Que Leo Messi rompa un récord a pocos sigue sorprendiendo. El argentino tiene un don para ello, un poder en sus pies que le permite alcanzar metas a las que probablemente nadie más llegará nunca, o eso se decía de los que llegaron a esas cotas futbolísticas antes que él. Una de las víctimas a las que Messi le ha borrado la pista, es Gerhard Müller.

85 goles en un año natural. En esa cifra lo dejó el delantero alemán en 1972. Una época futbolística totalmente distinta a los tiempos que ahora vivimos, demostrando ser un auténtico depredador del área. Anotó 72 de ellos vestido con la elástica del Bayern de Münich con el que ganó cuatro ligas, cuatro copas y tres Champions. Los otros 13 los consiguió con la selección alemana, donde precisamente ese mismo año se alzó con la Eurocopa. Con Alemania dos años más tarde ganaría el Mundial del 74. Palmarés de leyenda.

El récord estaba en 85 goles, Messi lo dejó en 91

De leyenda a leyenda, el sorpaso de este récord se produjo 40 años después, en el Benito Villamarín, próximo estadio que el Barcelona visitará en el campeonato liguero. Este domingo, Messi vuelve al lugar donde hizo historia, uno de los muchos, en un estado de forma pletórico, listo para rememorar la gesta.

Foto: lavanguardia.com
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Al estilo Messi

Nos trasladamos al año 2012, un año convulso en Barcelona ya que se produce uno de los cambios de entrenador más significativos de los últimos años. Pep Guardiola abandonaba el club azulgrana para tomarse un año sabático y Tito Vilanova asumía las riendas del equipo culé. En la última temporada de Guardiola, Messi anota 50 goles para alzarse con el pichichi.

Medio centenar de dianas que daban la razón al sabio entrenador de Santpedor que lo puso de falso 9 ya en su primera temporada como entrenador, un señalado 2 de mayo en el Bernabéu. Con Tito no iba a ser menos. El argentino llegaba al encuentro ante el Betis pichichi de la Liga con seis goles de ventaja respecto a Falcao.

Messi fue pichichi de la 2011/2012 con 50 goles

72 dianas con el Barcelona y 12 con la albiceleste. Números casi calcados a los de Müller en su época. Leo necesitaba un solo gol para igualar el récord. Pero no se conformó con ello. De hecho, lo dejó finiquitado antes de que acabara la primera mitad del encuentro.

Ya en el minuto 15, Leo recogió un balón cerca de la frontal del área y tiró de su recurso favorito, aquél que es prácticamente letal. Diagonal de derecha a izquierda, amagando el tiro en diversas ocasiones y dejando atrás a rivales con su velocidad para después soltar un latigazo raso, cruzado, donde menos se la espera el portero. Adrián, actual portero del West Ham, sólo pudo contemplar tal maravilla que el argentino ejecuta a la perfección.

Foto: AFP
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Con el mejor socio

Messi igualaba el récord con un gol marca de la casa. Tan sólo 10 minutos después lo pulverizó. Para ello, contó con la colaboración de otro mago, de su socio favorito, Andrés Iniesta. El manchego fue el encargado de dar la asistencia de gol al argentino con un sublime pase de tacón que no desaprovechó Messi para disparar con un chute a media altura, de nuevo cruzado, que entra a toda velocidad a las redes de la portería del Betis.

Dos genios, dos superdotados de este deporte, dos jugadores para la historia. No había mejor manera de superar al récord de otra leyenda. Messi acabó con 91 goles el año 2012. El torpedo Müller estará orgulloso de que sea Messi el encargado de guardar el récord que un día él consiguió.