debido al diluvio que estaba cayendo en Vigo. Con muchas imprecisiones en ambos ataques se estaba viendo mucho juego en el medio campo, donde ninguno de los dos equipos se imponía al otro. La única forma que tenía el equipo celeste de romper la defensa “pepinera” era con balones largos a las espaldas de los centrales y contraataques fulgurantes.

Así llegaron las primeras ocasiones del partido, con un Iago Aspas estelar jugando detrás de Maxi Gómez, que estaba volviendo locos a la pareja formada por Siovas y Ezequiel Muñoz. Rubén Blanco, desde su portería aceleraba el juego y lanzaba balones en largo para que Aspas corriera, dejando casi solo frente a Cuellar al delantero de Moaña, pero sin llegar a batir al portero del Leganés.

La suerte no estaba con el Leganés. En el minuto 22, el serbio Brasanac caía lesionado y tenía que ser sustituido por Nabil El Zhar, que entraba sin calentar al terreno de juego. El primero de los reveses que tuvo en la noche de hoy el equipo de la capital.

El Leganés lo intentaba desde lejos, ya que no era capaz de encontrar a Guerrero entre los centrales del Celta. Raúl García primero y Gumbau segundo lo intentaban de falta y desde la frontal del área. Pero un Rubén Blanco bien colocado y muy atento conseguía blocar ambos remates. Tras uno de estos disparos, Rubén volvía a disparar la contra, donde gracias a una gran combinación entre Maxi y Jonny llegó el penalti a favor de los locales. Jonny le ganaba en carrera a Erik Morán que cometía falta dentro del área sobre el lateral gallego. Iago Aspas era el encargado de ejecutar la pena máxima y no falló, engañando al Pichu, pegando el balón al palo derecho del portero.

El Leganés, a pesar del gol, demostraba por qué es una de las revelaciones. Un equipo bien colocado, muy ordenado y trabajado tácticamente, pero que no era capaz de frenar el potencial ofensivo del equipo gallego. Pione Sisto y Maxi Gómez, desaparecido gracias a la buena labor de los defensas de Asier Garitano, dejaban huecos y asistían a Jonny y a Hugo Mallo, que llevaban el peligro desde las bandas.

El descanso llegaba con un Celta jugando muy bien al fútbol y perdonando varias ocasiones claras y superando a un Leganés que no llegaba a la portería defendida por Rubén.

Segunda parte

Asier Garitano intentaba reajustar su defensa haciendo un cambio en el descanso, Mauro Dos Santos salía por Ezequiel Muñoz en el eje de la zaga. Aún con el cambio, el Leganés seguía dejando huecos atrás, aprovechados por Sisto tras un gran pase de cucharilla de Hugo Mallo que falla por poco.

Poco después la mala suerte volvió a hacer presencia. Tras meter en el partido al único central que tenía en el banquillo, Garitano tenía que quitar a Siovas por Tito por problemas en los abductores. Un cambio que obligaba a reestructurar de nuevo la defensa al técnico vasco. En el minuto 54 ya había tenido que hacer los tres cambios, dos por lesión y uno por decisión técnica, pero ninguno de ellos para intentar revertir la situación con algún delantero.

El Celta tenía el control de la pelota, casi siempre en el campo del Leganés, en busca de ampliar la ventaja. Juan Carlos Unzué metía más pólvora. Guidetti por Maxi y Emre Mor por Pione Sisto daban frescura y más velocidad al ataque. El atacante turco volvió a demostrar porque es uno de los fichajes más caros de la historia del Celta, haciendo vibrar a los pocos aficionados que se reunieron hoy en Balaídos. Pese a ello, la delantera del equipo vigués tenía el día negado y se topaban una y otra vez con un grandísimo Cuellar.

Solo en los minutos finales y aprovechando los nervios del Celta, que ya ha perdido muchos puntos en los últimos minutos de los partidos, despertó y se volcó el Leganés. El Celta demostraba una fragilidad defensiva que no había tenido en todo el partido y lo aprovechaba Szymanowski, que lo intentaba desde la banda izquierda. Dos centros suyos que no consiguió rematar Guerrero solo ante Rubén, casi dan el empate al cuadro madrileño.

Los 3 puntos se quedaron esta jornada en Vigo, 3 puntos de oro que colocan a los de Juan Carlos Unzué octavos con 17 puntos acercándole a su objetivo de Europa, igualando a su rival de hoy en la tabla, a la espera del resto de partidos del fin de semana. Un partido que ha servido para que el Celta se quite un peso de encima, demostrando un gran nivel futbolístico en su juego y dando un respiro al técnico navarro, que ha sido cuestionado desde su llegada a Vigo. Mientras el Leganés ya tiene que pensar en su próximo partido, para intentar revertir la mala racha que están pasando.