El Barcelona de finales de 1977 era muy diferente del actual. Desde 1960 sólo se había ganado una liga (73-74) y el culé se había conformado con tres Copas y una Copa de Ferias en 1966. Entre esto, el 3-0 que el Ipswich Town le había infligido en la ida de los octavos de la Copa de Ferias y que el Madrid acababa de deja a los catalanes sin opciones en la Liga (sí, a primeros de diciembre), los ánimos no eran los mejores.
Y además, aquel helado 1 de diciembre de 1977, llovía a cántaros en Barcelona.
Así pues, con un Camp Nou medio vacío -sólo 33.000 valientes vieron un partido del que no hay imágenes de televisión- y sin ilusión, el equipo inglés salió al campo dispuesto a esperar 90 minutos y volver para casa con los cuartos en el bolsillo. Poca gente en Barcelona pensaba que pasaría lo contrario.
Pero pasaba que el Camp Nou celebraba sus 20 años sin haber visto una sola remontada épica en su césped. Y ya tocaba.
Cruyff empezó...
La cosa parecía clara, meterles 3 a los ingleses era misión imposible así que poca gente se animó para ir al campo para ver una eliminació casi segura.
Así que el Barça, que salió con Artola, Mazizo, Migueli, Olmo, Sánchez (Amarillo), Neeskens, Rexach, Fortes, Cruyff, Asensi y Zuviría (Clares), decidió dar un homenaje a los aficionados y hicieron una primera parte de mérito. Hasta que Cruyff no metió el segundo en el 46, nadie creía en la remontadaPese al aguacero, los blaugrana dominaron con mano de hierro y Cruyff encontró el premio gracias a un córner botado por Carles Rexach.
Corría el minuto 21 y la sensación era que el Barcelona quería caer con honores en la competición. En los 24 minutos restantes de primer tiempo, el dominio siguió, pero tan sólo Fortes exigió al portero Cooper un poco de movimiento.
Justo en el minuto 1 de la segunda parte, Asensi filtró un pase dentro del área hacia un Cruyff que cruzó el balón e hizo pensar a todo el mundo que, la remontada era posible. Quedaban 44 minutos y el equipo catalán sólo necesitaba otro gol para empatar la eliminatoria A partir de ahí, el asedio. Migueli, Clares y Neeskens la tuvieron, pero el autobús plantado por los ingleses parecía mantener a salvo la portería de Cooper. Y por si fuera poco, los aficionados vieron como Nick Mills hacía temblar la madera del marco de Artola en un contragolpe.
Con el tiempo casi terminado, un defensa inglés cometió penalti sobre Clares. Carles Rexach se encargó de transformar la pena máxima y empatar la eliminatoria en el minuto 87. Con la eliminatoria 3-3, quedaban los 30 minutos de la prórroga. Un tiempo extra en el que no pasó nada ya que ambos equipos estaban extremadamente cansados por el esfuerzo y por la intensa lluvia que seguía cayendo.
...y 'San Artola' lo terminó
Así que la eliminatoria, como ante el AZ Alkmaar holandés en la anterior ronda, se decidió desde los 11 metros.
El Camp Nou celebró la primera gran remontada. Y apareció la figura de Pedro María Artola. Mientras Rexach, Asensi y Amarillo besaban las mallas, el portero vasco rechazaba los chuts de Talbot y Viljoen, y veía como Woods le daba a la madera. Aunque Olmo había marrado y Mills, batido a Artola, el Barça había salido victorioso y Cruyff no tuvo ni que lanzar a portería.
La remontada en la que nadie creía apenas dos horas antes había sucedido. Y sólo los presentes en el estadio lo pudieron ver.