De nuevo sin el lesionado Messi, con el que Luis Enrique no pudo contar en El Molinón en la goleada de los barcelonistas sobre el Sporting por 0-5, el Barça buscaba conseguir su octava victoria consecutiva a domicilio. El reto no era fácil ni mucho menos en un escenario como el Borussia Park, convertido en un auténtico fortín para el conjunto local, rival de este segundo encuentro de la fase de grupos de Champions, con el que nunca antes se había medido en esta competición. Los alemanes, que ocupan la cuarta plaza en Bundesliga, no cedían en casa desde el 26 de enero, acumulando un total de once triunfos consecutivos en su feudo entre una competición y otra.
A favor del cuadro catalán, la excelente racha goleadora que atraviesa, solo frenada por la visita entresemana del Atlético de Madrid al Camp Nou, en un encuentro que acabó en tablas (1-1). Antes del choque con los colchoneros los culés se cebaron con el Celtic en su estreno en Champions (7-0) y con el Leganés (1-5). Estaba claro que la balanza debía declinarse a un lado o al otro, una de las dos dinámicas debía romperse en favor de la otra, y en esta ocasión fueron los hombres de Luis Enrique quienes salieron victoriosos de tierras alemanas.
La primera mitad fue del Borussia Mönchengladbach, que dominó a placer y se adelantó en el marcador mediante un tanto de Hazard. Los azulgranas buscaban por todos los medios abrirse paso ante el muro teutón, pero no fue hasta el segundo período cuando el Barcelona empezó a contemplar sus posibilidades de llevarse un buen resultado. Los cambios realizados por el técnico asturiano funcionaron a la perfección y se hicieron efectivos ya en el gol del empate: Rafinha fue quien recuperó el cuero, que acabó en el fondo de las mallas empujado por Arda Turan. La victoria la sellaría después una diana de Gerard Piqué, que aprovechó una pelota muerta tras un rechace a un disparo de Suárez.
Un Borussia osado
Salió muy atrevido el conjunto alemán desde el inicio, apostando por un tres contra tres, mostrándose vertical e intenso en la presión. En el Barcelona, Neymar comenzó el partido como falso nueve, con la intención de superar la presión de los locales y buscar así la conexión con los delanteros Suárez y Alcácer, que atacaban al espacio. Fue el brasileño quien tuvo la primera ocasión favorable a los culés, pero Sommer bloqueó con el pecho.
El Borussia llevó el control en los primeros minutos, ejerciendo una presión hombre a hombre en la salida, mientras el juego se concentraba en el centro del campo. Suárez dispuso de una buena oportunidad al ganar el cuerpo a cuerpo en un balón que había quedado suelto, pero se precipitó en la definición con un disparo cruzado y la pelota salió rozando el poste. En ataque el Barça figuraba con un 4-3-1-2 con Neymar ejerciendo de enganche, un esquema que en acciones defensivas se convertía en un 4-3-3, con el carioca de extremo.
Luis Enrique probó diversas variantes en el esquema barcelonista
La siguiente ocasión de los barcelonistas llegó tras una combinación entre los tres de arriba: Neymar la cedió para Suárez y el uruguayo buscó a Alcácer, pero el ex del Valencia no llegó a rematar. Rakitic tampoco estuvo acertado con un disparo que Sommer logró desviar a córner. Destacó la posesión improductiva de un Barça que intentó de todas las maneras romper la barrera alemana, con Luis Enrique probando variantes en el dibujo de los catalanes.
Hazard adelantaba a los germanos
El conjunto local avisó con un chut de Traoré que marchó desviado y después asestó el golpe, sacando partido a un error de Busquets. El pivote del Barcelona perdió el esférico en zona de riesgo, provocando el rapidísimo contragolpe de los alemanes en un tres contra tres, que culminó con un centro de Stindl para el remate de Hazard, que adelantó a los suyos.
Los catalanes no se vinieron abajo y Sommer fue puesto a prueba. El cancerbero se empleó a fondo para bloquear un remate de Luis Suárez, y el rechace lo despejó la defensa delante mismo de Alcácer, que acechaba el cuero. Jordi Alba lo intentó después, pero el de L'Hospitalet envió el balón a las nubes. Pese a este último esfuerzo de los culés en la primera mitad, ambos equipos marcharon hacia el túnel de vestuarios con la ventaja local por la mínima.
Acierto en los cambios de Luis Enrique
El entrenador del FC Barcelona no se demoró a la hora de realizar unos cambios que le funcionaron a la perfección. El de Gijón dio entrada a Rafinha, cuya participación ofreció dinamismo al equipo, que jugó mejor entre líneas, con Suárez ya en el centro del ataque. Pese a la ordenada defensa de los alemanes, los catalanes fueron ganando terreno hasta sorprender a su rival.
Arda salió del banquillo y puso las tablas
Rakitic avisó con un potente chut que detuvo Sommer, antes de ser sustituido por Arda Turan. "Veni, vidi, vici", debió pensar el turco, autor del gol del empate. Rafinha inició la acción que desembocaría en el 1-1, al recuperar el cuero y entregarlo a Busquets, que conectó con Neymar. El carioca colgó el esférico dentro del área para Arda, que remató con un potente chut bien colocado ante el que Sommer no pudo hacer nada.
El Borussia se había conformado demasiado pronto, dándose a defender una ventaja insuficiente sin esperar la contundente respuesta de los barcelonistas, a los que no les bastaba con el empate. El segundo y definitivo tanto del Barça llegó en una acción de estrategia: Neymar buscó a Suárez en un saque de esquina, el uruguayo se desplazó hasta el centro del área, desde donde remató. Sommer no pudo atajar la pelota y ésta quedó suelta ante Piqué, que no desperdició la ocasión de enviarla al fondo de la red para el 1-2.
Arda Turan fue a por el tercero con un intento de vaselina que Sommer despejó a córner. Los hombres de Luis Enrique volvieron a pasar otra prueba de fuego sin Messi, rompiendo la racha del cuadro alemán y sumando a la suya propia: son ya ocho las victorias consecutivas que acumulan los azulgranas a domicilio. El Barcelona, líder del grupo C tras esta victoria y el empate entre Celtic y Manchester City, ya espera a los de Guardiola en el siguiente partido de la fase de grupos, que se disputará el próximo 19 de octubre en el Camp Nou.