Caso Neymar: ‘el barco no puede navegar solo’

Opinión | Xavi no da puntada sin hilo y, con el caso Neymar, se ha vuelto a demostrar que esta directiva piensa que el barco puede navegar solo.

Caso Neymar: ‘el barco no puede navegar solo’
Foto: Alex Gallardo / VAVEL.com
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Por Mariano Jesús Camacho

El caso Neymar, la ofensiva total del PSG por hacerse con sus servicios, ha puesto de manifiesto una desalentadora realidad que hace preguntarse al seguidor culé el hecho de quién es quién en el Barça y el papel que realmente representa cada uno. El culebrón de 'Ney' es otra clara demostración del flagrante grado de ausencia de previsión y desgobierno que existe en el club blaugrana. Resulta tremendamente preocupante la sensación de improvisación que se transmite al exterior. Precisamente Xavi, una de las voces más autorizadas para opinar sobre la realidad y actualidad del FC.Barcelona, puso recientemente el dedo en la llaga al realizar unas declaraciones en las que incidía en que el Barça se había dormido creyéndose que el barco iba solo. El histórico medio se refirió al hecho de que el Barcelona tenía que potenciar la cantera y su modelo de juego, pero en realidad era todo un toque de atención y una carga de profundidad, tanto a la política deportiva como institucional de un club, que a medida que fue perdiendo de vista el balón se fue alejando de la esencia que lo hizo grande.

Dormidos y perdidos

¿Qué es más importante formar o ganar en las categorías inferiores? Eso es lo que dijo Xavi, que ahondando un poco más en la ortodoxia que defiende, recordó que en ese correcalles jugadores como él, Busquets o Iniesta, se encontraban perdidos. Y esa sensación es la que transmite el club, la de estar perdido, una desorientación traducida obviamente en fragilidad deportiva, económica e institucional. En el mundo del fútbol, nada es eterno, la edad y el tiempo lo desgastan todo, por ello el relevo generacional y la regeneración de la plantilla debió hacerse en función y base al modelo que les llevó al éxito. Indudablemente la generación con la que trabajó Guardiola en Barcelona era irrepetible, pero las decisiones a tomar tanto en la política de cantera como en la de fichajes jamás deberían haberse desviado del camino que en su momento trazó Cruyff y, fue llevado posteriormente al grado de excelencia.

Uno de los grandes placeres de la vida es perseverar y los responsables técnicos y directivos del Barça en estos años, quizás motivados por la capacidad de los rivales para contrarrestar el juego del Barcelona, tomaron una serie de decisiones que fueron alejándoles del modelo. Es absurdo cuestionar el rendimiento de la MSN, pues sus estadísticas son apabullantes, no es menos cierto que con Luis Enrique se logró reactivar el ciclo del éxito, pero en cierta medida y como ya anunció Johan Cruyff, aquella apuesta por la inminencia de los resultados les hizo perder de vista al balón, haciendo también volar por los aires el balance económico del club. Demasiados gallos en un solo corral dijo el holandés, es verdad que los tres, grandes futbolistas, se han entendido y llevado a las mil maravillas, dominando sus egos a la perfección, pero con el objeto de mantenerlos ‘felices’ se ha pagado un alto precio por el cual el club ha perdido poder financiero en el mercado.

La mediocridad no es la clase media

De la misma forma reducir el problema de liquidez del Barcelona y el grado de responsabilidad a la sola presencia de la MSN, tampoco es del todo justo puesto que no existen las verdades absolutas. En este viaje por los matices y los hechos no se deben obviar las decisiones erróneas tomadas en el organigrama del fútbol base, las inversiones tan ruinosas como precipitadas llevadas a cabo en la regeneración de la plantilla. Unas decisiones deportivas que propiciaron que el Barça perdiera solidez colectiva, ‘hipotecándose’ a la individualidad. El club azulgrana, en plena sequía generacional, confundió clase media con mediocridad y la plantilla dejó de tener la profundidad y calidad necesaria como para competir con los grandes equipos europeos en los momentos decisivos de la temporada.

Por ese camino fue perdiendo la identidad, aquella que representaban tanto Puyol como Xavi, a los que no les hacía falta nada para motivarles para competir al máximo nivel por la sencilla razón de que su orgullo estaba por encima de todo. Una de las grandes máximas de la vida (también del fútbol) es que jamás se puede perder la vista de quién realmente se es y, tanto el fútbol como la vida, son unos monstruos a los que solo se les puede vencer si se les enfrenta siempre manteniéndose fiel a los principios, en cualquier circunstancia.

La MSN, el desequilibrio

La MSN es el desequilibrio en la más absoluta extensión de la palabra, tanto para bien como para mal,  y este asunto responde en buena medida a ello. El Barça además de haberse dormido, se encuentra perdido, pues resulta incomprensible que durante todo este tiempo nadie de la cúpula directiva fuera capaz de salir a la escena pública con la suficiente contundencia como para dejar claro que ningún jugador estaba por encima del club. Que si por algún motivo u otro (todos respetables) alguien creía que podía mejorar económica o deportivamente marchándose del mismo, existía una cláusula legal estipulada a tal efecto. Pues si hubo vida azulgrana después de Kubala, Cruyff, Maradona, Ronaldo, Ronaldinho, Pep… la habría también sin duda después de todos.

El presidente (Piqué) vuelve a salir a escena

No se pueden intentar apagar fuegos enviando mensajes de tranquilidad cuando toda la prensa mundial coincidía en una serie de informaciones que apuntaban a la inminente salida de uno de los mayores activos del club. La sensación de inactividad que se ha transmitido ha sido alarmante y ha dejado en pésimo lugar a los responsables directivos del club. Esto no significa que no hayan hecho todo lo posible para que el brasileño no se marchara del Barcelona, sino que se ha vuelto a proyectar la realidad de una plantilla que se autogestiona. Xavi no da puntada sin hilo y, con el caso Neymar se ha vuelto a demostrar que esta directiva piensa que el barco puede navegar solo. Muy especialmente si es el presidente (Piqué) el que tiene que volver a salir a escena para poner quizás el fin o un punto y seguido a una historia que se desglosa en números (222), el precio a pagar o percibir por el desequilibrio y se explica a través de la renuncia al modelo, que entre otras cosas triunfó gracias a la excelencia de la clase media.

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Sobre el autor
Mariano Jesús Camacho
Diez años escribiendo para medios digitales. Documentalista de la desaparecida web Fútbol Factory. Colaboré en la web deportiva italiana Sportvintage. Autor en El Enganche durante casi cuatro años y en el Blog Cartas Esféricas Vavel. Actualmente me puedes leer en el Blog Mariano Jesús Camacho, VAVEL y Olympo Deportivo. Escritor y autor de la novela gráfica ZORN. Escritor y autor del libro Sonetos del Fútbol, el libro Sonetos de Pasión y el libro Paseando por Gades. Simplemente un trovador, un contador de historias y recuerdos que permanecen vivos en el paradójico olvido de la memoria.