Es bien sabido que en el fútbol un día puedes estar arriba y otro abajo. Prueba de ello es la situación que atraviesa actualmente un histórico de la Segunda División, el Gimnástic de Tarragona. Tras ascender a la categoría de plata del fútbol español en la temporada 2014/2015 (tres años después de dejarla), el objetivo de los catalanes se fijó en asentarse de forma definitiva en ella, aunque siempre con la actitud de dar guerra a cualquier rival que se pusiese por delante. Tanto es así que una vez logrado el objetivo de la permanencia en la campaña 2015/2016 -gracias a una gran primera vuelta-, el conjunto grana soñó con un posible ascenso a Primera División diez años después, lo que pasaba por acabar la temporada en playoffs.

Y así fue, los de Tarragona finalizaron la jornada 42 como terceros clasificados, habiendo perdido un único partido en toda la segunda vuelta y a tan sólo tres puntos del segundo puesto que dio el ascenso directo al Leganés. Por tanto, los nastiqueros disputarían la fase de promoción a Primera División ante el CA Osasuna. Pero la suerte no estuvo de su lado en la eliminatoria, donde caerían derrotados por un 3-6 en el global. Ni el hasta entonces fortín en el que se había convertido el Nou Estadi, donde únicamente habían logrado los tres puntos Alcorcón y Lugo, sirvió para frenar al notable conjunto rojillo.

La grada del Nou Estadi durante la eliminatoria Nàstic - Osasuna | LaLiga
La grada del Nou Estadi anima a sus jugadores durante la eliminatoria entre Gimnàstic y Osasuna | LaLiga

Desde ese duro golpe en el mes de junio, los hombres de Vicente Moreno no consiguen levantar cabeza. El balance del Nàstic en lo que llevamos de temporada es de siete empates, cinco derrotas y una victoria, ocupando la última posición de la tabla con diez puntos y siendo uno de los equipos más goleados con 20 tantos en contra. El nefasto comienzo liguero de los tarraconenses les hizo igualar, hace dos jornadas ante el Mallorca, el peor arranque de la historia de Segunda División con un total de doce partidos sin conocer la victoria.

Uno de los motivos de esta crisis de resultados es la gran cantidad de bajas que sufrió este verano el Nàstic. Piezas clave el curso pasado como José Naranjo, Achille EmanáGiorgi Aburjania decidieron abandonar el club catalán en el mercado estival, dejando un hueco difícil de sustituir en el once del técnico de Masanasa. Además, por si no era suficiente, en agosto el guardameta Manolo Reina sufría una doble rotura del peroné que lo tendría alejado de los terrenos de juego al menos cuatro meses. La multitud de jugadores inexpertos en Segunda División y el exceso de nacionalidades dentro del vestuario tampoco han ayudado a un conjunto grana incapaz de repetir los números que alcanzó hace apenas un año.

Los jugadores del Nàstic celebran el gol de Juan Muñiz ante el Levante | LaLiga
Los jugadores del Nàstic celebran el gol del empate de Juan Muñiz ante el Levante | LaLiga

Ante el equipo de Bordalás, el Nàstic buscará repetir victoria como ya hiciera en la última jornada de Liga ante el Mirandés, en el que fue su primer triunfo de la temporada. Conseguir los tres primeros puntos en casa y darle a la afición del Nou Estadi la primera alegría del curso como local son alicientes de sobra para afrontar este partido con la máxima intensidad posible. Sin duda, es evidente que los tarraconenses tendrán la necesidad vital de sumar los tres puntos para salir cuanto antes de la dinámica negativa de resultados en la que se encuentran inmersos, lo que puede ser un hándicap a la hora de afrontar esta nueva "final" contra el Getafe.